FINALIZADA (HAY UN SEGUNDO LIBRO)
Pequeñas historias de uno o dos capítulos sobre los personajes de Teen Wolf.
→ Scott M.
→ Stiles S.
→ Jackson W.
→ Isaac L.
→ Derek H./Young Derek
→ Liam D.
→ Theo R.
→ Brett T.
→ Aiden S.
→ Peter H./Young Peter
→ N...
Ahora nadie me habla, estoy solo y no sé si me gusta o si lo odio. Scott ha dicho que necesitaba tiempo para si mismo, para si mismo y para Allison. Y bueno, el resto de mis conocidos son los de la manada Hale, que nunca han dado señales de querer ser amigos míos o hablar conmigo cuando no hay problemas.
Otra cosa negativa de mi verano, es que mi jeep está en el mecánico por atravesar una pared con él, y por eso ahora debo caminar hasta el trabajo de mi padre para poder llevarle comida sana para que coma. Caminando mientras miro mi móvil no es bueno, sobre todo porque choco con una chica.
-¡Hey! -Exclamo, pero me quedo en silencio cuando los ojos de la chica brillan azul eléctrico. -¡Eres una mujer lobo! -La chica empalidece y parece asustada, pero rápidamente la tranquilizo. -Hey, mi mejor amigo es un hombre lobo, aunque ahora esté pasando de mí, y conozco incluso al alpha gruñón de Beacon Hills y al club de las bufandas, osea sus betas. Los llamo así porque uno de ellos siempre usa bufandas, incluso cuando estamos a treinta grados, cosa que no me sorprende viviendo en California pero... Me estoy yendo por las ramas, lo siento. Soy Stiles Stilinski, y tu eres...
-Gabriela. Hablas mucho. -Dice Gabriela sonriendo, pero fijándome más, parece muy delgada y lleva ropa un poco sucia y gastada. Rápidamente coloco mi brazo por sus hombros y la hago caminar a mi lado. -¿A dónde vamos?
-Vamos a llevarle la comida a mi padre, y luego vendrás conmigo. Es evidente que estás sola, por lo que eres una omega. Si quieres una manada, podemos hablar con Sourwolf.
Gabriela parece sorprendida, pero luego sonríe, al darse cuenta de que está sonriendo, borra su sonrisa y se encoge sobre sí misma, como si tuviera miedo de hacerlo. La loba se pone nerviosa, pero la aprieto un poco contra mí y ella se relaja, incluso cuando llegamos a la comisaria y conoce a mi padre.
Volviendo a casa, Gabriela me cuenta que huye de los cazadores que acabaron con su manada, haciendo que esté sola. Por eso, tomo como mi meta personal que vuelva a sonreír y sea feliz.
-Tu no te preocupes, yo cuido de ti. -Digo sinceramente, haciendo que ella sonría de nuevo, esta vez sin volver a esconderla.
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