Confusión

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Fue un poco difícil para Adrien actuar como si no supiera nada frente a Marinette la mañana siguiente, usando la máscara de Chat Noir era más fácil, porque podía imaginarse que hablaban de otra persona, pero ahora que actuaba como el chico perfecto y reservado nuevamente recordó las palabras de su amiga y su corazón se agitó. Quería que alguien lo viera como realmente era, quería que alguien destruyera su fachada y lo amara como era, sin embargo las únicas personas que conocían su verdadera personalidad no sentían nada por él. Ladybug siempre lo rechazaba y Marinette estaba enamorada de su falsa imagen.

¿Estaba condenado a eso? ¿Sólo sería amado si escondía su verdadera cara?

- Buenos días, Adrien. – Lo saludó Marinette desde el puesto de atrás.

- Buenos días. – Respondió, pero de inmediato las palabras de la pasada noche volvieron a su mente "La idea de conocerlo más me emociona mucho", su estómago se contrajo.

- ¿Estás bien? Te ves algo preocupado

- No es nada, solo pensaba en la sesión de fotos que tengo luego de las clases. – Mintió.

- Oh, lo siento por preguntar. – Rio nerviosa. – Si necesitas algo, puedes decirme.

- Gracias Marinette. – Le sonrió a su amiga.

Al parecer Chat Noir había cumplido su palabra de no decir nada a Adrien, pensó Marinette mientras volvía a su casa. Su amiga Alya salió con su novio, así que tenía toda la tarde para trabajar en sus diseños y ver el comercial de la fragancia Adrien mil veces más.

A la tarde escuchó unos golpecitos en la trampilla por la cual salía a su balcón, subió con curiosidad para ver que era lo que pasaba.

- Hola princesa. – Dijo Chat cuando Marinette abrió.

- ¿Chat? ¿Qué haces aquí? – Preguntó confundida.

- Sólo estaba paseando por la ciudad y pensé que podría hablar con una amiga.

Marinette terminó de salir por la trampilla para acompañarle en el balcón.

- ¿Andabas en busca de Ladybug? – Levantó una ceja.

- Me descubriste. – Sonrió con una disculpa en los ojos.

- ¿Algún día dejaras de buscarla? – Sintió un poco de pena, él siempre la amaría y ella siempre amaría a Adrien, ninguno de los dos sería correspondido y vivirían en el desamor.

- Claro, cuando corresponda mi amor será ella la que me busque. – Sonrió con suficiencia, sin embargo la tristeza opacaba esa sonrisa.

- Te sientes muy seguro al respecto.

- ¿Marinette? – No hizo caso a la conversación anterior.

- Dime. – El ambiente se tornó serio.

- Si Adrien no estuviera en tu corazón ¿Me verías diferente? – La miró a los ojos.

El silencio se apoderó del balcón, sólo el sonido de la ciudad llenaba sus oídos, Marinette apartó la mirada con un nudo en el estómago ¿Acaso había descubierto que ella era Ladybug? ¿Por qué sino Chat le estaría preguntando eso?

- Yo... - Dudó en su respuesta.

- Olvídalo – interrumpió su corriente de pensamiento. – Solo fue una idea estúpida.

- Chat ¿Tu...? – Empezó a hablar.

- Lo siento princesa, debo irme. – Volvió a interrumpirla, pero esta vez simplemente se fue.

Se sentía confundido, pensó que ella contestaría de inmediato, pero dudó, y no podía dejar que dudara, no podía ser tan cruel, una cosa era que se enamorara de su falso yo, lo cual era normal, toda esa farsa era para eso, para ser popular. Pero no podía enamorarse de Chat, eso no podía permitirlo, no quería hacerla sufrir por partida doble.

Sin embargo algo volvió a descoordinar su corazón ¿Qué pasaría si Marinette conocía a Chat Noir? Estaría conociendo a Adrien sin saberlo, además, si Ladybug no estuviera ya en su corazón sería muy fácil enamorarse de ella.

- ¿Qué estás pensando? – Se gritó.

Llegó a su habitación por la ventana, se destransformó y cayó en su cama sin cuidado, puso sus manos sobre su cara ¿Realmente estaba pensando en utilizar a Marinette para olvidar a Ladybug? ¿Tan desesperado estaba por recibir amor, porque lo aceptaran?

Se sintió horrible, enterró la cara en la almohada tratando de evitar pensamientos. Ladybug siempre sería su chica, utilizar a Marinette lo convertiría en la peor clase de persona y tampoco sería justo que sufriera por él.

Todavía en su balcón, Marinette se preguntaba qué había pasado, descartó rápidamente la posibilidad de que supiera su identidad, no la habría dejado tranquila si ese fuera el caso, pero ¿qué era eso de si Adrien no existiera? No podía imaginarse un mundo sin él. Trató de no pensar en eso y volvió a su habitación.

Esa noche volvió a pensar en Chat Noir, en sus palabras, entendió que no jugaba con eso, que el cariño era en serio.

¿Podía pensar en él de la misma forma que pensaba en Adrien? No sería tan difícil, seguía siendo un chico lindo y muy sensible, también valiente, más de una vez se había sacrificado para salvarla.

¡Pero qué tontería! Jamás podría dejar de sentir lo que sentía por Adrien, su chico perfecto. Se sintió mal por haber pensado en Chat de esa manera, subió las frazadas hasta esconder la cara y se durmió.    

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⏰ Last updated: Oct 22, 2018 ⏰

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Corazones confundidosWhere stories live. Discover now