Capítulo 6.- Observado.

131 16 4
                                    

Sanji se encontraba deambulando entre las confusas calles de la pictórica isla, por unos instantes se sintió algo tonto al perderse -Creo que estoy perdido... Ahora ya sé que se siente ser ese marimo con patas... -Dijo mientras caminaba dejando las curvas de las calles lo llevaran a no sé dónde. Después de un rato de caminata, terminó llegando a la orilla de la isla.

El ambiente era bastante tranquilo, cubierto por la blanca y brillante nieve que era iluminada por aquella aurora boreal que se encargaba de adornar la noche. Se quedó contemplando el bello y nocturno cielo al mismo tiempo que comenzó a recordar ese extraño sueño que ha tenido durante estas últimas noches -¿Quién será esa persona?

[...]

Zoro llegó a la habitación en dónde lo estaba esperando un cansado Law quien estaba recostado aun en su cama -Ah, Law... Es bueno verte. -Dijo calmado el espadachín.

-Lo mismo digo, Zoro-ya... -Se levantó de la cama y fue a recibir a Zoro con un abrazo seguido de un lascivo beso, algo que Zoro tuvo que rechazar. -¿Pasa algo?

-No puedo hacerlo... Lo siento.

-Nadie nos va a interrumpir... -Pero antes de siquiera tomar la mejilla del espadachín, este se separó -De acuerdo...

-En verdad, discúlpame... -Dijo en un tono serio yendo por sus espadas.

-¿A dónde vas?

-Ahora que no hay nadie, iré a buscar a ese idiota...

-¿Te refieres a Kuroashi-ya?

-...

-Desde Zou quieres arreglar cuentas con el, aun sabiendo la razón de su desaparición...

-Hay unas cosas que quiero arreglar con ese rubio tonto...

-Supongo que tendré que ir también, ya que es por lo que creo que es...

-Haz lo que quieras... -Salió ya molesto de la habitación.

-Lo tomaré como un si. -Tomó su espada y salió detrás del marimo.

[...]

Sanji se encontraba aun recapitulando sobre su situación mientras aun admiraba aquel paisaje. Hasta que... -Será mejor que te dejes ver... -Dijo sin quitar su vista del mar -¿Qué es lo que quieren? ¿Quién los envía? -En eso, aparecieron de los robles algunos de los sujetos junto con una persona vestida de una gran y blanca capa con una capucha. Su rostro estaba cubierto con una máscara con la forma de la cabeza de un chacal. Sanji se dio la vuelta con esa mirada amenazante -No dejare que lastimen a mis amigos... Respondan... -Dijo con una voz seca y llena de coraje -¿Quién los mandó? –No recibió respuesta de los presentes –En ese caso... -Se preparó para dar comienzo a otra pelea.

-Sólo recibimos ordenes... -Dijo el encapuchado.

-...

-Necesitamos que vengas con nosotros...

-No. –Dijo comenzando a perder mas la paciencia.

[***]

Había pasado un mes después del incidente contra Kuma, un mes sobreviviendo a esa extraña isla llena de esos hombres vestidos de mujer, la única cosa que lo hacía entrar en razón o no perder la paciencia, o más bien era alguien que lo acompañó en esos infernales días. Sanji estaba mas que agradecido por la amistad y compañía que Yuko le había dado y quería agradecérselo con una comida hecha con cariño y demostrando cuan valiosa era ese lazo de amistad que los unía. Estaba listo esa noche con ese gran cesto el cual tenía en su interior unos cuantos platillos, como una buena ración de takoyaki, una deliciosa pasta fría, unos cuantos pastelillos de chocolate y por último, pero no menos importante, sake. Le había costado mucho trabajo poder ganarle a uno de los okamas para que pudiera tener permiso de tomar la cocina para poder preparar esta comida. Estaba completamente agotado, pero sabía que necesitaba ese cansancio para así poder dormir ya que los nervios no lo dejarían. Cerró lentamente sus ojos y una vez que los volvió a abrir, ya estaba en ese paisaje cubierto por la noche. Pero esta vez, el ambiente de aquel lugar se sentía un poco tenso. Comenzó a buscar con la mirada a su amiga. No había rastro alguno de la sacerdotisa.

EnishiWhere stories live. Discover now