Capítulo 26: Todas nuestras historias

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NARRA RM:
—Y... ¿Desde cuándo conoces a Jin? Se nota que es el más cercano a ti, más que tus otros amigos que me contaste hace un tiempo.

—Jin es mi amigo desde que tengo memoria, realmente nos criamos juntos, nuestras madres eran muy amigas, por eso casi vivíamos juntos. La mamá de Jin era como mi segunda madre, y lo mismo pasaba con Jin. Mi padre nunca estaba en la casa, se pasaba de bar en bar, por eso Jin y su madre siempre estaban con nosotros. Cuando teníamos 16 años, mi madre murió de cáncer, y la familia de Jin fueron los únicos que estuvieron ahí. Ellos ya no estaban en casa tanto como antes, ahora estaba mi padre ya que la mamá de Jin habló con él y le dijo que ya no podía seguir viviendo de esa manera ya que yo estaba prácticamente solo. Ahora él estaba en casa, físicamente. Pero en realidad, la verdad era como si no estuviera. Podía hacer lo que se me diera la gana, llegar a la hora que se me diera la gana, cosas así. Dos años después me cansé de todo eso y me independicé, así que cambié mi manera de vivir, y la puedes ver como la ves ahora. Mi departamento es el mismo, y yo soy el mismo, pero el verdadero. Y Jin siempre estuvo ahí en todo momento. Por eso RM significa Real Me, porque desde ahí me quise demostrar como el verdadero yo.

—Dos historias en una, me gusta eso, sobre tu amistad con Jin, y sobre el significado de tu nombre.

—¿Sabes algo?— Me acerqué lentamente a ella, iba a susurrar algo en su oído— Contigo, me siento bien, fuiste la que más me hizo cambiar, tú fuiste quien me salvó.

La besé sin más, hace mucho tiempo no lo hacíamos, la falta de aire no nos permitió seguir en contacto, así que nos separamos.

—Ahora, ¿Quisieras saber algo de mí? Hay que hacer un trato, no hay que ocultar nos nada. Puedes saber todo de mí— Dijo mirándome fijamente— Todas nuestras historias de quedarán siempre nuestras.

—¿Puedo decirte algo?— Pregunté, a lo que ella asintió— ¿Recuerdas la pared que nos separaba hace unas horas?— Nuevamente asintió— Estaba pensando que... Ni la pared, ni nada puede separarnos, algún día que pensemos que algo no tiene salida, acuérdate de mí y recuerda que hasta a través de una pared podemos comunicarnos, yo estaré ahí y te ayudaré a salir de eso. El mejor ejemplo que hemos vivido es el asunto de Lay, todavía tendrás que soportarlo en la universidad, pero ya no será tan difícil evitarlo, sabemos su forma de actuar, y como ya lo dije, siempre estaré ahí.

Después de unos segundos de silencio unas lágrimas salieron por sus ojos, entonces me abrazó lentamente, yo estaba en shock, pero correspondí el abrazo.

—Los siento— Dijo entre lágrimas— No quiero armar un drama.

—No te disculpes— Contesté.

—¿Sabes? El hecho de que te haya encontrado a tu es totalmente increíble, no sé cuál o qué cosa hice para merecerte, pero siempre te daré gracias por haber llegado a mi vida.

—Y yo nunca dejaré de agradecerte por haber golpeado a Jessica y estar en esa maldita biblioteca en el mismo momento que yo— Soltó una pequeña risa y se terminó de limpiar sus lágrimas— Hablando de Lay, hay algo que no entiendo. ¿Cómo es que llegó hasta el punto de intentar manipularte como se le dé su gana?

Antes de hablar, tomó una gran cantidad de aire y después soltó un suspiro.

—Antes de hablar, te advierto que la historia es muy extensa, pero mereces saberla. Supongamos que lo conocí a los 18 años, no fue por otra cosa más que porque él y Adam eran mejores amigos. Un día nos conocimos por casualidad y hasta ahí todo era normal. Pasaba el tiempo y yo empezaba a notar que él sentía algo por mí, y efectivamente sí resultó siendo lo que pensaba. Me lo dijo y la verdad no me sorprendió, pero mi corazón seguía siendo una piedra, debido a lo que sucedió un año atrás que te conté hace un tiempo. Y de todos modos él nunca me agradó, era muy posesivo en todos los sentidos, me miraba por todos los pasillos de una manera que me causaba algo peor que incomodidad. Entonces lo rechacé por esas dos razones y lo comencé a ignorar. Recién comenzó este curso y creo que él no entiende las palabras de "Déjame en paz" y continuó con esto. De unos meses hasta ahora sus formas de tratarme han cambiado mucho. Ahora son peores... Y ya las sabes, sabes que es capaz de ir a mi casa a romper una ventana a las 4:00 a.m, sabes que es capaz de esperar a que el aula o la biblioteca se queden solos al final de las clases y citarme anónimamente en uno de ellos. Es capaz de eso y muchas más cosas. Dijo que no le prestaba atención, nunca pensé que se enojaría tanto.

Por dentro me hervía la sangre, pero no se puede hacer nada, ese idiota nunca cambiará, no podemos cambiarlo a él, pero si podemos evitarlo.

Comenzó a llover ligeramente, pero después como siempre comenzó a llover más fuerte, así que entramos a la camioneta.

Al día siguiente
8:00 a.m
¿En qué momento nos dormimos? Desperté y lo primero que ví fue a Leah dormida con su cabeza en el tablero de la camioneta. Lo primero que hice fue acomodarla hacia atrás y ahora comencé a manejar.

Cuando llegamos al edificio ella se comenzó a mover de manera de que estaba a punto de despertarse. Segundos después abrió sus ojos algo encandilada por la luz del sol.

—¿Dónde estamos?— Dijo adormilada, casi no podía abrir los ojos— Espera. ¿¡En qué momento llegamos afuera de la casa!? Y ¿¡En qué momento me quedé dormida!?

—Supongamos que... Respecto a tu primera pregunta, no quería despertarte así que conducí hasta aquí, y la segunda, fue después de que comenzó la lluvia— Contesté— ¿Alguna otra pregunta?

NARRA LEAH:
Minutos después
Después de subir a nuestro piso, saqué mis llaves y abrí el departamento.

—Oh por Dios— Murmuré cerrando mis ojos y dando un suspiro sobresaltada.

Me sobresalté al ver a Lisa recargada en el hombro de Jin. Ya que ¡No sabía que estos idiotas estaban aquí! Estaban dormidos, así que decidí no despertarlos, y fui al departamento de al lado.

—Resultó que ahora no puedo ni entrar a mi casa ya que estos dos están adentro y ni siquiera me avisaron— Dije, después RM me hizo pasar.

—La verdad a veces no los entiendo— Contestó pasando una mano por su cabello— A veces parecen ser una pareja que no tiene nada de cariño, pero luego los encuentras con esto. Tienen una relación bipolar.

Por cierto, gracias por todo lo de ayer.

—No es nada, tenía ganas de una noche a solas contigo.

¿EL AMOR EXISTE? (RM) © #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora