#11

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El pelirrojo había ido rumbo al supermercado como se le había dicho con una lista de compras en la mano ( si no es organizado se le olvidan las weas ), Ahora con Ryusei en casa necesitaría comprar algunas cosas y de paso aprovecharía de comprar para la semana.

Una vez que el muchacho había ingresado al supermercado, Sacó un carrito y se dispuso a buscar las cosas de la lista, No había tanta gente siendo un horario bastante raro para comprar ( sólo a él se le ocurría comprar en hora de almuerzo ), Aunque de vez en cuando escuchaba algunas pisadas.

El joven ya había metido varias cosas en el carro de compras incluido unos pañales que serían indispensables de ahora en adelante, Aunque el pasillo se volvía cada vez más oscuro, Al principio el muchacho pensó que algunas ampolletas tan sólo se quemaron en el lugar y por eso la poca iluminación, Pero en su trayecto el chico frenó en seco al presenciar una figura estirada y delgada frente suyo, En su expresión parecía haber visto un fantasma o a satán en persona, Sus pupilas se contrajeron, Un hielo invadió su ser, No sabía si zafarse de aquella mujer o tratar de acabar con ella de una maldita vez.

— Veo que si me recuerdas —Mencionó la contraria, Sonriendo de lado cínicamente—.

— Tú no puedes estar aquí! —Se apresuró Akira a hablar, Señalando a la mayor con su dedo índice culposamente, Frunciendo el ceño— Eres alguien muy buscada, Eres una potencial amenaza para muchos, Serás arrest-

— Arrestada? —Interrumpió la rubia, Terminando con la frase del pelirrojo, Ahora acercándose a paso lento pero amenazante, Terminando por apoyar sus manos en el carro de compras— Puedo aparecer y desaparecer cuando me de la regada gana, Así nunca me atraparán señor con complejo de detective, Además que ahora mismo estamos en una burbuja psicológica, Nadie nos escucha ni nos ve —Dijo ella ampliando una fina sonrisa mientras achinaba un poco sus ojos—.

— Sea lo que sea que quieras, Te aseguro que no lo obtendrás, No te dejaré!

— Claro que lo conseguiré —Ella bajó su mirada hacia los pañales que se encontraban en el carro— Obtendré recompensa doble y todo gracias a ti~ —Luego de eso la rubia desapareció y apareció justo al lado del pelirrojo, Haciendo que este soltara el carro de compras y retrocediera hasta dar con una estantería del pasillo— Kano no es competencia contra mí, La última vez te hice agonizar del dolor y no dudo que pueda repetirlo si estorbas otra vez.

El pelirrojo se sentía impotente ante las palabras de esa mujer, Una parte de él quería ser optimista y no creerle, Pero la realidad era que él sólo es un humano que apenas podía defenderse con lo que su físico le permitía.

— Por qué quieres más poder del que ya tienes? No te basta con lo que tienes?! —Exclamó casi en protesta, Cerrando sus puños, Le hacía sentir coraje ver que alguien tan avaricioso podía existir—.

— No te lo había dicho hace unos meses? —Dijo ella, Ahora logrando tomar al pelirrojo del cuello de su camisa— No quiero ser poderosa, Quiero ser el ser más poderoso de esta galaxia! Quiero respeto, Aunque.. —La mujer torció una sonrisa burlona— Dudo que recuerdes la mitad de lo que te dije mientras te torturaba, Pobre Kano, Creo que de los dos el que no sabe lo que tiene eres tú, Y eso te hace alguien aún más vulnerable y débil!

Los ojos del pelirrojo temblaban un poco por el temor que comenzaba a invadirlo, Por mucho que lo haya ocultado de los demás, Esos recuerdos si le habían dejado marcas, Más que marcas físicas, Marcas psicológicas, Se dió cuenta al recordar fragmentos de los hechos de hace casi un año que quería evitar comentar. Quería que esa podrida mujer se callara de una maldita vez, Aunque mantenía su postura firme a pesar de todo, Incluso si ella había logrado atemorizarlo, Odiaba mostrarse débil en frente de sus enemigos.

— Odio tener que irme tan pronto, Pero debo cambiar de escondite, Pero no te preocupes, Ya volveré por tu alienigena y por tu mini alienigena! —Dicho esto, De su bolsillo la mujer sacó una espada que superaba el tamaño de ese bolsillo— Pero antes te dejaré un regalo~

La contraria sostuvo firme la espada, Mientras forzaba el agarre en la camisa del muchacho.

Los ojos carmesí del joven miraron por última vez la espada aproximarse a él para impactar, Pero justo antes de ello el parpadeó y ya se encontraba en el pasillo del supermercado, Bien iluminado y sin la presencia de esa horrenda mujer, El joven se apresuró a bajar su mirada para examinarse a si mismo, Pero para su sorpresa no había nada fuera de lugar.

No supo que sucedió exactamente, Pero por lo pronto el continuó con sus compras, Empujando el carro por los pasillos para poder ir a pagarlo todo e irse a casa, Aunque estaba muy preocupado después de eso.

No podía huir de ese problema por siempre, Debía terminar con eso.






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//Bueno, Con este pequeño escenario o relato, Como sea, El escenario #8 ya valió madres, Así que lo que sea que haya pasado allí ahora es inválido x,d Ahora sólo hay que seguir con este hilo.

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