Ｓｅｎｄ░ｎｕｄｅｓ░[Ｋｏｏｋｇｉ] （畝ゥ安）

Ｃａｐíｔｕｌｏ 7

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YOONGI

- ¿Cómo te fue hoy, lindo? - Me preguntó Hoseok, quien no traía camisa, presumiendo aquel piercing en su pezón izquierdo, ese tatuaje en su costado derecho y estando apoyado en el marco de la entrada a mi habitación, insitándome a dejarlo hacerme miles de cosas, las que quisiera; pero estaba furioso como para prestarle atención.

- Quítate Hoseok. - Dije de manera demandante. Aunque, al parecer Hoseok no le importó una mierda.

¿Cómo podría intimidarlo cuando es él quien me destroza por las noches?

Idiota. 

- ¿Por qué tan molesto, Yoongi? - Preguntó Hoseok acariciando mi mejilla, mostrando su lado sensible y comprensivo.

- ¿Sabes dónde está Namjoon? - Yo no quería comprensión, yo quiero golpear.

- Creo que en su habitación ¿Por qué? - Hoseok alzó una ceja, muy curioso por mi necesidad de ver a Namjoon. - ¿Harán algo?

- No. - Respondí. - Tengo que golpear a alguien.

- ¿En serio? - De nuevo el estúpido doble sentido de Hoseok. - Si harán algo, invítenme. - Dijo burlón. - Es más divertido cuando estás tú.

- No es eso. - Dije molesto. - No todo es sexo Hoseok. - Aclaré. - ¿Sabes si está Zico? Si se entera que le romperé la boca a uno de sus favoritos me matará.

- No, acaba de salir. - Respondió Hoseok. - Regresará hasta mañana.

- Perfecto. - Empuje a un lado a Hoseok para dejar mi portafolio y quitarme el saco.

Hoseok se acercó lentamente, sentía su presencia cada vez más cerca, hasta que quedó a escasos centímetros, sintiendo su cálida respiración en mi nuca. Me abrazo por la cintura, escondiendo su cabeza en mi cuello, aspirando mi perfume barato pero que le encantaba. Sus manos fueron a dar a mi cinturón, lo estaba desabrochando de manera brusca y desesperada.

- Espera. - Dije deteniendo sus manos.

- ¿Qué sucede? - Dijo ajitado y sintiendo su erección cerca de mi trasero.

- Primero tengo que ir con Namjoon. - Dije cerrando los ojos y pensando en cualquier otra cosa que no fuera el contacto del rubio detrás mío, que me estaba excitado en demasía.

Maldición.

- Y-yo. - Titubeé. Eso es una mala señal cuando tenía a un Hoseok desesperado por atención. Además, me volvía loco el simple hecho de tenerlo tan cerca y una cama al lado de nosotros dos.

"¡Deja tu orgullo y folla!

- Anda, será rápido. - Hoseok suplico por cuarta vez. Su mano traspasó la tela de mis calzoncillos, sus dedos expertos y escurridizos comenzaron a tocar mi miembro de una manera suave y relajante, pero que a su vez, provocaron que un bulto comenzará a asomarse entre mis pantalones. ¡Diablos! Hoseok era un experto.