Me asomé por la entrada principal del antro/bar buscando a mi hermano arriba del escenario, una vez que lo vi recibiendo las adulaciones del público levanté mis manos tratando de llamar su atención, enseguida dirigió su mirada a mí bastante desconcertado, señaló con su cabeza que saliera y así lo hice.
—¿Qué pasó, hermano, qué...? Wo, wo ¡¿Qué demonios tienes en la cabeza?!— hoseok dio pasos hacía atrás bastante asustado, ciertamente era el primero en verlos y temerles.
—Sí, ayer maldije a los Santos y desperté hoy así, pero no importa. Necesito que me cuentes qué es lo que recuerdas de ese día, cuando yo iba saliendo tú ibas llegando ¿Cierto? ¿Qué recuerdas a ver visto?
En unos escasos segundos su mirada de sorpresa cambió a ser triste, temerosa. —¿HoSeok?
—Yo no quería, te juro que no quería.
Un terror indescriptible recorrió todo mi cuerpo, mi corazón bombeo rápidamente y yo sentí que el alma partía de mi cuerpo. Me sentí nervioso, laxo de todo el cuerpo, como si diera un paso y caería como un bulto sin vida al suelo. —¿Qué... qué me estás tratando de decir, ho-hoseok?
—¡Yo no lo hice, no lo mate!— sus lágrimas fluyeron, caminó de una lado para otro y se jaló los cabellos. Jaló de su nariz y pasó su mano tallando como reflejo de la droga que consume. —Bueno, en realidad no estoy seguro ¡Pero no recuerdo nada! Pero quiero estar seguro de lo que pasó, algo en mí me dice que no lo mate. Tienes que creerme, hermano.
Mi rostro se desfiguró en rabia, me moví por el mismo sentido de ira y lo tomé del cuello de su camisa. —Habla, imbécil, habla.
—no, hermano, por favor.— apreté más el agarré en su cuello tocando la parte de su garganta. En ese instante veía los ojos de mi hermano pero a través de ellos podía ver en mi mente lo que él empezaba a recordar—de acuerdo, te diré. Pero te juro que no fui yo, ese día, había llegado al restaurante, se supone que tú le ibas a pedir matrimonio ¿Te acuerdas, eh? Él ya lo sabía, se había acercado a mí para saber si lo harías, para estar seguro, le conté que era así y él dijo que estaba bien. Cuando llegué al lugar, tú saliste molesto y llorando, entré a buscarlo:
—¿Qué ha pasado, Jimin? ¿Qué le has dicho?
—Olvidalo, las cosas deben suceder así.— «la noche era demasiado fría y solitaria, entonces decidí llevarlo a su casa.
Yo salí a prender el coche junto con la calefacción, esperé a que él le dijera a su jefe que debía irse, que se sentía mal. Una vez en mi coche, Jimin no paraba de llorar y temblar por el frío, le acerqué una frasada que siempre tenía atrás y era tuya.
Iba conduciendo por la carretera, para volver a Daegu, pero él me pidió que me estacionara que lo dejara ahí. —No creo que sea seguro, Jimin
—Estaré bien, te lo prometo. —se bajó de la camioneta.
—Mira, ve a donde quieras ir, estaré aquí. Cuando termines, me llamas para que pueda localizarte más rápido y prenda la lámpara para que llegues rápido y no te dé miedo.
—Ay, hoseok. Siempre me cuidas, no recuerdo un momento en el que me dejaras solo cuando necesitaba a alguien y no estaba Yoongi para mí.
—Sé que eres lo más importante para mi hermano y es un motivo suficiente para cuidarte, pero también tú lo eres para mí. Te quiero como mi segundo hermanito pequeño, uno más tierno que el gruñón de Yoongi.
Jimin sonrió entre sus lágrimas —Regreso enseguida.
Recuerdo haberme quedado dormido en la camioneta, me sentía mareado y con jaqueca, tenía náuseas, como una terrible resaca de drogas al día siguiente. Pero no estaba cien por ciento fresco, sino que aún seguía en mi sistema atolondrandome.
Recordé a Jimin, y me bajé aún medio drogado y dormido, caminé entre medio del bosque por donde alcancé a ver a Jimin irse, pero algo golpeó mi cabeza, no supe que fue, solamente caí al suelo.
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Liibera tus demonios «Yoonmin»
FantasyYoongi lo amaba con todo su corazón, habían sido novios durante tanto tiempo, pero ¿Qué fue lo que sucedió? Una discusión entre ellos y Jimin aparece muerto al siguiente día; Yoongi resulta ser el único sospecho de la muerte de su novio. Pero algo...