Capítulo 2

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John

En cuanto entré a la cabaña y vi que ella no estaba supe que mi plan pronto caería. Todo se complicaba al saber que un lobo pudo encontrar este lugar lo que significa que pronto vendrían más lobos. Era obvio que había sido uno de ellos, sólo nosotros o ellos podían encontrar este lugar.

- Maldición! ¿Dónde está esa perra?

Comencé a caminar por los estrechos caminos del bosque siguiendo lo que parecían ser huellas, algunas iba en círculo otras de ida y vuelta al mismo lugar. Estaba por irme hasta que una de la huellas parecía seguir por otro lugar. Seguí el camino hasta un riachuelo y de ahí volvían a subir y entonces de nuevo las seguí en cuanto subí la colina vi hacia donde se dirigían, Mi Casa.

[...]

En cuanto llegué pude oir que reían, y escuché la tercera voz supe que ahí estaba la maldita. Entré a la cochera para cambiarme, debía mantener mi fachada el mayor tiempo posible, luego de haber me cambiado entré sonriente como siempre.

― Hola, que tanto ríen sin mi. - cuando la vi sólo pude pensar en contener la rabia y pensar en cómo demonios se escapó. Dejé mi maletín en la entrada junto con el abrigo y entré a donde estaban sentados. Veo que tenemos una invitada, como te llamas pequeña?

― Sarah. Dijo tímida mientras Laura servía un poco de galletas.

― Que bien! Veo que conociste a mi esposa e hijo, te trataron bien?

― Sí, prácticamente me rescataron. Llevaba días encerrada en una cabaña siendo maltratada y gracias a que Henry me vio pude sentirme libre por primera vez en mucho tiempo.

― ya veo, bueno es emocionante que ya estés a salvo, si me permiten los dejo para que sigan conversando.
Hasta su olor a perro faldero la delataba, cómo es que Henry la encontró.

Cuando ya estuve arriba recibí una llamada y respondí al cabo de los segundos.

― Cómo es que son tan incompetentes, esa maldita se escapó sobre sus narices y ahora me llaman para decirme lo que ya sé. ― tuvo respuesta. No me importa sus excusas, ya sé donde está pero tienen que llamar a los demás cazadores pronto es luna llena y tengo que seguir con los experimentos. Pero consigue más...
― tocan a la puerta y se detiene. Sí?

― Cariño soy yo, estás bien?

Seguí hablando para terminar la llamada y luego abrí la puerta para dejarla pasar, ella entró sin problema y tomó aciento en la cama.

― Sí, es sólo que los enfermeros de mi equipo son muy ineptos y a veces me sacan de mis cabales. Suspire y me senté a su lado mirado sus ojos con pasión.

[...]

― Oye Sarah, por qué estabas en ese lugar, cómo es que alguien haría algo así?

― Yo la verdad me pregunto lo mismo, pero cómo es que tú me encontraste?

― Pues sólo vi el lugar, miré adentro y ahí te vi.

― ya veo. Será posible que el también sea como yo? ― Oye y en que trabajan tus padres?

Estábamos en su recámara, el veía hacía afuera y yo admiraba sus ojos que a decir verdad no sé porqué. Después de unos minutos el contestó y vio que lo miraba, comenzó a reír y yo igual seguido de eso empezó a preguntarme más sobre mí y cada vez me sentía mal porque no quería mentirle.

― Henry. Lo interrumpía. Tengo que decirte la verdad o al menos confiar en ti, no sé por qué pero siento que estoy segura junto a ti.

― anda Sarah, dime no seas cursi. Sonreí un poco y luego ella se puso de pie.

― Tengo que mostrarte quien soy de verdad. Después de eso su cuerpo comenzó a cambiar, parecía que la estaban torturando y ella sólo se retorcia de dolor a la vez que tomaba una forma rara.

― Oye Sarah, qué rayos sucede, qué le sucede a tu cuerpo. Me acerqué para ayudarla pero ella sólo me apartó y seguía en el suelo, hasta que vi una sarah totalmente distinta. Al verla entendí lo que quiso decir, su cuerpo ahora estaba rodeado de un abundante pelaje color marrón, sus ojos eran color brillante , sus colmillos eran mucho más grandes entonces yo sin saber que hacer solo me quedé sorprendido ni siquiera pensaba en el miedo por alguna razón una parte de mi reconocía haber visto esto antes.

[...]

Laura

― cariño, lo que te quería decir es que el padre de Henry me contactó y quiere conocerlo. John al parecer algo lo tenía afligido quizá no es sólo lo del hospital. ― cariño, el padre de. Volví a insistir pero al parecer si estaba de malas.

― guarda silencio mujer, reunete con él, llevale a Henry y listo. ¿Acaso tengo que pensar todo por ti?

― Yo, solo preguntaba. Para cuando iba a terminar de contestar ya el estaba cerrando la puerta de golpe. Qué rayos le sucede!

[...]

― Estás bien Sarah. Me acerqué para cubrirla, después de su transformación la ropa quedó rota. Al estar cerca de ella podía sentir un olor envolvente. ― Sarah, que es ese olor?

― ¿olor, Lo sabía tú eres como yo. Seguramente aún no has tenido tú primera transformación verdad?

― espera, cómo tú. No lo creo, No es posible.

― tranquilo, quizá me confundí. Por mi parte aún no siento tú olor, pero como mencionaste un olor pues yo pensé que eras como yo, y ese día en la cabaña creo que por alguna razón sabias que estaba allí.

― pero y qué tiene que ver un olor en ser un lobo. No podía creer qué yo fuera uno de ellos. Bueno ese día yo sólo te encontré.

― yo era parte de una manada pero unos cazadores nos atacaron y yo no terminé mi entrenamiento pero lo que aprendí son las etapas de apareamiento. Al mencionar eso vi como las mejillas de sarah se tornaban rojas.

― apareamiento, osea que ese olor significa. Entonces crees que soy un lobo?

― Sí, lo veo en tus ojos. Ella comenzó a acercarse abarcando más espacio del que había entré nosotros hasta quedar justo frente a mi, con un beso inicio todo, ella al acercarse dejó caer la manta que la cubría y se pegó a mi en un beso apasionado.

Tomé su cuerpo y lo recosté suavemente sobre mí cama, sentía cada vez más fuerte ese olor que me volvía loco, seguí besandola y acariciando su piel sin control.

― qué me está sucediendo, no puedo hacerlo. Lo siento! ― tomé la manta del suelo y cubri su cuerpo, me recoste a su lado.

― te entiendo, tranquilo. En una semana es luna llena y si es verdad entonces tendrás tú primera transformación.

[...]

Laura

Hace unos días que volví a contactarme con el padre de Henry, Rodrigo. Hoy estábamos en un restaurante esperando a Rodrigo, por primera vez después 15 años volvería a ver su rostro de nuevo.

― Henry, Paula. Cómo están. ― Aquel hombre se sentó en la mesa, veía a su hijo por primera vez y a decir verdad eran completamente idénticos.

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⏰ Última actualización: Nov 26, 2018 ⏰

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