¿Cita?

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Narra Einar*

Nunca pensé decir esto, pero espero encontrarme con Marshall, ayer solo se levantó y se fue sin siquiera dar explicaciones... Ni siquiera tuve ánimos como para ir por el helado con Ángel

Me quedé recogiendo los materiales que utilizamos, los papeles que recortamos y todo eso, antes de que se enojara había quedado en ayudarme a hacer eso

Caminando por el pasillo de la escuela me encontré a Maron, estaba mirando a escondidas a un chico de otro salón, se veía muy tierna... Siendo tan linda y le da miedo que ese chico la rechacé ya que siente es bastante fea para que se fije en ella

—¿Le pregunto cómo se llama? — Susurré a sus espaldas haciendo que diera un pequeño salto por la sorpresa

—¡E-Einar...! ¿Para qué? ¿Te gusta? ¿Porque lo he de querer yo? — Cerró su casillero para después caminar hacia el salón de clases

Nunca ha querido admitir que le gusta ese chico, pero durante el receso no deja de verlo con una mirada tan perdida y tierna... Qué chico tan suertudo

Entré al salón de clases y lo primero que vi fue a Dante y Alex mirándome fijamente, es raro ya que siempre está con ellos Marshall

Quizás me arrepentiría más tarde, pero decidí acercarme a ellos para averiguar dónde es que estaba Marshall

—¡¿Qué le hiciste a Marshall marica?!

Grito Dante por lo cual abrí mis ojos por sorpresa, ¿Qué le hice?... Ni siquiera yo lo sé

—¿Perdón? — Dije acercándome aún más

«¿Tampoco lo han visto?» Pensé... Quizás tiene problemas en casa y ayer dije o hice algo que se lo recordó

—¿Lo tocaste?... Donde empiece a actuar raro te juro que te romperé las malditas piernas— Por alguna razón me quedé sin palabras

«¿Tan homofóbico es?» también por eso es muy malo que Marshall falte a clases.

Me gustaría pensar que eso de romperme las piernas es una broma, pero un día intentó hacerlo... Por suerte Marshall no está tan enfermo y logró detenerlo

—Si pudieras enviarle un mensaje diciendo que la exposición aún no está terminada te lo agradecería...— Iba a darme media vuelta para irme a mi banca, pero volvió a hablar

—¡No contesta los malditos mensajes...! Ni siquiera abrió la puerta de su casa— Decidí no seguir hablando así que me fui a mi banca

«Su casa no queda tan lejos de la escuela» Quizás podría pasar y ver si algún familiar de él me ayuda a localizarlo

Me senté y de inmediato Maron sacó el libro de siempre... Aún faltaba mucho para que el profesor llegará a dar su clase

—¿Le hiciste algo a Marshall? — Preguntó mientras buscaba la página en la que nos quedamos ayer

—¿También tu?... Si me acerco a él con esas intenciones me mata, además no soy un adicto a los golpes como para amar a quien me da mi dosis diaria

—Entonces... ¿Qué hiciste? — Dijo viéndome de reojo mientras seguía buscando la página

—Contesté una llamada de Ángel, me invitó a salir y desde ahí Marshall cambio su semblante— Contesté y por alguna razón Maron comenzó a reírse

Quizás leyó algo gracioso en el libro

—No crees que le dio algo llamado... ¿Cómo era?... ¡Oh sí!... Celos— Incluso sentí una fuerte punzada en el pecho por su comentario

Aun te odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora