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Después de buscar incansablemente por toda la habitación ambos chicos ya se habían dado por vencidos, se tiraron al piso mirando a la nada, asqueados de buscar en cada rincón de su pequeño dormitorio.

–– ¿Donde la dejaste la última vez? –– dijo el menor un poco más calmado.

–– Juro que estaba en esa caja, siempre lo guardó allí –– suspiro.

–– YoonGi ¿ Qué hacemos? Necesitamos irnos ya, se hace tarde –– Se levantó y le tendió la mano al mayor, este la tomo y se reincorporo buscando su móvil.

–– Necesito hablar con Hoseok y asegurarme de que está bien ––

–– Pero.... ¿Y Jimin? ––

–– Hasta el me preocupa –– dijo el mayor marcando el número telefónico del castaño, el timbre comenzó a sonar pero una ráfaga fuerte de viento entró por la ventana, como si fuera un torbellino y comenzó a mover los pequeños objetos que ya hacían en los muebles, un aura fría y obscura se apoderó de la habitación cuando la bombilla que daba luz a la habitación explotó en pequeños fragmentos.

El papel tapiz había comenzado a desprenderse de las paredes dándole así a la habitación una apariencia descuidada, en el silencio solo se escuchaba el desgarrar de este y en el exterior el sonido de lo que fuese un tren en marcha, la luz de la farola del tren entraba entre las cortinas de la ventana y el par de chicos se observaban mutuamente, como si se estuvieran pidiendo permiso para correr.

–– ¿Yoonie? –– hablo el menor miéntras tomaba tímidamente del brazo del mayor para hacerlo reaccionar, más tardó Namjoon en empujar a Yoongi contra el suelo que el enorme tren atravesar las paredes de la segunda planta.

El moreno rodo por el piso jalando a Yoongi y este reaccionó al ver la pared  atravesada por el enorme tren metálico.

–– ¡Santa Mierda! –– gritó el mayor reincorporandose –– ¿Qué demonios está pasando? –– inspeccionó su cuerpo buscando heridas y después atrapó al menor en sus brazos, sus ojos muy abiertos buscando algo que le impidiera correr, levantó al pelimorado y suspiró calmado al verle bien.

Ambos chicos salieron del lugar que amenazaba con derrumbarse, las paredes se veían realmente tétricas, y los escombros sobraban por doquier, pasaron a tropezones entre los enormes bloques que habían quedado regados debido al impacto,era un tren carbonero, y el tizne negro había logrado manchar sus ropas.

–– ¿E-estamos....? –– preguntó el moreno aferrándose al mayor quién también se veía asustado.

–– Si... Creo que es el purgatorio –– dijo en un susurro casi inaudible,agarró el brazo del menor con fuerza –– Nos jodimos Nam, estábamos a tiempo, no había pasad.... –– la madera crujió como cuándo es quemada y Yoongi camino de la mano de Namjoon sacándolo lo más rápido posible de aquel  edificio que por fuera ya se veía en ruinas, las calles desiertas iluminadas sólo por las farolas de luz rojiza y pequeños quejidos a lo lejos hacían eco entre las calles, caminaron cautelosamente hasta encontrar una pista que los llevará a una salida.

––¿Cómo vamos a salir de aquí si ni siquiera sabemos como entramos? -– se quejó el más alto.

–– Sólo hay una manera de hacerlo y es con la llave –– arrugó su nariz ante aquel aroma tan penetrante,volvió los ojos hacia el instituto que ya hacía en llamas, pequeños y delgados seres bailaban alrededor del lugar, su piel rojiza, uñas largas y negras,les daban un aspecto sombrío, su cuerpo estaba totalmente desnudo y ellos eran los causantes del gran incendió.

Yoongi jaló sin previo aviso a Namjoon directo a unos arbustos,su corazón latía desbocado,tapó la boca del menor y le susurro al oído, el pelimorado acintió y se levantó con el, caminaron entre las calles con mucha cautela, la dirección estaba fijada, sólo tenían que llegar a salvo y todo estaría bien o eso era lo que pensaba el pelimenta.

The  Descendant Of Satan [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora