Capítulo 5

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Durante el fin de semana, veía a mi perrito jugar y me llenaba de alegría, y recordaba aquellas palabras que dijo Luz: "este perro representa nuestra amistad y simboliza la confianza que me tienes".

Hoy es lunes, mis padres tenían que salir, y yo me quedé solo en casa, y me di cuenta que ya era muy tarde; terminé de ponerme la ropa para ir a la escuela y salí corriendo. Al llegar a la escuela, mi corazón se aceleró porque corrí demasiado. Llegué al salón, y justo a tiempo empezó la clase. No había dicho que El Demonio se encontraba en la misma clase que yo, pero en ese momento no estaba, se me hizo raro, pero me alegré de no verlo. Todo el día, en la escuela, fue una calma muy bonita sin él.

Al terminar el día, fui a casa, pero sabía que mis padres no regresarían hasta la noche. Al entrar a mi casa, noté que la puerta estaba abierta, me sorprendí y busqué por toda la casa si se habían robado algo, pero me di cuenta de que mi perro no estaba, y me asusté mucho. No volvió a aparecer, y pensé en El Demonio, no fue a la escuela y tal vez él se lo robó; pero aún así, luz me prometió que estaría conmigo siempre y que representaría nuestra amistad. En ese momento apareció luz, y me dijo:

-¿Qué te pasa, ángel, que estás muy desesperado?

-¡Me prometiste que mi perro estaría conmigo! –le dije muy furioso.

-Sí, va a estar contigo siempre, amigo.

-¡No me llames amigo! Ya no te quiero, y vete de aquí.

-¿Por qué me dices eso? –me dijo.

-Y me dijiste que el color blanco taparía el color negro en el mundo, y veo que no es así –le dije muy enojado.

-Es verdad, ángel –me dijo.

-Ya no te quiero ni ver, adiós –le dije y me fui a mi casa.

Me fui a mi habitación y empecé a llorar mucho, sentía que todo lo bueno que tenía, desapareció.

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