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El cielo purpureo amenazaba con dejarlos en la penumbra bajando su tenue luz hasta que solo el destellar de los astros quedaba,a lo lejos una cabaña sombría decoraba el precioso bosque oscuro, las pequeñas aves de la noche cantaban una melodía fúnebre para sus próximos invitados.

–– Hyung, ¿Hace falta mucho? –– el pequeño pelinegro se quejó al sentir espinas que raspaban su delicada piel.

–– Estamos a punto de llegar –– musitó Hoseok alumbrando el camino de los chicos a sus espaldas, con una lámpara que temblaba desde la base de su mano, sus manos fuertemente tomadas para no separarse, el frío gélido se les colaba entre sus delgadas ropas y el olor a peligro llenaba sus fosas nasales, el castaño pudo divisar la fachada de la cabaña y rápidamente detuvo su pasó para apreciar aquel camino lleno de rosales negros.

Un bosque, rosales negros... Ilógico ¿no?, Pues no en este mundo, aquí todo es posible, aquí donde el rojo de la sangre pinta las paredes llenas de vida, aquí donde la madera respira a su propio ritmo y siempre hay alguien que te observa mientras duermes.

Los chicos atravesaron aquel perfumado sendero,aroma a muerte.
Abrieron la puerta lentamente alumbrando el oscuro recinto, escucharon sollozos a lo lejos y allí se dieron cuenta de que habían llegado demasiado tarde, Yoongi estaba sentado en el piso llorando, su frente recargada en el pecho de Namjoon.
Namjoon, su único amigo y en quien más confiaba, había muerto.
Hoseok rápidamente se acercó, a pasos torpes y tomo el rostro del pelimenta entre sus manos –– Estamos aquí Yoongi, cálmate –– sin meditarlo tanto el mayor se arrojó a los brazos del castaño tumbandolo al piso, este quedando sentado lo abrazo con fuerza dejando que sus lágrimas corrieran de manera torrencial, mientras que un delgado pelirrosa alejaba la mirada de la triste escena, el mayor de todos sin poder creerlo salió corriendo de la cabaña atravesando la maleza hacia la nada, sus piernas siendo rozadas por las espinas haciendo leves cortadas.
Jungkook se acercó al pelimorado aún con esperanzas, descubrió su torso y pudo ver las torpes puntadas que Yoongi había intentado hacerle en la enorme herida, con sumo cuidado quito todas y cada una de ellas bajo la mirada espectante de Taehyung y Jimin, quienes se acercaron temerosamente.

–– Creo que ya no hay nada que hacer –– susurro tristemente el peligris con unas lagrimillas escapandosele por el rabillo del ojo.

–– No he terminado –– Dijo Jungkook con seguridad sacando todo lo de su botiquín –– no puede acabar así –– sus ojos picaron borrando la visión del cuerpo ya frío del moreno.
Jimin se acercó con algo de recelo dándole la vuelta y alejando sus manitas de el hilo que iba a usar para coserlo, el menor sin más sollozo fuerte dejando caer el carrete de hilo y abrazándose a Jimin como si su vida dependiera de ello –– llegamos tan tarde.... Tan jodidamente tarde –– musitó entre respiraciónes cortadas –– me odio tanto! Jimin, yo ....yo... podía ––

El pelirosa tapo la boca contraria con su manita –– basta Jungkookie –– con suavidad acaricio su espalda intentando calmarlo –– no es culpa de nadie, estas cosas pasan –– la interrogante en la cabeza de Jimin no le dejaba en paz, sonaba a ecos, preguntas sin respuestas, ¿Cómo carajos Namjoon tenía abierto el abdomen de esa manera tan atroz? ¿Acaso Yoongi le había echo aquello? Miro de reojo a su novio que aún tenía acunado al pelimenta como si fuera un bebé, este sollozando ya con los ojos inchados e inyectados por la sangre, parecía que los espasmos se estaban calmando poco a poco y sus ojos se cerraban con cierta paz, el horror estaba pasando, Taehyung buscó a SeokJin con la mirada, el mayor solía ser un poco impulsivo y el miedo de que se haya ido y algo le pasará creció al notar su ausencia.

–– Volveré en un momento, iré por SeokJin Hyung –– el pelirosa acintió y Taehyung salió disparado con lámpara en mano, el crujir de las hojas bajo sus pies le causaba escalofríos, busco por los alrededores sin alejarse mucho, no obtuvo resultado, decidido a adentrarse más, tomó una bocanada de aire y camino con seguridad dentro del espeso bosque.

A lo lejos el castaño se encontraba echo ovillo, las lágrimas empapaban sus frías mejillas,los recuerdos se abalanzaban en una oleada fuerte de sentimientos, aspiro por la nariz tragándose el dolor y alzó la mirada al notar una presencia muy cercana, de lejos unos brillantes ojos ámbar lo miraban espectantes, SeokJin se estremeció bajo aquella sensación y como si algo lo hubiera llamado se levantó con lentitud, quería ir hacia lo que fuera que estaba allí, su mirada era hipnotizante, no fue necesario moverse, el desconocido salió de las sombras, sus cabellos platinados resaltaban de su piel morena, el mayor tapo su boca con ambas manos, estaba atónito y no podía crecer lo que veia, Namjoon en presencia, el mismo que viste y calza frente a él, intacto.
El moreno sonrió de lado satisfecho por aquella reacción –– Hola, querido SeokJin –– se acerco a pasos firmes y tomó las manos del contrario que se presionaban con fuerza sobre su rostro –– ¿Porque lloras? ––  El mayor intento articular una palabra, en su lugar un vacío inexpresable.

––  T-uu-u E-esta-abas ––  tartamudeo, su labio inferior temblando ––

–– ¿Muerto? –– Soltó una carcajada seca que hizo temblar hasta los huesos de SeokJin –– aquí, mi pequeño principe, las cosas son diferentes, apuesto a que nadie les dijo nada aún, pero sabes ... –– soltó sus manos y Seokjin sintió que el frío recorría nuevamente su cuerpo –– el enemigo está entre ustedes, quien los traiciono –– el peligris comenzó a dar vueltas alrededor de él mientras hablaba,como si este fuera parte de su presa –– debieron dejarnos morir aquí  ––

–– ¿T-traicion? ¿De qué hablas Namjoon?  –– pese a que el aspecto del moreno era diferente no le causa más miedo, sus músculos estaban bien señidos en una camisa negra de seda, sus pantalones negros de vestir acunaban su cuerpo como una obra de arte, unos zapatos de charol relucientes en los que se podía ver incluso el reflejo de la luna,su cabello que antes era morado se habia tintado de un plata precioso, y esos ojos castaños en ámbar, embriagantes, sutiles al momento de mirar de arriba hacia abajo el cuerpo ancho de SeokJin, con hambre, con deseo, todo eso lo analizaba miéntras Namjoon sonreía de manera pícara, cómo si supiera de que se trataban sus pensamientos, Seokjin no pudo evitar sonrojarse.

–– Es lo que es, Seokjin –– con una penetrante mirada desabotono dos de los botoncillos de su camisa sin quitar la vista del mayor, y paso su lengua por sus labios –– tengo que confesarte algo, pero necesito que te acerques ––
Seokjin se acercó a paso cauteloso, algo no le empezaba a cuadrar.

— Habla ahora, no me acercaré más — El mayor se cruzó de brazos y Namjoon se acercó a él sin importarle
que el mayor ya se encontraba a la defensiva. El moreno lo tomo de los hombros y acercó sus labios a la oreja del contrario —— La gula es un pecado, al igual que la lujuria –– con sus labios esponjosos atrapó los contratos en un beso sutil, dejando espacio a que el castaño reacciona, el mayor se dejó envolver en el cálido beso, pasando su lengua a la boca del peligris quien gustoso acepto cerrar con sus labios un trato que SeokJin no estaba por enterado.

La sangre broto de la carne, el pacto está echó.
Bebe la sangre de tu oponente,se rey o verdugo.
Las rosas negras calmaran tu hambre, los pecados son lavados con sangre.

MinJi-17 ♡ con amor

The  Descendant Of Satan [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora