[stenny] Tu novio es tan pobre que...

...que cuando conoció a tus padres, estos le dieron limosnas en vez de la mano.

Día 02: Costumes

Palabras: 1.567

Advertencias: leve alusión a kyman, shelman y style.

Sinopsis: Toolshed y Mysterion trabajan juntos en una misión secreta.

Título Alternativo: El orden natural de las cosas.

Las noches en South Park exactamente no eran las más tranquilas, al menos no en esos días. Por alguna razón, los adultos estaban más dispuestos a salir de parranda y a causar disturbios una vez enviaban a sus hijos a la cama. Sin duda, algo extraño sucedía y Freedom Pals estaba tratando de llegar al fondo de la verdad.

Pero las cosas no eran fáciles, pues los pendejos de Coon and Friends estaban tramando algo. Lo sabían bien, pues –por algo– Cartman había decidido anexar al niño nuevo a sus filas.

—¿Eso técnicamente no sería trampa? —cuestionó Toolshed mientras observaba que nadie viniera tras ellos. En esos momentos, estaban en una misión junto a Mysterion. ¿La misión? Intentar averiguar a dónde se diría Eric junto con el niño nuevo en mitad de la noche—. Quiero decir, ese idiota no estaba jugando con nosotros a los superhéroes al principio.

—Sí, pero Coon puede fácilmente alegar que ahora que no estamos jugando juntos, las reglas cambiaron. —respondió el rubio más pendiente de no perder a los otros de vista.

Desde hacía rato, se preguntaba si realmente ese gordo no estaba notando que lo estaban siguiendo. La afirmativa a esa sospecha le quedó más que clara cuando, luego de perseguirlo por vario rato, se encontraron en un callejón sin salida. Cartman y el niño nuevo prácticamente se habían evaporado, dejándolos a ellos dos en un sitio que ni siquiera recordaban haber visitado jamás. Por ser un sitio abandonado, Kenny podía suponer que era cerca de su casa, pero sinceramente... jamás había visto antes tanta concentración de vagos en un único sitio.

—Ah... carajo con ese culón... ¿¿qué mierda?? —seseó Stan al notar que ya estaban totalmente rodeados de vagos, por ende, de pobreza: la kriptonita de su compañero—. Mysterion, quédate detrás de mí.

—¡No, Toolshed! Son demasiados, tratemos de evadirlos para luego escapar. ¡Ahí! —exclamó apuntando una escalera de emergencia a unos 3 metros de allí. Si lograban alcanzar esa área, sólo deberían saltar del basurero cercano a la estructura y podrían huir por los techos—. Nos acercaremos lo más que podamos y, ahí, utilizaré un arma secreta que he venido desarrollando con mucho esfuerzo como última distracción.

El pelinegro asintió antes de dar el primer ataque. Cuando se trataba de turbas, sus ataques eran convenientes ya que podía atacar a más de un enemigo a la vez. Pero también, con el correr de esos días –al estar pasando más tiempo de juegos juntos–, Mysterion y él ya habían aprendido a coordinar bastante bien. Así fue que pudieron hacerse un paso entre los vagos, pues algunos disuadieron rápidamente y los que no, pronto lo hicieron en cuanto usaron el arma secreta: el cambio que tenía Kenny en sus bolsillos.

Y así, fue como –con algunos leves rasguños– lograron escapar de la horda de vagabundos y escalaron sanos y salvos hacia el techo.