Esta noche

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El castaño abrió los ojos lentamente al oír un disparo, y parpadeó, viendo al moreno al que llamaba "hermano" tambalearse, ya que le habían disparado a la rodilla.

-Kiryu...-dijo el político retorcido con un hilo de voz, sonriendo y jadeando, mientras el contrario le miraba con odio. El hombre del lunar en la frente volvió a apuntarle con el arma, sin dejar de sonreír, y esta vez fue en dirección a su frente. Sabía que no se podía mover, así que en sus ojos había una pizca de tensión, hasta que de repente la niña se puso delante del ex-yakuza, con los brazos extendidos, queriendo defenderlo.

-¡Haruka!

El hombre disparó sin una pizca de duda a pesar de ser su propia hija, y el moreno entró en pánico, intentando moverse para mirarla.

-¡Haruka!

Sin embargo, la niña tenía una cara de horror, aún con los brazos extendidos, pues en el último segundo su madre se había puesto delante para protegerla, recibiendo el disparo en el costado, y el castaño parpadeó, abriendo mucho los ojos, viendo cómo se derrumbaba.

-Y-Yumi...

-¡Yumi!

-¡Mamá!

Tanto el moreno como la niña se reunieron en torno a ella, y el primero la sostuvo en sus brazos, zarandeándola con suavidad, mientras su voz flaqueaba por preocupación.

-Yumi... Yumi. Respóndeme, ¿¡te encuentras bien!?

-¡Mamá!-dijo la niña, presa del pánico. La castaña miró al moreno con los ojos entrecerrados y una mueca de dolor, mientras el peligris se acercaba riendo, mirando a través de ellos, concretamente a la cámara con el dinero.

-Por fin lo encontré... ¡Mi dinero!

Tras eso siguió riendo, y se giró para apuntar al moreno con la pistola, sin dejar de sonreír.

-¿Qué pasa? Estás indefenso.

El hombre tenía una expresión rota, llena de pena, y no parecía dar señales de moverse. El castaño se levantó a duras penas, preso de furia, mientras miraba al moreno y al hombre.

-[Yumi... Kiryu... ¡Mierda!]

-Todos vais a morir aquí.

El castaño sacó su cuchillo, dando unos pasos titubeantes, y corrió hacia el político con este en la mano, apuñalándole en el costado.

-¡Hryaaaaah!

-¡Nishiki!

El hombre se quedó sin aliento por la puñalada, y el castaño lo arrastró hasta dentro de la cámara, pero mientras lo hacía el político le disparó en el costado, aunque al castaño no le importó, ya que la furia que sentía impedía que pudiese pensar en el dolor. Una vez lo chocó contra la pared se alejó unos pasos, llevándose una mano al costado, tambaleándose.

-Nishiki...

-No hay forma de que vaya a dejar que este cabrón... Se salga con la suya...-dijo y cogió la pistola del suelo.

El moreno parpadeó, mirando a su "hermano", mientras este apuntaba con la pistola a la bomba, y le miró de vuelta, entornando los ojos.

-La responsabilidad es mía... Así que déjame hacerlo.

-¡No! ¡No lo hagas, Nishiki!

El castaño le sonrió de forma fanfarrona, pero antes de que apretase el gatillo el moreno soltó a la castaña, y...

-¡Nishiki!

-¡Señor!

Saltó hacia él, arrastrándolo hacia la pared. El disparo falló, mientras que el castaño estuvo apoyado en el dinero, con el moreno encima, y gruñó, quejándose.

[Yakuza] ReinicioWhere stories live. Discover now