Seokjin es un chico joven e inocente. Taehyung es un chico malo que destruye todo lo que toca.
Aquí no hay cliché. Esta no es la típica historia de amor en donde el chico malo se enamora. Esta es la historia donde Taehyung destruye a Jin, una pieza...
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-Sé que eres un poco nuevo en esto, Jin- Taehyung susurra, sus labios se arrastran por la columna de Jin, haciéndolo temblar- Pero seamos sinceros, he estado follando tu lindo trasero el tiempo suficiente para que puedas saber mejor que yo como me gusta follarte.
Jin gime, y presiona su mejilla contra el altar. Se siente culpable, no por estar en la iglesia, sino por decepcionar a Taehyung, porque tiene razón. Jin lo sabe.
-Lo sé, lo siento.
Taehyung lo calla de nuevo, y ahí es cuando llega la primera bofetada. La pesada mano de Taehyung se desaceleró en el muslo izquierdo de Jin, enviando dolor a través de su piel, y el placer subió por su columna vertebral.
-No lo sientas. Solo hazlo mejor- Taehyung chasquea, sus dientes a centímetros de la oreja de Jin. Su mano está en puños en los mechones de Jin, y la otro está presionando el nuevo moretón que creó. Jin gime.
-Lo haré, puedo si me dejas...
-Cállate- Taehyung chasquea, y luego otra bofetada en el culo de Jin. Jin grita, y Taehyung empuja su cara contra la piedra sobre la que esta recostado- ¿No lo entiendes, Jin? Yo soy tu dueño, nene. Debes considerarte afortunado, hay muchos otros chicos guapos y chicas zorras por ahí que están dispuestos hacer cualquier cosa por obtener mi pene, y no estarían llorando como tú lo haces...
Como si fuera justo en ese momento, Jin gime, y sus músculos se aflojan, cayendo flojo sobre la mesa, con lágrimas corriendo por su rostro. La escena sería lamentable si no fuera por el pene de Jin palpitando bajo su barriga. El niño más joven resiste el impulso de rodar contra el altar, y huele.
-Yo no...- Jin tiene hipo- No me quejo.
Taehyung golpea el trasero de Jin otra vez.
-Sí- dice, sus dientes raspan el omóplato de Jin, pero su mano deja el trasero de Jin para agarrar el hueso de la cadera- Además, apuesto a que los otros chicos podrían comportarse mejor que tú.
Jin gime y se retuerce, sintiéndose como un niño petulante bajo las manos de Taehyung y trata de encontrar las palabras correctas. Taehyung está equivocado. Nadie es tan bueno como Jin, y Jin hará cualquier cosa para demostrarle eso. Hará cualquier cosa para que se quede con él.
-No- Jin dice en voz baja. Taehyung se ríe, y tira del cabello de Jin, por lo que su cabeza está fuera del altar.
-¿No?- pregunta burlonamente, mirando pesadamente a los fríos ojos de Jin- ¿No crees que esas zorras pueden actuar mejor que tú?
Jin sacude la cabeza y obliga a sus lágrimas a detenerse. Taehyung se ríe de nuevo, y acaricia suavemente la mejilla roja de Jin. Es engañoso, sus toques suaves, Jin sabe que es un juego que le gusta jugar, le gusta suavizar a Jin con nombres dulces y miradas suaves, y luego endurecerlo con azotes y palabras humillantes. Luego, cuando Jin se mete de nuevo en su duro caparazón, Taehyung se deleita con abrirlo de nuevo, llegando al centro suave que tanto anhela.
