Chat y Marinette se encontraban en aquella terraza, la cual había preparado para Ladybug.
- No vendrá – Dijo mirando al suelo, sujetándose de la baranda.
- Chat, ella debe estar ocupada. – Trató de tranquilizarlo.
- Es verdad, no debí ilusionarme. – Se sentó sobre los cojines que había acomodado en el piso. – Ella siempre me rechaza, incluso dijo que no vendría.
- Lo siento mucho Chat. – Dijo Marinette tratando de animarlo.
- Es horrible, por alguna razón siempre termino albergando esperanzas y me llenan el corazón, creyendo que finalmente funcionará. – Miraba las luces de la ciudad, perdido en sus sentimientos. – Finalmente ella aceptaría y correspondería mi amor, pero luego caigo de nuevo en la realidad. No la culpo tampoco, no es su obligación amarme, es solo que no sé cómo sacarla de mi corazón.
Chat Noir se estaba confesando, él no lo sabía, pero la chica de sus sueños estaba ahí a su lado, escuchando todas sus hermosas palabras ¿Así se siente ser amada? pensó Marinette. Lo abrazó, no podía corresponderle el cariño porque su corazón era de Adrien, pero quería darle apoyo. Chat era su amigo, su compañero y lo quería, pero su amor por su compañero de curso era más fuerte.
- ¿Marinette? – Preguntó Chat sorprendido entre los brazos de su amiga.
- Lo siento. – Saltó hacia atrás alejándose de Chat. – Sólo fue un impulso, quería que supieras que si estas triste, siempre puedes venir a hablar conmigo.
Marinette sonrió y puso su mano tras la cabeza, no se dio cuenta de que se estaba poniendo roja.
- Y dime, princesa ¿Hay algún chico en tu vida? – Dijo volviendo a su personalidad gatuna, dejando la tristeza atrás.
- Bueno. – Se puso más roja mientras miraba sus dedos. – Hay un chico en mi escuela, es lindo y amable.
- ¿Y cómo se llama? – Le dio un pequeño empujón con su hombro.
- No te lo diré, no te confiaría información tan importante, conociéndote irías corriendo a decirle. – Marinette frunció el ceño.
- Vamos princesa, cuéntame quién es tu príncipe azul. – Rio Chat.
- ¿Me prometes que no lo buscarás para contarle? – Lo miró poniendo una amenaza en sus ojos.
- Promesa de gato. – Dijo levantando una mano en señal de juramento. – Aunque si preguntas mi opinión, creo que deberías decirle. Eres una chica linda, talentosa y simpática, de seguro que siente lo mismo que tú.
- No lo creo. – Marinette hizo una mueca.
- ¿Se lo has dicho? – Sonrió.
- No, pero siempre está diciendo cuan buena amiga soy, además, tampoco nos conocemos mucho, es muy reservado. Por fuera parece un príncipe perfecto, pero algo me dice que es diferente por dentro. La idea de conocerlo más me emociona mucho. – La voz de Marinette estaba llena de sueños e ilusiones.
- Con todo lo que dices de él, creo que hasta yo me estoy enamorando. – Rio.
- No seas ridículo, yo lo vi primero. – Empujó a Chat riendo.
Cuando las risas pararon Marinette volvió a hablar, solo que más seria esta vez.
- Adrien nunca me notará. – Miró sus manos de nuevo.
- ¿Adrien? – Su corazón se paralizó, Marinette, su amiga estaba enamorada de él. Y no solo eso, se había dado cuenta de que la personalidad que mostraba día a día en la escuela no era real. Nadie nunca le había puesto la atención suficiente para darse cuenta, ni siquiera él mismo. Hasta no ser Chat Noir y conseguir libertad no se había percatado de lo incomodo que era mantener esa falsa perfección en pie, pero ella lo había visto, siendo que nunca le había dicho nada al respecto, siendo que Marinette nunca era capaz de decirle dos frases completas.
¿Así se siente ser amado?
- Si, Adrien Agreste, va en mi clase ¿Lo conoces? – Preguntó curiosa.
- Bueno, es modelo, puedes ver su cara por todo Paris. – Rio y su corazón volvió a saltar.
Marinette era hermosa, como ya le había dicho, pero Ladybug tenía su corazón, ella era simplemente perfecta.
- Creo que debería volver a casa. – Rompió el silencio que había inundado el lugar.
- Si, lo siento, te llevo ahora. – La tomó en brazos y la llevó de vuelta a su balcón.
- Gracias por la velada, Chat. – Marinette bajó de sus brazos.
- Cuando quieras princesa. – Hizo una reverencia y se marchó.
Marinette recordó la confesión de Chat y su corazón se agitó.
Esa noche Adrien y Marinette desearon que su compañero de clase y su compañero de batalla fueran la misma persona.
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Corazones confundidos
FanficEsta obra es un fanfiction de la serie Miraculous Ladybug, lo que significa que los personajes no me pertenecen. Mi historia empieza en el capítulo "Glaciator" (T2;e9), pueden asumir que todas las cosas anteriores a ese capitulo han pasado en esta h...