Alien Coloma Invation

Capitulo 11 : Correr o morir

Mia corría y corría sin cesar. No podía detenerse. Detrás suya había un incontable número de orcos y seres oscuros y la patrulla canina iba detrás suya con la cabeza de Asunción en una mano. Mia no paraba de correr, pues no tenía otra opción : era correr o morir.
Mia logró llegar hasta la casa abandonada de la duquesa adlado de la fábrica abandonada de botellas que se situaba justo en frente del zoológico botánico de Jerez, cuyos animales habían logrado escaparse y ahora campaban a sus anchas por las calles de la ciudad matando gente por doquier. Los orcos lograron domesticar al elefante y causaron una enorme destrucción en el centro de Jerez. Mia decidió esconderse en la casa abandonada para ser evitada por la patrulla canina. Se arrastró por el hueco de la reja y corrió hasta el interior del edificio. Sabía que tenía a la patrulla canina pisandole los talones, no podía pensarlo mucho. Mia afrontó sus miedos y bajó las escaleras hacie el oscuro sótano. Sintió que hacía mucho mas frío de lo normal y notó el tacto de una rata muerta al esconderse dentro de un armario situado en algún rincón del sótano. La patrulla canina no tardó en llegar al sótano siguiendo el rastro de Mia. La Joli llevaba una ballesta ,la cara caballo una daga gitana de oro y la Snake una ametralladora que había sacado del área 51 . Las tres tenían mucho miedo debido a la gran oscuridad que inundaba aquel terrorífico y maloliente sótano, pero el amor hacia Asiria y el odio hacia Mia pudieron con este y se adentraron en lo más profundo. Llevaban linternas. Fueron de rincón a rincón, abriendo mueble por mueble mientras decían :
-Mia, venga sal, no te haremos daño - dijo la Joli con una extraña voz dulce que a Mia le provocaba escalofrios.
-Mia, te encontraremos de todos modos, si sales ahora te daremos una muerte más rápida, te lo prometo - dijo la Snake. Aquellas palabras aterrorizaron a la pobre Mia que compartía armario con una rata muerta.
- Mia... - dijo la Cara Caballo con un tono de voz escalofriante - ¿Es qué no quieres ver lo último que queda de tu preciada amiga Asunción?
La Cara Caballo dejó soltar la cabeza de Asunción y Mia la escuchó rebotar en el suelo y rodar. Estaba entre la espada y la pared. No sabía que hacer. La patrulla canina estaba cada vez mas cerca de llegar hasta el armario donde ella se escondía. Pasaron los segundos, y la Cara Caballo se situó en frente de donde estaba el armario.
-Este... es el último mueble que nos queda por abrir.
La Cara Caballo rió. Mia pensó que aquel era ya su final. Iba a morir a manos de la patrulla canina. No había escapatoria.
La Cara Caballo alargó su mano anorexica y entonces...
Algo inexplicable ocurrió.
De repente, en la sala, se escuchó una extraña y escalofriante risa de vieja. Las chonis se asustaron y no pensaron en otra cosa que en huir. Pero aquello no las salvaría de lo que les iba a suceder a continuación.
El pennywise salió de la nada y le comió la cabeza a la Joli. La Cara Caballo y la Snake dejaron escapar varios gritos . A los pocos segundos a la Snake se le paró el corazón y murió. Solo quedaba la Cara Caballo junto al pennywise.
-Tú también flotarás.
Los brazos de PennyWise se convirtieron en patas de cangrejo y le atravesó a la Cara Caballo en el corazón con una de estas. Murió al instante.
-Tú también flotarás.
La Mia estaba ahora aún mas aterrada que antes. Ahora definitivamente iba a morir, no había escapatoria, era su fin. Pero inesperadamente, el pennywise se fue . Mia vió por el hueco de la cerradura como el pennywise se desvanecía. Así que, al pasar unos minutos, Mia se decidió por fin a salir de su armario y huir de aquella casa para llegar hasta el coloma.
Mia corría. Sin pararse. Sin cesar. Atravesó la calle la sangre, luego la calle ancha y llegó hasta la iglesia de Santo Domingo, donde el cura y varios viejos estaban rezando para salvarse de aquella hecatombe. Pero rezar no les serviría de nada, pues, como vereis a contuniación, las únicas personas de Jerez que escaparon de la muerte fueron aquellas que cursaron en el IES Padre Luis Coloma.
Mia siguió adelante, ahora mas lento, pues adelante apenas oteó ningún peligro. Ya había avanzado un buen trecho de la Avenida Álvaro Domeq, cuando de repente se encontró al Paco tirado en el suelo.
Estaba tumbado en un charco de sangre. Mia creyó, a simple vista, que había muerto. Pero no era así. El Paco se levantó para sorpresa de la Mia y empezó a recitar poesías. Mia se asustó, pero no se puso a correr, se quedó quieta observando al Paco con asombro hasta que este observó que la estaba mirando.
-Mia ... Ven, vamos a fumar porros y a hablar de la vida.
-Ahora no tengo tiempo. Debo llegar hasta el Coloma.
-Vamos, solo unos minutos.
-No
Paco dejó de sonreir. Los ojos se le tornaron de color negro y de su espalda salieron varios tentáculos y cuatro alas negras. Ondeó sus alas y voló hacia arriba. Una vez que estuvo alto en el cielo oscuro empezó a volar alrededor de la cabeza de Mia como si de un buitre se tratase. Mia no podía creer lo que estaba viendo, bueno sí, podía creerlo con todo lo que había visto durante el día : bebes negros que se transforman en el gru, orcos y jinetes negros matando gente por las calles de Jerez, el gru hablandole desde el cielo con forma de nube, la Asunción, el pennywise...
El Paco, desde el cielo gritó :
-Mia... Tengo que matarte.
Mia no lo pensó dos veces. Corrió todo lo que pudo hacia el coloma. Solo le quedaba un pequeño trecho para llegar. El Paco la seguía con toda velocidad. Le iba pisando los talones.
Mia logró llegar a las puertas. Para cuando iba a poner un pie en el instituto, el Paco la agarró por el pelo y la elevó consigo en el aire.
-Mia... Ahora estarás junto a mí para siempre... Escuchando mis poesías para toda la eternidad!
-¡No lo permitiré!
Mia escuchó una voz proveniente de no muy lejos... Y no recordó nada mas.