Capítulo 4. ¡Valiente misión!

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A mitad de la madrugada, nuevamente, el cuerpo desnudo de Thor era el paisaje más hermoso que nunca antes Loki había admirado.

Una vez más durmieron juntos, el deseo era tan obvio que no fue necesario decirlo en palabras. Simplemente se recostaron en la cama, uno al lado del otro. Thor con el torso desnudo y Loki enrojeciéndose por ello.

El pelinegro recargaba su cabeza en el pecho de su hermanastro, acariciando con la yema de sus dedos el trabajado abdomen de Thor. Subía hasta los pectorales, luego la barbilla, los labios y entonces paseaba los dedos por su mejilla y así terminar en el cabello dorado, acariciando mechones con ternura.

—No hay cosa que me haga más feliz que tu confianza —murmuró apenas, observando con detención aquellas grandes pestañas—. Mío es el placer de tenerte entre mis brazos —añadió con una tímida sonrisa, para después esconder su cabeza en el cuello del más alto, y su mano hallándose en el hombro de Thor, así abrazándolo.

Entonces fue cuando percibió un escalofrío recorriendo por su espalda hasta la nuca, sobre todo porque Thor colocó una de sus manos a la cabeza pelinegra de Loki.

—El placer es totalmente mío —Se opuso, provocando que el volumen bajo a su voz le hiciera sonar más grave—; aprecio enormemente tu perdón por haber desconfiado de ti.

Loki levantó su cabeza, casi sentándose al recargar su peso en su codo derecho y poder ver con más facilidad el rostro de Thor.

—Te he dado muchas razones para que lo hagas, creo que...

—Pero tú, más que yo, creo que tienes más razones para mentirme —irrumpió con suavidad. Thor apreciaba el rostro de su contrario: serio, ojos cristalinos, unos pómulos a punto de enrojecer... Loki mostrando su lado más sensible—. Y sé perfectamente que cuando dices que me amas, como hombre, no mientes.

—No podría mentir a tal magnitud —El volumen que Loki utilizaba en su voz fue bajando poco a poco, un nudo en su garganta se formaba por la piadosa confesión del hijo de Odín—, así como tampoco podría obligarte a que me ames.

—Oh, no, no —dijo Thor de inmediato, viendo cómo Laufeyson se colocaba cabizbajo para poder esconder las pequeñas lágrimas que comenzaba a derramar. Thor tuvo que sentarse en la cama porque quería tomarlo entre sus brazos—; Loki —nombró entonces con una suave voz. Una vez sentados, Loki fue abrazado por los grandes brazos de Thor mientras que el pelinegro escondía su rostro en el cuello del otro—, te juro, yo, Thor, hijo de Odín, que mis sentimientos a ti son finamente verdaderos. Que te amo como hombre, que si de ti no hubiera sido, no me hubiera dado cuenta que eres tú quien me mantiene con vida.

—Thor... —Loki alzó su mano izquierda, colocándola sobre los labios del nombrado. Pronto, Loki se despegó del cuello del hijo de Odín para así poderle ver— Prométeme que mantendremos salva a nuestra madre y que pronto tendrás a Mjolnir.

—Solo si me acompañas. No puedo pelear si no tengo a mi compañero —respondió el de cabellos dorados, apegando su nariz con la del contrario.

Entonces, Loki se enredó a la cintura de su hermanastro, abrazándolo con sus piernas. Thor le abrazaba con sus brazos, acariciando de arriba y abajo la espalda.

—Prométeme, hermano, que el sol siempre brillará sobre nosotros —continuó la propuesta.

Esta vez, Loki comenzó a acariciar con lentitud la mejilla izquierda de su querido. Entre cerraba los ojos para disfrutar el momento.

—Te lo prometo, hermano —murmuró Odinson, para después besar de forma apasionada los labios del de menor estatura.

Para el día siguiente, las cosas se ponían muy...muy... Es mejor que Thor lo describa.

—¡Es vergonzoso! —Exclamaba el dios del trueno—. Un dios no debe ser tratado con tal burla y desolación —decía a cada momento, frente al espejo, a madre y sus sirvientes. Loki lo miraba desde el marco de la puerta.

—Solo así podrás engañar a Laufey, hijo mío —dijo Frigga entonces, arreglando los últimos detalles del vestido como lo eran los patoles del mismo—. Además, esto es parte del plan de Loki.

—Recuerda que yo también me vestiré de sirvienta, hermano.

—Pero tú no serás quien tenga que esquivar los besos del asqueroso Laufey —refunfuñó dueño de Mjolnir.

Loki estaba a punto de reírse, pero Frigga fue quien lo hizo primero. Llamó la atención de ambos hermanos.

—Será muy cómico —confesó cubriéndose la boca—; le diré a Heimdall que se mantenga atento.

—¡Madre!

—Podríamos invitar a tus amigos midgardianos a la boda —añadió Loki luego del berrinche de Thor.

Recibió una mirada molesta por parte del mayor, sobre todo porque Loki no necesitaba disfrazarse antes, él podía cambiar de aspecto gracias a su magia. Thor no, él necesitaba de Mjolnir para cambiar de vestimentas.

—¡Sería increíble! —dijo Frigga con emoción, viendo el rostro disgustado de su hijo.

Ella no hablaba con certeza, más bien, trataba de que ninguno de sus dos hijos tomaran con pesimismo el plan.

—Mi señora Frigga —irrumpieron las burlas, eran sirvientes de Odín—; Padre de Todo los convoca a la sala del trono, donde ha de anunciar la valiente misión de rescate de Thor y su hermano Loki.

Fueron las últimas palabras que Thor quería oír.

Hubo una pequeña ceremonia donde Odín anunciaba la valiente misión de sus hijos, mencionando el rescate del martillo de uru y el mantener a Frigga en la eterna Asgard.

De buen saber para Thor, nadie se presentó burlón frente a su disfraz de novia a punto de casarse. El velo finalmente ocultaba su rostro una vez habían decidido partir a Jotunheim, donde fue decidido que irían en un carruaje jalado por dos cabras, para entonces, Loki usaría su disfraz de sirvienta.

—Te aplaudían, hermano —A mitad del camino, dentro del carruaje, comentó Loki a Thor para entablar una conversación en el viaje.

El pelinegro sonreía gustoso, con orgullo.

—¿Sí? Pues yo creo que lo hacían por no querer burlarse ante Odín.

—Gracias a ti nuestra madre se quedará en casa, esperándonos con los brazos abiertos —Loki besó con ternura la comisura de sus labios—. Deja de ser más testarudo que yo, Thor. No te queda.

—... —El rubio soltó una risa entre dientes—. Creo que se contagia —añadió, dando un beso a la respingada nariz de su Loki.

Después, Thor tomó de la mano a Loki, sosteniéndolo así hasta llegar a su destino deseado.

—Su señor —Uno de los sirvientes de Laufey se presentó ante él, en su castillo—, mis comandantes me sugieren avisarle que Madre de Todo se avecina a su gran casa —decía de rodillas, con una mano en el pecho.

—Que preparen un banquete de bienvenida, que las mujeres se encarguen sobre la ceremonia —indicaba Laufey, deseando sin más el ver a Frigga, mujer de Odín, frente a su trono—; yo me encargaré de recibirla.

—A sus órdenes, mi señor —contestó el sirviente, para después salir de aquella habitación del trono.

—Al fin, Frigga será mía... —Habíase dicho Laufey, en su trono, esperando la llegada de la nombrada.

Mientras tanto, Thor vestido de su madre en vestuario matrimonial, bebía hidromiel en el carruaje y sus piernas, como cualquier guerrero, estaban separadas con tal informalidad. A fin de cuentas, seguía siendo Thor.

¿DÓNDE ESTÁ MJöLNIR? | THORKI, FANFIC (MARVEL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora