TMNT-Varios Capítulos De:Por favor vuelve a casa(gatito helado)

el arbol de la flor de Cerezo🌸

"Adiós, chicos. Me encanta ..."

Lo que vino después fue el dolor. Dolor insoportable, insoportable.

Shredder siguió golpeando y apuñalándolo ...

... Justo en frente de su familia.

A pesar del intenso zumbido en sus oídos, podía escuchar a sus hermanos gritarle.

Chicos, lo siento ... siento tanto que tuvieran que ver esto ...

León...

Raph ...

Donnie ...

Karai ...

Papá...

De repente, el dolor cesó, así como el zumbido. Lentamente abrió los ojos y vio una cara familiar de pie junto al encorvado Splinter arrodillado.

Tang Shen?

Ella se arrodilló a su nivel y colocó una mano reconfortante en su hombro, aunque él no parecía sentirlo. De hecho, nunca se fijó en ella. Simplemente mantuvo su cabeza inclinada y sus ojos cerrados, negándose a ver la muerte de su bebé más pequeño. Shen se inclinó hacia su cara y besó su mejilla, luego ella miró a Mikey, dándole una cálida sonrisa.

Ella se levantó y caminó hasta donde él yacía. Arrodillándose, ella le ofreció su mano. Levantando su brazo, Mikey notó que las cadenas se habían ido. No había cicatrices en su cuerpo. Sin sangre. Sin dolor.

"Ven, Miguel Ángel", dijo ella con voz suave. "Vamos a casa ahora."

Centrándose solo en su amable y bello rostro, Mikey tomó su mano y se puso de pie. La habitación se transformó en un túnel oscuro, y ella lo condujo a una luz brillante y cálida al final.

Incierto y preocupado por su familia, Mikey comenzó a girar la cabeza ...

"No mires atrás", dijo con voz severa pero suave.

Él obedeció y siguió siguiéndola ...

Se despertó en su habitación, mirando hacia el techo.

Espera, ¿entonces todo fue un sueño? ¿Realmente no morí?

Dejando escapar un suspiro de alivio, se quitó las mantas y corrió hacia el pasillo.

"¡Chicos! ¡No creerán la horrible pesadilla que yo ...!"

No había nadie en la sala de estar. Ni siquiera la televisión estaba encendida.

"¿Hola? ¿Chicos? ¿Maestro Splinter?"

Sintiéndose preocupado, fue a mirar a la cocina, pero nadie estaba en la mesa. Abrió la puerta del congelador. Incluso su amado gato no estaba allí para saludarlo con un amistoso maullido.

"¿Qu ... dónde están todos?" Mikey gimió.

"No están aquí, Miguel Ángel".