— Tienes que estar de broma.
— Haneul, es un hombre importante, no le he podido decir que no. Ahora mismo eres la única que está libre y a la que le puedo confiar esto.
— Era mi semana libre, joder...
Sí, era mi maldita semana libre. Llevo matándome todo el año, aguantando a gente exasperante que parecía que solo me contrataba para hacerle compañía... y cuando van a llegar mis ansiadas vacaciones, ¿tiene que venir otro tonto a quitármelas? ¿Acaso no hay más traductores alemán-coreano y viceversa en todo Berlín? Me cuesta creerlo.
— Mira, te he preparado ya todo el papeleo, solo tienes que esperarlo en la estación y...
— Bang Sihyuk, ¡por Dios! ¿No puede encargarse Soobin? Seguro que no tiene nada que hacer. Le he enseñado bien, sé que puede hacerlo.
— Te lo estoy pidiendo a ti porque es un encargo importante. Incluso puede darnos cierto prestigio. Sé con certeza que tú lo harás bien y... te subiré el sueldo.
— ¡Gracias Hitman Bang, es un placer hacer negocios con usted!
Un poco de dinero extra nunca me venía mal, el alquiler no se paga solo.
Me levanto de un salto de la silla acolchada del despacho de mi jefe, cojo el taco de papeles y documentos perfectamente ordenados que había dejado delante de mí y me dirijo hacia la puerta, no sin antes dedicarle una marcada reverencia.— ¡A las 6 de la tarde en la estación de tren que llega del aeropuerto! ¡No te retrases Han-!
La puerta cerrándose detrás de mí acalló sus explicaciones, pero logré captar todo lo necesario.
Soobin me observaba apoyado contra la pared, con su carpeta azul pegada al pecho. Era nuevo en la agencia –y desgraciadamente mi subordinado– pero lo suficientemente inteligente y aplicado como para hacer cualquier trabajo que me asignaran a mi.— Siento lo de tus vacaciones.
— Si, si... lo que tú digas. ¿Qué hora es? —continuo andando, notando como sigue mis pasos apresuradamente, incapaz de mantener mi ritmo.
— Las cinco y media, noona.
— Joder... —se sitúa a mi lado, prácticamente corriendo. Noto como clava su mirada en mi, sabe que tenemos el tiempo justo para llegar a la estación y puedo ver como sus ojos brillan de preocupación y nerviosismo. Siempre habíamos tenido un par de días, o incluso una semana, para leer los documentos del cliente, sus planes y preferencias. Hoy, íbamos completamente desnudos— Vete leyendo esto, yo cojo el coche.
Le estrello los papeles contra la carpeta al tiempo que empujo las puertas de cristal de la salida de la agencia. El sol de finales de primavera se reflejaba en la chapa de los coches. No corría ni una pizca de aire y el sofoco me obligaba a abanicarme con la mano.
Entramos en el coche y en cuanto Soobin cerró la puerta del copiloto, el tubo de escape ya estaba echando humo a través de las calles de Berlín.— Soobin, informa.
— El señor Kim es un famoso cocinero de Seúl que se ha hecho mundialmente conocido en los dos últimos años. Al parecer, va a abrir un restaurante por el centro y necesita supervisarlo para que esté todo listo en su inauguración, además de que quiere hacer turismo, como era predecible.
— ¿Algo más?
— Se ganó la vida con trabajos a media jornada hasta que un chef reconoció su talento y lo impulsó al mundo de la cocina. No le costó conseguir fans rápidamente, es jodidamente atractivo... hasta él mismo se hace llamar Worldwide Handsome.
— No me digas que tiene el ego subido por las nubes... —había conocido a muchos hombres así, y eran los peores de todos. Te miraban por encima del hombro, despreciaban y no se fiaban de tu trabajo y eran... simplemente... insufribles. Solo espero que mi aumento de sueldo merezca la pena...
ESTÁS LEYENDO
Wind [Kim Seokjin]
Fanfic|| Me gusta el viento. No sé por qué, pero cuando camino contra el viento parece que me borra cosas. Quiero decir: cosas que quiero borrar. || ~Mario Benedetti ...