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-Ho...hola pepita... -Dijo con una sonrisa nerviosa dudoso de acercar la mano al animal – y como se si le agra... – antes de terminar la frase recibió una lamida que lo elevo del suelo

-Le caes bien -dijo Miguel sonriendo – Pepita necesito ir a verla

El mexicano subió de un salto al lomo del felino, una vez arriba le extendió el brazo a Hiro al tiempo que le hacía señas para que se apresurara a subir, este aun dudando ante la imponente bestia se acercó con cautela, demasiada talvez, la espera impaciento a pepita que tomo al ligero Hamada en sus fauces lanzándolo al aire para justo después despegar del suelo.

El esqueleto voló un par de metros dando piruetas mientras gritaba, en el trayecto asusto a algunos pequeños alebrijes que volaban por la zona, más que la presencia del chico en el aire fue el estruendoso grito lo que les había espantado, grito que aumento exponencialmente al sentir como la gravedad lo jalaba de nuevo al suelo.

-¡AHHHHHHH! – gritaba mientras con los ojos cerrados

-Tranquilo – dijo Miguel que intentaba calmar al Hamada que aun gritaba– por eso quería que subieras rápido, Pepita es algo impaciente

-¡AHHHHHhhhhhh! ¿ahhhh?-disminuyo la intensidad del grito al ver que estaba sobre el animal alado, más específicamente estaba reposando en las piernas de Miguel -¡AHHHHHH! – Volvió a incrementar el volumen del grito mientras se aferraba a su amigo cuando vio como el suelo se alejaba a una gran velocidad con forme Pepita se elevaba.

-No te preocupes, Pepita tiene siglos de experiencia volando -dijo acariciando su cabeza tratando de calmarlo

-¿No me digas? -Pregunto sarcásticamente

-Claro, ¿No me crees?, Mira, Pepita muéstrale- dijo sonriendo pícaramente al alebrije que lo observaba de reojo y que solo asintió exhalando por la nariz una neblina de colores

El alebrije detuvo drásticamente su ascenso haciendo con esto que Hiro saliera volando (Si de nuevo lo lanzo al aire), el Hamada caía en picada gritando (de nuevo), esperaba que de nuevo el animal se colocara en posición para atraparlo, en cambio observo a un lado como Pepita junto con Miguel que le sonreía de forma burlona caían junto a él en picada.

-¡Esta bien!, ¡Te creo!

-¿Qué? ¿No te escucho? – dijo acercando su mano a la oreja

-¡Te creo!

¿Qué?

-¡Miguel!, ¡El suelo!, ¡AHHHHHH!

Poco antes de tocar el suelo, Pepita tomo a los chicos con sus patas y haciendo una pirueta los arrojo de nuevo al aire, repitiendo esto un par de veces, con las cuales Miguel reía mientras Hiro incrementaba el volumen de sus gritos, los cuales finalmente cesaron cuando el alebrije los recibió de nuevo en su lomo.

-¿Estas bien?, ¿Pareces muerto?- pregunto Miguel tratando de ahogar una risa mientras se acomodaba frente a Hiro que intentaba sentarse en la bestia multicolor

-Estoy... ¿Es en serio? – respondió haciendo un gesto que denotaba que no le habia hecho gracia el intento de chiste del Rivera

-Hehehehe perdón – se disculpó sonriendo

-Pero sí, estoy bien, de hecho, me siento bastante bien

-No hay nada como esto para sentirse vivo ¿no crees? – dijo de nuevo señalando el paisaje que ahora observaban bajo sus pies

Hiro alzo una ceja preparándose para hacer de nuevo un gesto de "que mal chiste" pero en lugar de eso una leve sonrisa se dibujó en su rostro – Si creo que tienes razón- dijo suspirando mientras observaba a los ojos a Miguel

Desde MictlánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora