Cuando tenía seis, recuerdo que me solían molestar en el colegio porque era muy bajo, a decir verdad era el más bajó de las tres salas infantiles, por lo que me empujaban en las filas o me tiraban arena. Incluso llegaron a pegarme chicle en el pelo, lo cual no fue para tanto pero altero por un buen tiempo a mi madre.
Los niños son bastante crueles, ese sería mi punto.
En el momento en que Rick bajo del auto me quede mirando al espejo retrovisor, había dos opciones, yo había imaginado todo eso o el hermanito de Max me estaba jugando la broma más cruel que había escuchado en mi puta vida.
Esperaba que sea la segundo porque sino tendría aún más puntos para refutar la teoría de "la etapa". Más tensó que la cuerda de una guitarra veo a Ricky mirarme fijamente parado frente a la boca del bosque.
-Oye Oliver, gilipollas piensas bajarte del auto-me grito Max desde afuera del carro golpeando impaciente el capo con los dedos.
A un había tiempo, podría poner como escuda algún problema de mi madre o fingir un ataque, pero Max lo sabría, lo sabría porque se lo había contado en una de esas "noches" donde terminábamos ebrios a más no poder. Max sabría que no podía enfrentar mi miedo y me miraría con esos ojos lastimeros con los que me miran todos los que lo saben.
-Si..-murmure para mi mismo mientras con los dedos duros intentaba abrir la puerta, era todo mi cuerpo en contra de mi orgullo; al cabo de unos segundos Max me la término abriendo cansado de mi inutilidad.
Afuera la temperatura descendió, aunque no sabía sí era sólo yo o verdaderamente hacia frío, sentía mis músculos agarrotados y cada paso me valía cien. Mientras más cerca estábamos iba aumentado a mil.
El ingresar a la frondosa oscuridad fue... Horrible. Un sudor frío cubría mi espalda, el estómago se me revolvía de tal forma que temía vomitar todo lo que había cenado y temía sufrir de tortícolis de tan fuerte que giraba la cabeza a cada ruido.
Cuando Ricky deslizo su mano sobre la mía, ahogue un grito y la separe como sí quemará. Me sentí atravesar por él, como si la niña de los maizales se hubiera materializado en carne y hueso.
-Es un crió, déjalo- farfullo Max mientras estiraba su mano hacia el pequeño que lo rechazo desviando la cara y se pegó a mi costado como una sanguijuela- No jodas Ricky deja a Oliver.
La pelea de los hermanos me rompía más los nervios y tenía esa sensación de que no debería estar en ese lugar, una conversación uni direccional por que Ricky ni siquiera miraba a Max, a fin de cuentas para calmar los aires agarre al niño por el codo.
-Sólo déjalo, es mejor, así no se pierde-le solté bajo recorriendo el sendero casi paranoicamente. No tengo entendido en que momento llegamos a la entrada de la carpa, simplemente se irguió de entré la espesura, luminosa e imponente- Oye ¿como supiste donde estaba?
Max me miró primeramente con confusión y luego como sí no se creyera lo que le había preguntado- Amigo estas mal? Todo el camino está lleno de luces y señales.
Miedo. Como una bola de nieve que cae por una colina. Gire la cabeza lentamente, el sendero de tierra se encontraba despejado y una seguidilla de luces de colores marcaban el camino hacia donde nos encontrábamos desde lo lejos.
¿Qué demonios había sido la oscuridad donde había caminado yo?
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Circus
ParanormalEntonces las luces cubrieron su rostro, su sonrisa aún infantil y sus manos pequeñas te hicieron sentir cálido mientras enredada sus dedos con los tuyos. "Es hora de ir a casa" Oliver tiene un sueño repetitivo, y sus padres empiezan a preocuparse aú...