Heridas~

Capitulo 4 : "Mi infancia y mi primer amor"

Les hablaré de esto porque fueron una de las cosas más importantes que me pasó en la vida, si mi grupo de amigos, déjenme recordarles que hermosa que era la vida en esos tiempos sin la tecnología que hay ahora, antes te golpeaban las manos para que salieras a jugar sin avisar , no te importaba como te veías, si llevabas maquillaje o no , sentías esa adrenalina pura que te hacía correr cuando llamabas a una casa desconocida o cuando eras el único que quedaba por encontrar jugando a las escondidas y tenías el deber de salvar a todos, cuando jugabas la rayuela, cuando no debías tocar los bordes de los pisos, cuando saltabas la cuerda, eso en serio era vivir sin importar nada. Era una de mis mejores distracciones, más en mis momentos difíciles.
Cuando alguien siempre estaba mal o triste nos juntábamos en la vereda a hablar y a contarnos anécdotas para que aquella persona pudiera reír un poco, amaba ese grupo, hacían que me olvide de todo. Si allí dentro de ese grupo lo conocí a él “John”sus ojos color café y su hermoso pelo castaño claro, tenía una mirada muy dulce que tan solo con verte hacia que te enamores tan fácilmente de él. Me acompaño en todo, fuimos cómo mejores amigos, siempre hacíamos locuras juntos, su risa me hacía tan feliz lo juro, me resistía a confesarle que me gustaba ya que era algo tímida. Yo me hablaba mucho con una chica de mi grupo “Aylen”, le conté sobre que me gustaba un chico y le hice unas preguntas como : ¿Tu piensas que debo de confesarle?, ¿Qué crees que me dirá?, y ese tipo de preguntas. Es que me daba un poco de miedo ya que era el primer chico que me gustaba y no sabía si eso iba a estar bien o no. Luego de pensar y tomar algo de valentía me decidí por confesarle lo que sentía, lo iba a hacer esa misma noche o eso creería.
Cuando llegó la noche, estábamos en grupo y nos habíamos decidido por jugar a las escondidas. Esas malditas escondidas. Mientras jugábamos yo intenté buscar un refugio en el cuál estuviera cerca de John, no quería que nadie esté para cuando le confesara y si, fue una buena y mala idea cuándo me dirigí hacía el mismo lugar en donde el estaba escondido, me llevé con una de mis peores sorpresas, él estaba con mi amiga con aquella que me había dado consejos, me dolió tanto verlos que corrí hacia mi casa, no quería hablar con nadie, me sentía tan desilusionada y triste. Pero saben luego me puse a pensar y me dije a mi misma : “ si él está feliz con ella, no debería de preocuparme “, “ habla con ambos y si están felices, déjalos que lo sean”.
¿Saben qué fue lo que más me dolió?, que al verlo después de unas semanas estaba llorando, destruido. ¿Por qué las mejores personas siempre salen lastimadas?, no merecía llorar, nadie merecía sus lágrimas.
Él no merecía que le regalen las estrellas, si no que la lleven hasta ellas. John no merecías sufrir. Tu lo diste todo y no te recibiste nada a cambio, pero te admiro tanto porque a pesar de aquello siempre seguiste. Mereces a alguien que te ame cada segundo de su maldita existencia, que este contigo en la oscuridad tanto como en la luz porque de eso se trata el amor.
Y … es triste, saber que el grupo de mis amigos se había desvanecido con el tiempo, cada uno tomo su camino, es increíble cuando las personas pueden cambiar de un día  para el otro y después irse, nos hieren en especial las que amamos y a ti mi querido John no te volví a ver más, te solté, no porque no me importabas en absoluto sino porque creía que merecías a alguien que te pueda dar más de lo que yo te ofrecía. Pero sabía algo, que te amaba y que si alguna vez regresaras volvería a enamorarme, porque es tan imposible mirarte a tus ojos que reflejaban tu hermoso corazón y no hacerlo.
Es increíble cómo podemos pasar horas y horas hablando sobre nuestras vidas…. Y llega una canción que puede representarla en tan solo tres minutos o un libro qué pueda hacerte identificar con aquella otra vida.