Parte unica

25 3 3
                                    

Sigo manteniendo mi mirada sobre aquella ventana con barrotes y sin cristal.Ese bosque que se ve tan agradable,tranquilo,pacífico,libre. Desvió la mirada hacia mis muñecas con suma tristeza e impotencia por ver esas esposas tan oxidadas como las herraduras de los caballos, apretando con una fuerza bruta mis muñecas que si me las quitaran se notaría que me dejaron un moratón.

Solté un suspiro con una inmensa pesadez , dirigí mi mirada hacia mi último rayo de sol,la única luz que me queda;mi hermana,esa niña que juega con una muñeca tan maltratada como mis muñecas,con una sonrisa tan pequeña,una sonrisa que desde hace tiempo no veo. Ella desvió su mirada hacia mi y con esa misma sonrisa me saluda ; sin embargo sus ojos detonaban una tristeza tan profunda que me dolía el alma,al igual que unas dagas que se incrustraban en lo mas profundo de mi ser,alzé mi mano y saludé un poco,escuchando el sonido del metal moviendose,con una sonrisa tranquilizadora.

Ella regresó su mirada hacia la muñeca y la abrazó con fuerza,vi cómo gotas saladas decendían con lentitud de sus ojos,intento acercarme pero las cadenas me lo impiden. Lo único que puedo hacer es sujetar aquellos barrotes y mirar con tristeza cómo mi hermana llora en otro cuarto,sin poder consolarla.

Hermanita tranquila,por favor no llores,ya veraz que saldremos de aqui- digo,mas sé que lo que pronuncie no se hará realidad en un buen tiempo.

Aparté mi mirada con pesadez, aprentando mis ojos que amenazaban con soltar lágrimas y me devuelvo hacia aquel "barandal",abrazando mis delgadas piernas con cicatrizes de azotes,rasguños y moratones. Me puse a pensar en cuanto tiempo hemos estado aquí...¿un año?,¿dos años, quizá?,no recuerdo con exactitud. Lo único que permanece en mi mente vagamente es aquel día,aquel día donde mi felicidad desapareció.

Ese día había salido con mi hermanita a aquel parque,que aunque no tuviera juegos era un lugar tan tranquilo donde podias correr sin problema alguno,jugaba con alegría a las atrapadas,reíamos como si fuera la última vez que lo hicieramos,sin saber que pasaría.Al ver que era algo tarde volvímos a casa,donde nos esperaba mamá con un caldo de verduras calientito,pues hacía un frío que te helaba la sangre. Entramos y nos fuimos a lavar las manos para acto seguido comer,papá nos veía sonriendo y nos dijo que nos sentaramos a comer cosa que obedecimos,tan pacífico era ese momento pero un azote de la puerta destruyó aquel momento,entraron militares que al ver ese uniforme nos hizo temblar de miedo,eran del país enemigo,tomaron a mi padre y lo empujaron a la pared junto con mi madre,nos tomaron a mi y a mi hermanita,gritábamos que nos soltaran,mis padres peleaban por zafarse e ir por nosotras,nos sacaron de la casa y nos montaron a un vehículo,amarrándonos los brazos y piernas,cubriéndonos la boca con un trapo que contenía un líquido que yo no conocía. Lo último que pude ver fue a mi hermana caer junto a un peluche que ella siempre llevaba consigo. Después de eso no vi nada mas que una oscuridad.

Recordar ese día me hace que deje caer lágrimas,pensar que mis padres están muertos me hace temblar de miedo,aquel día nos llevaron a un lugar tan horripilante con gente desnutrida,llorando,con herídas tan profundas que te hacían sentir tanta tristeza que te daba depresión. Lo único que hago es pensar en que algun día volvere a casa junto con mi hermana a abrazar a mis padres con fuerza y saber que ya no pasará nada. Desearía que aquella tarde no hubiera pasado,así no estaraímos en este INFIERNO. Lo único que puedo hacer ahora es esperar a que haya un milagro donde nos saquen de este lugar,todo esto pasó aquella oscura tarde.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 08, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aquella oscura tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora