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La tarde había pasado rápido entre charlas triviales y risas, camino a la casa de la tía de Jimin las cosas se habían destensado un poco, ambos chicos iban corriendo por las calles como un par de niños — ¡Te alcance! — dijo Jimin abrazando a Hoseok por la cintura.

El castaño río y se volvio para besarlo en los labios mientras tomaba con ambas manos el rostro del menor  — pues las traes otra vez — dijo safandose de sus brazos y corriendo nuevamente para que el pelirosa no lo alcanzará.

— ¡Eso es trampa Hoseok! — puchereo y salió corriendo tras el, solo quedaban dos cuadras y llegarían a su casa,el mayor era bastante rápido y las cortas piernitas de Jimin daban dos pasos cuando Hoseok ya había dado una sancada,sus cabellos rosados revoloteaban en el aire, sintió el aire faltarle y se detuvo un momento a respirar recargando las palmas de sus manos en sus rodillas flexionadas,observo a su novio quién se habita detenido de golpe y eso le pareció curioso.

Tomando su segundo aire corrió hasta el y lo abrazo — ¡Las traes! — antes de salir corriendo planto un beso en la mejilla del mayor y huyó,noto que sus pasos solo se escuchaban y al girar hacia atrás vio a su novio de pie en el mismo lugar, frunció el ceño y regreso por el — ¿Que sucede cielo? — preguntó. Pero no obtuvo respuesta alguna — ¿Hyung? — su mirada ahora reflejaba preocupación.

El castaño estaba inmóvil viendo un panal de abejas que estaba en el árbol frente a él.

— ¿Hoseok? — Jimin lo volvió a llamar observando detalladamente como la mandíbula de su novio temblaba.

— ¿Lo ves Jimin? — preguntó sin quitar la vista del panal.

— Si.... — dijo confundido— te refieres al panal, ¿Cierto? —

— A la sangre ...Jimin, a la sangre — el pelirosa vio al panal nuevamente encontrando solo abejas entrar y salir de este.

— No hay sangre Hoseok —

— ¿No la ves? ¿Es enserio? — Miro de reojo a su novio que le obcervaba confundido.

— No.... — dijo en un susurro — Hoseok,creo....—

El castaño tomo la mano de su novio sin siquiera dejarlo terminar y corrió como si su vida dependiera de ello, Jimin tropezaba de vez en cuanto con sus pies pero el castaño solo reforzaba el agarre " dos cuadras" " estamos a solo dos jodidas cuadradas"  corrió sin importarle las quejas del menor y al llegar a la casa de la tía de Jimin este se tiró al piso exhausto, ambos tomaron largas bocanadas de aire controlando su respiración.

— ¿Que ocurre cielo? — Dijo Jimin aún entre jadeos.

— Nada....nada....olvídalo — movio su cabeza en negación aún recostado en el pasto verde.

— Entonces explicame ¿porque salimos corriendo así? — reprocho.

— Es una muy larga historia bebe ¿no prefieres que te la cuente luego? — intento cambiar el tema de conversación pero Jimin ya le estaba viendo mal, y hacer enojar al pelirosa era una acción peligrosa, eso si querías pasar más de una semana sufriendo su indiferencia — Está bien — se rindió — vamos adentro y te lo cuento todo ¿Vale? — sonrió inocente.

El menor se levantó sin decir nada y Hoseok se levantó tras el intentando no perder de vista el lado de la calle, definitivamente tenía un muy mal presentimiento y como mal augurio el viento soplo llevándose consigo las hojas de los árboles que ya hacian tumbadas sobre el asfalto.
Ya dentro de la casa el castaño recorrió las pequeñas fotografías que ardornaban las paredes.

— ¡Huy que mono! Un Jimin castaño — se burló apuntando una fotografía de la pared haciendo que el contrario lo jalara hasta el sofá — Tienes  razón... mejor, es mejor el sofá —

The  Descendant Of Satan [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora