Una historia de amor (Raura)

Capítulo 2.

El primer episodio.

Estábamos grabando el primer capítulo y era impresionante, yo tenía que hacer de tímida y Ross de cantante divertido, lo cual, comparado conmigo, yo era la aburrida, había pasado casi cuatro horas de ensayo y ya habíamos terminado, ¡por fin! Nunca pensé que grabar un episodio era tan duro, pero ya habíamos terminado y nos íbamos a tomar un café, llegamos a la cafetería.

-Aquí estamos.-Dijo Raini agotada.-En serio necesitaba un descafeinado.-Dijo con tanta gracia que acabamos riéndonos como nada.-¿Qué? Vengo aquí siempre porque dan regalos.

-En serio raini, eres igual que en la serie.

-Es verdad.-Gritó Ross mientras le daba un pequeño codazo ya que todo el mundo de Starbucks se nos quedó mirando, Ross me miró y me sacó aquella sonrisa y recordé inmediatamente el beso haciendo que me sonrojara.

-Laura, ¿te pasa algo? Estás roja.-Dijo Calum.

-¿Queeeeee?-Dije con un hilillo de voz que hizo que todos acabaran riéndose, todos menos...Ross, el cual se le cayó el móvil al suelo, cayendo exactamente en el medio de la mesa, me agaché y vi a Ross intentando cogerlo, pero sabía que no llegaría.

-¿Te ayudo?-Dije lanzada, literalmente, las palabras me salían solas.

-Si, por favor.-Dijo con voz inocente, intenté estirar mi brazo pero no llegaba, estaba lejos para mí, me acerqué al igual que Ross, solo quedaban tres escasos milímetros para que nuestras frentes chocaran, le cogí el móvil y le miré a la cara, me estaba poniendo sonrojada.

-Ten.-Dije entregándole el móvil y levantándome del suelo y me senté otra vez en la mesa.

-Habéis tardado un poco hay abajo, ¿qué habéis hecho?-Dijeron Calum y Raini al unísono.

-Estábamos intentando coger el teléfono de ross.-Dije mirando hacia el café.

-Ya ya.-Dijeron Raini y Calum al unísono.

-Bueno, si ustedes no nos creen, haya vosotros.

-Sí, sí, os creemos.-Dijo Calum con voz tonta.

-Oye, ¿nos vamos? Mañana tenemos instituto y yo necesito dormir.-Dije entre un bostezo largo para que se lo creyeran, si os digo la verdad, es que me ponía nerviosa con la presencia de Ross, me levanté para irme y ya estaba en la puerta cuando noté una mano sobre mi brazo.

-Espera, si te vas, por lo menos te acompaño.-Dijo Ross con voz inocente.

Fue todo el camino agarrándome de la mano como si fuéramos novios, antes de llegar a la plaza que estaba antes de mi casa, Ross me paró y me miró a la cara con aquellos ojos marrones que me volvía loca.

-Dime la verdad, te has ido porque te ponía nerviosa ¿verdad?-Dijo Ross acercándose más a mí.

-¿Queeeeee?-Dije con la voz aguda.-Que va Ross, solo es que...tengo mucho sueño.-Dije entre otro bostezo falso que me había salido bien.

Llegué a mi casa después de la carrera que había pegado, Ross no había llegado a alcanzarme, llegué a mi cuarto y me tumbé, quedándome frita al instante.