Capitulo 3

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Era una mañana algo helada, la ciudad de Phoenix es casi un desierto pero la temperatura de el invierno en la ciudad llega a ser tan extremo como le calor en los veranos.
En estas épocas de fiestas como Navidad los hoteles llegan a ser muy recorridos que llegan a  apartar habitaciones desde meses antes, este año no era la excepción.
Había una gran multitud en la sala del hotel, parecía como una estación de metro en la hora punta.

Desde un pequeño balcón en el segundo piso se podía observar como la gente casi se empujan entre todos para poder tener una habitación, se acercaban las fiestas. Los teléfonos sonaban repetidamente por la gente que necesitaba apartar de último momento, casi todos fueron rechazados.
Ese mar de gente no parecía acabar nunca, la sala principal daba la idea que se había abierto un mercado donde todos hablan en voz alta y dejaba afónico a todos, y todos los gritos no se entendían, solo se escuchaba ruido, nada mas.

La tensión era sofocante, el estrés en ese momento escalaban a mi cabeza causando mareo y empezaba a ver borroso, el simple hecho de que atender a tantas personas esta noche sin el mínimo descanso me causa malestar, los exámenes se acercan y no dormir no ayuda para mis estudios; Ser dueño de un hotel grande me causa ingresos suficientes para subsistir, pero tengo meta, vocaciones y esperanzas en que podre hacer algo que en realidad me guste.

En fin, la oficina era un desastre y esto me estresa aun mas, pero era espaciosa y limpiarla me empezaba a calmar un poco, ver como pasa todo a estar ordenado me causo satisfacción, creo que no me consideran una persona ordenada u organizada, pero guardar y poner cada cosa en su lugar se siente bien.

Saliendo de la oficina, recordé de lo aun mas desastroso que el edificio era, incluso las escaleras que siempre están vacías tienen mas gente de lo común, tuve que bajar un piso para poder acceder al espacio de empleados, este es un lugar donde se puede acceder de cualquier piso con habitaciones per con una gran entrada y un cartel de "Solo personal autorizado". Ahí suelen estar las personas que dan mantenimiento a las instalaciones, es como su zona de descanso, ahí no entra nadie ya que la entrada tiene en sus paredes tubos de gas que suelen darle la idea a la gente que solo hay tuberías de agua y gas así que solo se van, pero ahora que iba a entrar al ascensor del personal, al abrirse, veía jóvenes de catorce o quince años saliendo como si nada de ahí, aunque soy gerente principal, decidí ignorarlos aunque no deberían estar ahí; Si veo que la situación pasa, tendré que mandar personal a cuidar de las puertas para no dejar entrar a cualquier persona, tal vez con gafetes o algún distintivo para permitir la entrada; Pero bueno, ya estaba vacío el ascensor, no me sorprendería si ese fuese el único ascensor libre en el edificio completo.

El ascensor no era como los demás, como no era para clientes se tomaron la libertad de no decorarlo, no contaba con decoración, apenas tenía las paredes cubiertas, se podía ver las paredes por fuera y no se veía lo suficiente limpio, escurrían un tipo de liquido verde, el cual sería difícil de limpiar y no creo que los clientes lo vean así que no importa.

Inconscientemente presioné el botón de hasta abajo, ya que en la mayoría de los ascensores ese botón te dirigía a la planta baja, pero justo después recordé que estoy en el ascensor de personal y eso me lleva al ultimo sótano, creo que mi cara de sorpresa explicaba la situación perfectamente, recordé un truco que vi en internet, se suponía de que si querías cancelar un botón de ascensor simplemente lo presionabas dos veces y el botón se apagaba, pero al final no pasó nada, no debería creer todo lo que hay en internet.

La Zona de ConfortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora