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Cuando JiHoon llegó con SeungCheol a la Corte por primera vez, los Ministros lo observaban confundidos, preguntándose sobre su papel en las actividades quincenales de la Corte. JiHoon caminaba humildemente dos pasos detrás de SeungCheol siguiéndolo hasta su trono. Recordó los jadeos que resonaron en la Sala de la Corte cuando el Rey lo tomó de su lugar, de pie al lado del trono, para sentarlo en su regazo.

Su expresión sorprendida provocó las carcajadas del Rey, contribuyendo a que los Ministros quedaran estupefactos.

La perplejidad se transformó en admiración en las semanas siguientes cuando los Ministros percibieron que JiHoon era más que un entretenimiento para el Rey. Oía atentamente los informes presentados por los distintos Ministros, ofreciendo sus opiniones y propuestas para ayudar a mejorar el bienestar del Reino.

Conversaba tranquilamente con el Rey mientras estaba sentado en su regazo; una visión extraña para todos. Un Ministro se atrevió a preguntar por qué no se le daba una silla y el Rey rió, diciendo que su cerebro procesaba mejor la información cuando JiHoon estaba sentado en su regazo. El Ministro se ruborizó y JiHoon pellizcó discretamente a SeungCheol .

—Su Majestad.

—Chen, ¿qué ocurre? — SeungCheol levantó su mirada de los documentos que examinaba. Jeff raramente lo buscaba en su escritorio, a menos que fuese urgente y se preguntó qué asuntos lo llevaron hasta allí.

—¿Puedo hablar libremente, Su Majestad?

SeungCheol suspiró —Sí Chen, puedes hablar, has estado a mi lado por más de una década.

—Hay rumores de descontento en el Harén.

—Entiendo. ¿Y?

—Tenga cuidado para no perder el favor del Harén, Su Majestad. Los celos pueden hacer muchas cosas.

—¿Oíste algo que pueda ser una amenaza para JiHoon? ―preguntó preocupado SeungCheol .

—Su favorito solía ser JeongHan. ¿Cómo pudo eso cambiar en cuestión de meses?

—¿JeongHan es el origen de estos celos?

—No. Pero los sirvientes murmuran. Hay que tratarlos por igual, Su Majestad... o al menos, visitar a algunos de ellos también.

—Por primera vez desde que soy Rey Supremo no siento tal inclinación.

—Espero pueda encontrar una solución satisfactoria para todos. ¿Puedo retirarme, Su Majestad?

—Puedes retirarte, Chen — SeungCheol frunció el ceño, concentrándose en los recuerdos del anterior Harén del Rey Supremo.

JiHoon arrastró un solitario dedo hacia abajo en el pecho de SeungCheol. Observó su expresión cerrada y supo que algo había pasado. SeungCheol entró en la habitación, el deseo mal disimulado en su rostro y lo poseyó allí mismo contra la pared, duro, rápido y furioso. Antes que pudiera limpiarse, SeungCheol lo cargó fácilmente, como si no pesara nada, hasta la cama y lo abrazó.

—¿Qué está mal?

SeungCheol permaneció en silencio hasta que recibió un codazo ―¡Ay! ¡Detente!

—Dime qué está mal.

SeungCheol abrió la boca para hablar, pero volvió a cerrarla antes de besar a JiHoon suavemente en los labios. —Sabes que te amo.

—Lo sé... yo... también te amo, SeungCheol —JiHoon confesó casi sin aliento. Nunca pensó en enamorarse, pero sucedió. Estaba enamorado de un hombre que quería darle todo lo que estaba a su alcance. Sabía que SeungCheol lo amaba, finalmente lo creía. Lo demostraba en la manera de abrazarlo después de hacer el amor. Era evidente cuando SeungCheol sonreía sólo para él.

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⏰ Última actualización: Feb 15, 2019 ⏰

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The Harem of my King / JicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora