I --- YOU || ENDEHAWKS

DÍA 15 ♥ I LIKE YOU.

ADVERTENCIAS: VIOLENCIA, LIME, LIGERO OoC
AU HAWKS > ENJI

Si le mira con detenimiento puede verlo aún: el viejo e insignificante Enji.

No el Enji confiado y audaz que aplasta cabezas y rompe piernas con una sonrisa en el rostro, no; este es pequeño, tan pequeño y frágil como un grano de arroz.

Le mira desde el suelo, inundado en inmundicia y desesperación, con sus bonitos ojos azules implorando que alguien lo rescate. Que alguien apague las llamas del infierno que le calcinan los huesos y le congelan el corazón.

Son los mismos ojos miserables de alguien que lo tuvo todo y lo perdió sin siquiera poder pelear, los ojos de alguien a quien le destrozaron el alma y le arrancaron las ganas de vivir por culpa propia.

Ese era el Enji que Hawks encontró, el mismo Enji mediocre y asustado que Hawks se encargaría de reformar a placer.

- Acércate- Ordena Hawks desabrochando su cinturón.

Enji obedece y se acerca gateando, no porque quiera hacerlo sino porque en su mente no existe siquiera la opción de desobedecer. La voluntad del de ojos azules se desvanece en el aire cada que el mayor pronuncia una palabra y Hawks se regocija de verlo así.

- Siéntate - Murmura el de mirada café en cuanto su obediente mascota llega hasta él.

El pelirrojo obedece al instante, sentándose sobre sus piernas como si de un gato se tratase y le mira expectante, ansioso de recibir como premio un poco de la atención de su dueño.

El silencio se instaura en el lugar por unos instantes y lo único que puede escucharse es la suave respiración de ambos y el pequeño tintineo de la hebilla del cinturón de Hawks balanceándose en el aire.

- Serán diez, cuenta en voz alta-

La hebilla del cinturón rompe el viento y el sonido vuelve en forma de azotes sobre la espalda de Enji. Por primera vez en toda la noche su garganta produce un sonido: está gritando tanto como sus pulmones se lo permiten. Todo para deleite del mayor.

Su piel continua siendo herida una y otra vez con aquella pesada hebilla. A Enji se le nubla la vista y en su mente solo hay un zumbido. El resto de sus energías se concentran en mantener la frente en alto para jadear y gemir números, justo como a su amo le gusta. Hawks está destrozándole la espalda y su miembro esta tan pegajoso que quizás termine viniéndose sobre su sangre en el suelo.

- Colócate en cuatro - Ordena el mayor, y luego de lo que parecía una eternidad por fin deja de golpearle.

El menor levanta sus temblorosas piernas y deja expuesta toda su parte trasera al acatar la orden. Las finas líneas de su sangre han creado difusos patrones que escurren por su piel y ahora son los dedos del rubio quienes empiezan a trazar líneas por toda su espalda, dibujando con su sangre ningún camino en particular.

- ¿Lo estoy haciendo difícil para ti, Enji? - Inquiere Hawks con fingida preocupación. Sus dedos continúan dibujando formas sobre la espalda contraria. - Quizás solo eres un imbécil, ¿Lo eres? -

Enji no responde, Hawks no quiere una respuesta, las cosas siempre han sido así. El menor sabe que el de alas rojas sólo juega y él desesperadamente necesita algo a lo que aferrarse.

- ¿Estás listo para volverte mío? - Los delgados dedos del mayor se entierran en las heridas frescas y sin ningún cuidado comienza a hurgar entre su carne hasta hacerlas más profundas.

Enji gruñe en dolor pero ni siquiera de esa manera se atrevería a mirar a Hawks si este no lo ha ordenado.

- No escucho tu respuesta -

- Sí señor... -

Hawks sonríe complacido y mientras continúa moviendo sus dedos dentro del menor. Enji comienza a contraerse en escalofríos y espasmos que no puede controlar. Es lo que ha estado esperando toda la noche y sabe que va a ponerse mejor.

La mano de Hawks se aleja de repente y en su lugar sostiene el atizador que brilla en un rojo vivo gracias a las llamas de la chimenea.

La parte brillante de aquella barra metálica ahora descansa a lo largo de la espalda del menor, cercenándole y quemándole la piel con su calor.

Enji grita y su entrepierna comienza a borbotear en semen por el climax alcanzado.

Hawks sonríe complacido. Quizás, Enji le gusta mas de lo que podría admitir.