cap 1: Paranoia

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Inicio de ciclo, todos felices estamos a la espera de los nuevos manuscritos por parte de los autores que llegarían esta mañana

Todos desayunamos tranquilos, un poco de café y un pequeño complemento en lo que escribimos lo último de los reportes de ventas que ha tenido el departamento

El silencio es oportuno y tranquilo, cuando de repente una alarma ensordecedora comienza a sonar de la nada conmocionando a todos, en ese momento llega un sujeto con un silbato

–¡DESALOJE RÁPIDO!, ¡RÁPIDO! ¡RÁPIDO! POR LAS ESCALERAS

–¿Qué? ¿Qué está pasando? –Takano-san es el primero en hablar todos muy extrañados empiezan a desalojar el edificio –no se sintió algún movimiento de temblor -fue lo primero que pensé

–yo tampoco sentí nada –respondió mi compañero Kisa-san

–¡¿Qué no oyen?! ¡Desalojen y vayan lo más fuera posible de Tokio! – gritó el señor muy nervioso, tenía sudor en la frente y su respiración era agitada, parecía estar muy nervioso

Fue todo un caos para bajar, empujaban gritaban, hablaban desesperados otros gruñían y la confusión reinaba el lugar

Por suerte mis compañeros y yo no nos separamos hasta bajar y salir de la editorial

–¿Qué estará ocurriendo? –preguntó Takano igual conmocionado tratando de encontrar alguna autoridad entre tanta muchedumbre desesperada y confundida

–Sea lo que sea es muy alarmante –respondí casi gritando por el ruido tan fuerte que es escuchaba por todos lados

–¡VÁYANSE LO MÁS RÁPIDO POSIBLE! –gritó otro señor dejándonos a todos en shock cerrando las puertas de la editorial que conectan con el estacionamiento que fue donde a todos nos dejaron sin algún tipo de explicación

Una alarma sonó aún más fuerte que la anterior se hizo escuchar en toda la ciudad, era una alama que provocaba miedo, tensión y nerviosismo, una sensación pesadez que te hace pensar que las cosas no estaban bien en ningún sentido, hacia tener un escalofrió en todo el cuerpo haciéndonos voltear al cielo pero solo aviones se lograron divisar por unos segundos ya que iban a toda velocidad y su estruendo era menor que la alarma

–trataré de comunicarme con Yoshikawa-sensei!–exclamó con preocupación en su tono Hatori-san tomando con preocupación su celular

Esperó algunos segundos pero no sonaba nada que no fuera la alarma ensordecedora

–¡demonios no hay señal! –gritó Hatori después de unos segundos tratando nuevamente. Kisa-san intento igualmente pero tampoco obtuvo respuesta

-kyaaaaaaaaaa! –sonó el grito agudo de una mujer todos volteamos en su dirección y quedamos aterrados al ver que otra personas le estaba arrancando parte del hombro de manera grotesca y perturadora todo quedó en shock, en ese momento aquella persona toda ensangrentada con carne en la boca volteó al resto de la gente viéndonos con vista amarillenta, enferma y atemorizante corriendo en nuestra dirección con tres personas parecidas detrás de él y más gritos se escucharon haciéndonos correr a toda prisa

–¡Onodera no te separes de mí! –gritó Takano tomándome del brazo los demás seguían corriendo enfrente de nosotros solo volteando de vez en cuando tratando de seguir juntos, en una distracción entre mirar a Kisa-san sentí como Takano-san me empujo para que los alcanzara miré segundos tras

Un chico castaño con ojos verdes lloroso había tropezado a unos cuantos metros de nosotros se veía muy joven y asustado Takano-san como pudo lo tomó de la capucha de su sudadera (chaqueta) y lo levantó antes de que una de esas esos espantosos caníbales lo agarrara dejándolo un par de metros atrás

–¿estás loco niño? –gritón Takano-san al joven castaño quien le seguía atrás corriendo nuevamente con unos raspones

–lo siento, lo siento, gracias –lloraba muy asustado y seguía corriendo

Las personas de enfrente dieron vuelta a la izquierda por la gran avenida unos fueron atropellados por los autos que pasaban haciéndonos detener a tan solo centímetros de ellos y los coches, detrás de aquellos autos venían más personas caníbales comiendo gente a su paso

–¡síganme! –grito Takano-san a un par de metros y nos desviamos de aquel pánico llegando a una calle cerrada y algo escondida

–¡¿esta todos bien?! –preguntó Takano-san con dificultad y respiración agitada tocando mi hombro como si me preguntara en particular y yo asentí y los demás igual

–¿Qué fue todo eso? –preguntó Hatori-san

–Sea lo que sea da miedo –añadió kisa-san

–debemos encontrar un lugar en donde podamos ocultarnos, este callejón no será de mucho –agrego el azabache a mi lado

En ese momento se escuchó como los botes de basura caían estrepitosamente haciendo gran estruendo todos nos paralizamos del miedo...

Esto sería nuestro fin pensé...

–¡qué alivio son ustedes! –agrego otro castaño pero con ojos rojizo

–¡yuu! ¡Eres tú! –gritó Hatori-san por lo que inducimos que lo conocía–sabes algo de Chiaki? –preguntó exaltado tomándolo brusco por los hombros

–Quise comunicarme con él pero la señal es un asco –respondió con agitación

–¡maldición! ¿Qué esta pasando? –gritó enojado esta vez pasándose una mano por el cabello

–¡tranquilo Hatori-san lo que tenemos ahora es tratar de llegar al lugar más seguro y cercano –exclamó el azabache

–Usagi-san –gritó el castaño todos volteamos a verlo estaba con su teléfono había podido establecer comunicación con ¿Usagi-san?

Todos guardamos silencio

–Usagi-san estoy bien encontré a editores de Emerald –exclamó con desesperación –¿estás bien? –parecía que se le saldría el corazón del pecho, estaba rojo y sudando

–misa...ki... ¿Dónde....estas? –la señal parecía irse, ya que el castaño gritaba una y otra vez por el teléfono

–¡usagi-san estoy... –gritó segundos después la llamada se había cortado –¡mierda! –obsevando la pantalla de su teléfono con frustración

Trató de comunicarse nuevamente pero no obtuvo respuesta, estaba desesperado y me puse a su lado para tranquilizarlo un poco

–¿la casa de quien está más cerca?...–preguntó Takano-san

–¡la mía! –exclamo Hatori-san

–¿a cuánto está? –preguntó el azabache

–a unos 20 minutos o a media hora de aquí caminando

–Haciendo cuentas será aproximadamente una hora para llegar si todo sigue así – agregó Takano-san pensativo –bien apresurémonos, y tu –se dirigió al joven castaño –trataremos de comunicarnos con Usami-sensei más tarde pero no estamos asegurando nada, dándole la espalda y adelantándose junto a los otros quienes se dirigían con precaución a la avenida principal  

-esto será algo complicado -pronunció Yuu quien veía el coas que se había formado, los autos, la gente corriendo cosas incendiándose y sobre todo aquellos seres que arrazaban todo a su paso sin saber de donde provenian 


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continuara...

Junjou no Sekai ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora