Por Siempre Tú

II

Capítulo 2

Todo lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Cada letra que formaba cada palabra aquí escrita la siento como si estuviera pasando otra vez. Estar en esta cama no me impide sentir y volver a pensar que estoy entre esa situación tan terrible. Sí, tal vez duele más estar aquí y en la situación que estoy pero por otro lado yo no lo veo así. Soy feliz con lo mucho o poco que tengo y que la vida quiso darme porque si de algo me di cuenta es que cuando la vida quita, realmente da.

— Hola corazón – dice mi madre entrando

— Mami

— ¿Cómo estás?

— Bien.

— ¿No se te ofrece nada?

— Licuado de fresa – digo. Ella sonríe, es lo que siempre le pido desde que estoy en esta cama

— Está bien mi niña, te dejo seguir con tu escritura, ya vengo.

— Gracias mamá

Retomé lo que estaba haciendo. Tomé mi bolígrafo y me volví a internar en lo que estaba haciendo...

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No quise saber más del tema. Las palabras de mis padres me estaban matando, irme de vacaciones por tres semanas no era lo planeado. ¿Dónde quedaba mi opinión?

— ¿Sucede algo hija? - preguntó mi padre

— No quiero comer ya – dije levantándome de la silla para irme directo a mi habitación.

Seguramente todos se habían quedado atónitos. Mi reacción no era para aplaudirse pero ya estaba harta de que ellos decidan que haré y que no. Azoté la puerta de mi habitación y prendí mi computador. Iba a hablar con Sandra, la única que me entendía en este momento porque ni siquiera cuento con Aldo en momentos así. Sandra me contestó rápidamente, sabía que estaba enojada así que me daba paso a que le contara todo lo que me sucedía como si realmente me desquitara con ella. Ella escuchaba atentamente y hacia a que me fuera sintiendo mejor al paso de los minutos.

— ¿Y bien, ya puedo hablar? – preguntó cuando terminé de hablar

— ¿No te pondrás de su lado verdad?

— Es debido saber que no me pongo de tu lado ni del de ellos pero es tu familia Andrea

— Cambiando de tema mejor

— Evadiendo la realidad no servirá de nada

— Por favor Sandra. No quiero hablar de eso.

— Solo por esta vez lo respetaré. ¿Tu familia y tú harán cena de Navidad?

— No quiero saber de eso tampoco. Aldo y yo teníamos mil planes juntos.

— A veces creo que exageras

— ¿Y los exámenes? Ya quiero ver cuándo repruebes

— Tonta

Seguimos hablando un largo rato. Básicamente de la cena y lo que haré en ese lugar al que vamos de vacaciones. Quería decirle que me acompañara pero también sé que tiene muchas cosas que hacer, al parecer  también irá a ver a su familia. Por lo tanto tengo que buscar la manera de despedirme de Aldo. Seguramente le dolerá mucho que no estemos juntos por tres semanas.
Mañana es 23 de diciembre y será un buen momento para despedirme de la mejor manera de él, extrañaré mucho a Aldo y cuando pienso de esa manera las lágrimas quieren salir al instante. Después de colgar con Sandra me dispuse a ponerme la pijama. Mañana sería otro día y pensaría seriamente si quiero que Aldo venga a la cena de Navidad o sería mejor que se lo dijera el 25. Ese día será el que me iré.