5. | LIES ~ Rose Weasley

|01. DUMB

Apenas Rose Weasley puso un pie en su casa, su porte altanero y su sonrisa de suficiencia desaparecieron. En su lugar, la pelirroja dejó ver molestia y tristeza. Así era siempre desde que había empezado a salir con Scorpius Malfoy. En los lugares públicos, Rose era el modelo a seguir. Joven, exitosa, bonita y ¡estaba casada con Scorpius Malfoy! ¿Qué clase de chica no querría eso? Pero por dentro, la pelirroja estaba hecha un desastre. ¿La razón? Scorpius la engañaba.

Y ella lo sabía. Sus amigos lo sabían, pero se negaba a aceptarlo. Lo que ninguno había descubierto todavía era la identidad del amante del rubio. Y sí, EL amante, ya que Scorpius no se sentía atraído hacia las mujeres.

El primer amante de su esposo había sido, nada más ni nada menos, que Albus Potter, el primo de Rose pero, para su diversión, Albus lo había rechazado y se había fugado con su pareja a los Estados Unidos. Bastante de película, ¿verdad? Rose envidiaba secretamente a Albus. El azabache había encontrado a alguien que lo quisiera de la misma forma que él lo quería y que estuviera a su lado apoyándolo siempre. Ella anhelaba eso.

En su lugar, Rose tenía a un hombre al que veía dos veces por semana, que rara vez dormía en su casa y que le cumplía los caprichos sólo porque creía que de esa manera ocultaba su engaño. Eso sí, cuando algún familiar venía de visita, Scorpius siempre estaba ahí, jugando al marido ejemplar y a la pareja perfecta.

Y en esos momentos, Rose se engañaba. En su mente volvía a aparecer la estúpida idea de que Scorpius algún día se enamoraría de ella y se dejaba llevar por la fantasía.

Pero en el momento en el que Rose entró a su casa ese día, la idea de que Scorpius podría amarla algún día ni se le cruzó por la cabeza. Hacía días que él no aparecía por la casa y Rose ya empezaba a preocuparse, más aún porque sus padres los habían invitado a cenar varias veces y ya se le habían acabado las excusas. Si les decía una vez más que tuvieron que ir al hospital seguramente pensarían que alguno se iba a morir.

—Maldita sea, Malfoy —gritó al teléfono—. Si no apareces por nuestra casa en dos horas le diré a toda la familia que te secuestró un grupo de grindylows ¿entiendes?

Luego de colgar furiosamente, Rose se sacó los zapatos de tacón y los arrojó con toda la rabia que tenía acumulada contra la pared, dejando un pequeño agujero en ella.

Se miró al espejo y se repitió varias veces que no debía alterarse por lo que hacía y dejaba de hacer Scorpius y, tras respirar profundamente varias veces, invitó a su casa a Alice y a Timothée, sus dos amigos.

La rubia Longbottom y el mayor de los hermanos Nott eran los únicos que sabían lo que realmente sucedía entre la pareja, y no fue precisamente porque Rose se los contó, más bien encontraron a la pelirroja llorando desconsoladamente y la obligaron a confesar todo lo que sucedía. Desde ese momento, Rose los llamaba cada vez que deseaba desahogarse.

Los dos jóvenes no tardaron en llamar a la puerta y, cuando la pelirroja abrió se echó directamente a los brazos de la rubia y comenzó a llorar. Una vez que se acomodaron en la sala y Alice logró calmar a su amiga, Rose forzó una sonrisa.

—Gracias por venir, chicos —dijo.

Timothée hizo un mueca y miró con desaprobación a la pelirroja.

—¿Por qué sigues haciéndote esto, Rosie? ¿No te das cuenta que cada vez sales más lastimada?

—No puedo dejar a Scorpius así como así, Tim —respondió agachando la cabeza—. Además… lo amo demasiado como para hacerlo.

La molestia apareció en el rostro de Alice, quien se levantó furiosamente del sofá.

—¡Deja de mentirte a ti misma, Rose Weasley! —bramó— ¿No te das cuenta que sólo está jugando contigo? Te usa para que su familia no se de cuenta que es gay. ¿Qué tan bajo hay que caer para usar a otra persona?

—Alice, por favor, deja de cuestionar mi vida.

—¡Tú eres la que me llama para que venga a limpiar tus lágrimas! —dijo roja de furia y yendo hacia la puerta—. ¡No soy tu maldito pañuelo!

Cuando la rubia salió de la casa, dejando la puerta abierta detrás de ella, Rose y Timothée quedaron en un completo silencio.

El castaño se acercó a la chica y la estrechó entre sus brazos protectoramente. Rose se aferró aún más al cuerpo del chico y apoyó su cabeza contra su pecho. En los brazos de Timothée se sentía protegida, e sentía a salvo.

—Te quiero mucho, Rosie —murmuró luego de besar su frente—. Si necesitas algo, solo llámame, estaré ahí para ti.

—También te quiero, Tim.

—Debo ir a buscar a Alice, debe estar muy enojada —dijo depositando un beso en la mejilla de su amiga—. No te preocupes, se le pasará.

Rose asintió, pero no se preocupaba ya que esa no era la primera vez que la rubia se enojaba por el mismo asunto. La furia nunca le duraba más de un día.

Apenas Timothée Nott cerró la puerta de la casa, Scorpius Malfoy aparecía por la chimenea. En sus manos llevaba un ramo de rosas.

—Hola, preciosa —saludó con una sonrisa de oreja a oreja.

Rose sabía que debía estar molesta, que debía gritarle y reprocharle por haber estado cuatro días fuera de casa sin dar señales de vida, pero al verlo allí parado, el sentido común la abandonó. Y como una tonta, Rose Weasley le sonrió de regreso.

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Okay! Hola! Sé que estuve desaparecida por más de un mes, pero simplemente no tenía inspiración. Me sentaba horas frente a la conputadora o el celular y las palabras no salían. Si alguno tuvo un bloqueo alguna vez debe saber lo horrible que se siente.

Sin embargo... VOLVÍ! (Sólo con esta historia, con Bad Reputation sigo peleando todavía, si alguien tiene alguna forma de ayudarme, porfa, haganmelo saber)

Además estoy trabajando en otro proyecto que se llama "She's a Mystery" acerca de Louis Weasley que estará disponible el 01.11. Voy a tratar de terminar "Hogwarts quedó atrás" para entonces.

Perdón por el retraso
Los quiero mucho<3
-Josefina