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—¡Papi! ¿Dónde estás?

—¡Te encontr-

—Hola... Hijo.

—¿Qué estás haciendo con eso en tu mano?

—Iré a ver a Papi.

—¿Volverás por mí?

—No prometo volver, pequeño.

—¿No deberías estar feliz? ¿Por qué lloras?—cuestionó secando las lágrimas en el rostro de su padre.

—Porqué estoy muy, pero muy feliz.

—Yo también quiero ver a Papi.

—Lo harás, algún día. Ahora... Deja a Papi solo.

—¿Prometes volver para cenar...?

Lo prometo.

El niño abandonó el regazo de su padre, y, dando pequeños saltitos, se alejó del lugar, dejando a un muy destrozado Taehyung en la sala de estar.

La luz era tenue.

El ambiente era frío.

Las ventanas yacían abiertas.

El silencio reinaba en todo el lugar.

Miró hacia más allá de su balcón; con una gran y dolorida sonrisa se dió paso a hablar: —Es hora...—musitó recargando el arma y colocándosela justo en las sienes.

—¡Papi! ¡Mira quién nos vino a visitar!

Y un sonido ensordecedor se hizo escuchar.

El castaño al piso cayó.

La alfombra rápidamente se vió manchada de un hermoso color carmesí.

—¡Pap-

SeokJin rápidamente tapó los ojos del menor.

—¡¿T-Taehyung...?!—musitó perplejo.

—Jyhyung, sal de aquí.

—¡Pero, mi padre!

—¡Qué salgas de aquí te digo!

SeokJin corrió rápidamente hacia el cuerpo sin vida del castaño, partiendo en llanto.

Una sonrisa victoriosa se dibujó en el rostro del pequeño.

Un corazón había dejado de latir.

Hasta allí había llegado aquél bastardo.

¿Se encontró con su amor...?

Ellos nunca estarían juntos otra vez.

Esa fue su cruel realidad.

Al final... Morir no sirvió de nada.

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Lo hecho... Hecho está.

Chaotic - K.TH x J.JK © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora