Era de noche, estaba cansada pero igual debía ganar. Mis dedos se habían vuelto lentos, necesitaba que apretaran el mouse mas rápido. No podía perder. Así que tome agua, saque lo ultimo de mis fuerzas y apreté tan rápido como pude. Gané. Grité.
Justo en ese momento me llegó un mensaje de mi novio. Aproveché mi oportunidad para burlarme. Lo derroté al imbécil. Luego de reírnos quedamos para vernos. Salí de mi pieza y estaba todo oscuro, mis padres no estaban, así que decidí escaparme. Fui a la cocina, recargué mi botellita de agua. Miré por la ventana y estaba todo oscuro, cubierto por una neblina misteriosa. Aprieto la tecla para prender los faroles pero estos no lo hacían. Llamé a mis hermanos. No respondían. Fui a buscar nuevas lamparitas para cambiarlas. Salgo al patio y atravieso la espesa neblina pero cuando me acerco a los faroles descubro que ya estaban prendidos.
Oí un ruido en la cocina, parecía que alguien subía las escaleras corriendo. Cuando estaba por entrar, la puerta no se abría. Algo la trababa. Vi por la perilla y no se veía nada, todo era oscuro. Cuando de repente escucho una voz atrás mio.