BeelzeLoud (One-Shot)

Luna Vs. The Devil (One-Shot)

En una típica mañana en la casa Loud, los mismos habitantes de la casa Loud se levantaban después de haber ya dormido de un Viernes muy relajante y tranquilo. Cada Loud estaba sentado en la mesa principal de su hogar para ya desayunar, exceptuando Lynn Sr pues se estaba acercando a cada plato mientras servía sus magníficos huevos revueltos con su vestimenta de Chef. Tenían sus planes para el día, que aprovecharían al máximo con la misma felicidad con la que se despertaron este día, excluyendo a la rockera Luna Loud quien no reflejaba mucha felicidad en esa mañana. Había tenido mucha actividad con su banda musical e incluso había llegado a discutir sobre algunos temas, por diferencias musicales principalmente.

Lola seguiría practicando su baile con listón con las mejorar artísticas impuestas por su entrenador Lincoln, el cual iría a pasar tiempo con Ronnie Anne así como Lori haría igual con Bobby, Lana investigaría más basureros, Lisa daría una cátedra en la Universidad, Lucy iría a su club escolar fúnebre para mejorar la organización colectiva, Luan tendría que trabajar en un cumpleaños como casi todos los Sábados, Leni se ofreció a trabajar ese Sábado en su tienda, y los padres Loud asistirían a la Iglesia; todos con planes prácticamente, exceptuando Luna y su guitarra en espalda.

Ya todos los Loud habiendo desayunado, comenzaban a dirigirse a sus destinos en tranquilidad. Dentro de la casa Loud en esos momentos, se encontraban Luna, Lily en brazos de su madre Rita y Lynn Sr por supuesto. Temían un poco por la seguridad de su hogar, y a pesar de ser conscientes de lo madura que puede ser Luna si se lo propone, también temían por la seguridad de la misma Luna.

— Ehhh... Lun-... Em... Hija, ¿Vienes con nosotros a la Iglesia?—Preguntó Lynn Sr de algún modo para que su hija no le respondiera mal, pero no sucedía nada con respecto a Luna al estar prestando atención en las cuerdas de su guitarra.

— Hija, tu padre te acaba de hacer una pregunta—Acotó Rita algo indignada al no ser respondida la pregunta de su marido, quien lo había hecho con una buena manera. Luna tan solo comenzó a tocar su guitarra en un tono leve hasta ir elevándolo más conforme la disgustada expresión de su madre— Jovencita, no nos ignores.

Luna seguía tocando su guitarra más fuerte aún, sean acordes bien tocados o desafinados, mientras su cara se torcía más enojada como sus dientes mordiendo notoriamente su labio inferior por mencionar un ejemplo. Rita estaba disimulando, en cierta medida, como apretaba sus dientes y fruncía su cara por tal acto de falta de respeto por su hija Luna. Rita le otorgó su hija Lily a Lynn Sr y se acercó a la mesa donde Luna, para apoyar sus manos fuertemente sobre la mesa a la par de como Luna se acercaba a su madre enojada, hasta que Rita le marcó un límite a Luna cuando la misma tocó una nota de lo más fuerte.

— ¡Suficiente, a tu habitación jovencita! No tengo más alternativa—Exclamó fuerte y autoritariamente Rita, señalando con su dedo la segunda planta de la casa Loud.

Rita, Lynn Sr y una asustada y confundida Lily estuvieron unos segundos más en la casa Loud que le hacía muy bien honor al apellido en esos momentos, y se dirigieron al auto para ir a la Iglesia. Rita se ubicó en el lugar de conductor de Vanzilla, y aún algo furiosa por las acciones de su hija Luna de manera incorrecta, agarró el manubrio y aceleró con la misma actitud, haciendo temeroso el camino para Lynn Sr principalmente. En un semáforo rojo, Rita suspiró un poco y fue liberando un poco de fuerza al manubrio y su mismo ser, por el bien de Lynn Sr y Lily, quien estaba con una mirada sobre muchas de las partes de Vanzilla en forma curiosa.

Llegaron a la Iglesia, y no hablaban Rita y Lynn Sr por la preocupación de lo ocurrido que tuvieron hace unos momentos. Entraron y vieron muchas personas ya sentadas en espera del padre que daría la misa en ese día, haciendo lo mismo. El Padre ya había entrado, se colocó detrás del altar y beso a la copa que tenía en su frente mismo, antes de levantar sus brazos apuntando a sus dos lados y exclamar fuertemente "Sean bienvenidos a la ceremonia de hoy hombres y mujeres, niños y niñas. Dios se los agradece".