La princesa Tuky

Beautiful Princess

Narrador: Simplicio 

 Princesa: Remichín 

 Almohada: Half-Dog 

 Testudines: Sebastián y Chiquita 

 Chofer: Mhafy 

 Nave plateada: Bera socialista

Simplicio: Hace mucho tiempo, existía una hermosa princesa tuky la cual yacía prisionera en una pequeña y caliente habitación color azul con rosa de un castillo malvado el cual se ubicaba en un pequeño pueblo mágico llamado Guasimal. En el castillo vivía una malévola pareja de Testudines, llamados Sebastián y Chiquita los cuales pretendían pedir una gran cantidad de dinero al rey Qñao por la liberación de su hija la cual ellos habían raptado. La princesa aterrada pedía con llantos por su libertad, ya que temía permanecer encerrada por el resto de su existencia por culpa de los ambiciosos monstruos Quelonioideos con caparazón de metal verdoso y fuertes garras afiladas. La princesa compartía celda con una almohada parlanchina, y éstos comenzaron a planear una estrategia de escape:

Princesa: Mano, ¿y ahora que hacemos? Digo... ¡Amigo necesitamos salir de aquí!

Almohada: Si, pero... ¿cómo lo hacemos?

Princesa: Primeramente debemos asegurar el perímetro, conocer cuántos guardias se encuentran vigilando nuestra celda y, si tenemos suerte, podremos arrebatarle la llave uno de esos malvados testudines.

Almohada: Pero... ¿cómo sabremos cuantos guardias hay, princesa?

Princesa: Fácil, solo esperemos a que venga uno de ellos a traernos comida y cuando éste abra la ventanilla tratarás de llamar su atención de algún modo, ya se me ocurrirá algo al respecto, solo necesitamos que el guardia abra la puerta y entre, simultáneamente yo estaré escondida y lo golpearé con todas mis fuerzas para dejarlo inconsciente.

Almohada: ¡Que inteligente eres princesa! Pero... ¿cómo lo dejarás inconsciente si no hay ningún objeto que podamos usar como arma?

Princesa: ¿Acaso no sabes hacer otra cosa más que hacer puras preguntas y decir pero? Bueno... yo siempre cargo conmigo un mingo, es un regalo que me trajo mi abuelo de allá de la ñinga donde ordeñan a los toros y cogen burras, se la lanzaré en la cabeza, espero solo dejarlo inconsciente...

Almohada: ¡Excelente!, que magnifico plan princesa Remichín, aunque no entiendo que es eso de ordeñar toros y coger burras.

Princesa: Olvídalo Half-dog...olvídalo. *Dice riendo a carcajadas*.

Almohada: Bueno... *Dice con tono confuso*.

Simplicio: La belleza de la princesa era excepcional que muchos príncipes pedían su mano al rey Qñao pero el rey no consideraba digno a ninguno de esos príncipes, ésta poseía un par de preciosos hoyuelos en sus adorables mejillas, tenía una hermosa cabellera ondulada la cual ella llamaba con cariño ''cotufita'', una piel sumamente blanca, una inteligencia extraordinaria que superaba con creces a otras princesas, una sonrisa preciosa, además que provenía de un reino sumamente rico con todas las comodidades imaginables, era una princesa sencillamente perfecta, lo cual llamó la atención de los malvados Testudines, ellos pensaron que la princesa Remichín sería blanco fácil para satisfacer su ambición de poder conquistar el reino del Rey Qñao y finalmente ser ricos y poderosos como ellos tanto anhelaban.

Princesa: ¡Hey, Half! Pst!... ¡despierta! Ya viene el guardia.

Almohada: ¿Eh, que pasa? *Dice con tono de recién levantado*.