Yo le nombre Patrick

1.5K 130 267
                                    


Después de hacer que el moreno del hogar vuelva a retomar el sueño con ayuda del padre, todos estaban ahora sentados en los sofás de la sala con un gran signo interrogación encima de las cabezas del grupo de amigos.

Sabían, sabían que esos chicos no eran para nada normales y eso estaba bien, más que bien. Demostraron que a pesar de lo maaás que escuchen de ellos sea algo que solo se vea en cuentos de hadas o en sus series de Netflix ficticios, les creerían sin duda alguna y sabrían conllevar con ello.

La caja causante estaba en el centro a la vista de cualquiera, había silencio y uno no incómodo. El padre estaba ahi deseando casarse con Morfeo de una vez, pero lo de hace unos minutos logro que el sueño se le alejara por unos momentos, buscando la manera de explicar a sus jóvenes vecinos (e hijos) el porque de esa caja y la expresión de su enfermo hijo menor.

— Bien... Creo que es la hora de una historia

— Papá creo que no es conveniente...

— Stan, soy el adulto aquí, así que decido que... Para que haya más sentido de lo que pasa en esta casa...

— No se preocupen - Craig tomo esta vez la palabra, interrumpiendo cordialmente- como ya hemos dicho lo que hagan o digan, se quedará entre nosotros

— Gracias por aclararnos Craig

— No hay nada de que agradecer suegro

— ¿Perdón?

Una mueca de confusión leve y mueca de lado se hizo presente en el adulto, siendo imitada por sus hijos que se encontraban ahí.

— Q-que bebí suero...

— ...

Los chicos se querían reír a carcajadas enormes por el rostro de confusión total del padre.

— ¿Pffffff neta? -dijo (en un idioma diferente) Stan con una cara que amenazaba a reírse por un buen tiempo-

— ¿Bebiste sue-?

— ¿Que iba diciendo señor Sebas? -Kenny le cobraría su salvación de cringe extrema que casi sufría el de chullo después, ahora quería saber más de la familia- no nos salgamos del tema por favor

— Tienes razón niño, bueno prosigo

Se aclaró la garganta con una leve tos interna. Los hijos, de lo que estaban sentados de una manera relajada y sin preocupaciones, retomaron una posición recta con un rostro serio. Por primera vez, los pretendientes, los ven de esta manera.

— Todo comenzó cuando tenía cerca de dieciocho años...

_____________________________________

— ¡Oye Sebas, apúrate que el bus te va a dejar!

— ¡Ya voy mamá!

Un joven con la cabellera revuelta, se encontraba recostado en esa suave y recién ordenada cama que tenía en su comoda habitación color verde manzana, que estaba casi repleta de pósters de series animadas o bandas de música acústica, prácticamente siendo descrita de forma abreviada que representaba el cuarto ideal de un joven que vivía debajo del techo de su madre. Sebastián tenía su vida, por así decirlo, resuelta y cómoda; no había momento o cosa que quisiese cambiar ya que consideraba que lo tenía todo lo necesario para estar tranquilo consigo mismo y con su entorno social. Simple y perfecto.

Ya no queriendo escuchar más gritos de su amada madre, cogió sus cosas que utilizaría hoy en su universidad y arrancó hacia el paradero de su calle, teniendo en su boca una manzana jugosa y amenazando con caerse en cualquier momento por la velocidad de sus pasos. Su residencia quedaba algo lejos, más que nada estaba por las afueras de la ciudad de Toronto y donde la vegetación era más densa, hasta el punto en que las grandes y rústicas casas eran separadas por espesos árboles de pino volviéndose casi un bosque en épocas de primavera.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 21, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

🎤5x5🎤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora