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Una semana y media después.

En la corta y aburrida vida de Lisa jamás había iniciado tan... diferente.
Su aspecto, su forma de hablar e incluso su postura era otra.

En camino al auditorio observó a lo lejos a su ahora ex novio y sintió asco, no porque el chico fuera feo, sino porque no podía creer que hubiera durado un año y medio con alguien tan vacío.
El rumor de que él tenía una nueva novia y que estaba totalmente enamorado se corrió rápidamente y que incluso pensaba cansarse con ella al terminar la carrera ¡Que absurdo!

Entre todas las personas reunidas en el auditorio buscó con la mirada a sus amigas sentadas justamente en la mitad.
A punto de bajar para llegar con ellas sintió un golpe en su hombro, el impacto fue tan fuerte y doloroso que su bolso cayó.

Quería golpear a la persona que estaba en ese lugar.
Eso estaba a punto de confirmar la peor semana de su vida

—Lo lamento tanto.— Un chico alto y totalmente arrepentido se acercó a ella recogiendo sus cosas.

Lalisa la miró detenidamente, sin duda alguna era un hombre totalmente atractivo de caballo oscuro y ojos del mismo tono. Era tan alto que Lisa tuvo que extender su cuello en su totalidad para verlo.

Ante la sonrisa de arrepentimiento Lisa borró su semblante serio y furioso, solo pudo sonreírle.

En ese momento hubo una extraña conexión difícil de explicar y de analizar.

De forma rápida, Lisa se alejó acercándose hasta sus amigas.

—Es una locura que nos reúnan para una tonta charla

—No es tonta

—¿Sabes por lo menos de qué trata?.— La pelirroja negó.

La castaña observó a todos alumnos acomodarse, al director de carrera llegar y subir al estrado arreglando las cosas.

Tocó su hombro con dolor, sin duda alguna Lisa ya no estaba triunfando y no sabía porque

Su ex novio tenía una novia más falsa que él, y jamás olvidaría sus crueles palabras al terminarla.
Le habían informado que tenía un esguince de primer grado en su tobillo.
Habían rechazo sus solicitudes para trabajar como pasante
Y ahora resulta que era conocida como la reina del Beer pong Manoban.

Su vida se estaba derrumbando de forma dramática según la divertida castaña.

— Manoban.— Ignoró a su amiga un segundo mientras observaba su cuaderno.

— Debería estar estudiando en vez de escuchar estas pláticas.— Tocó sus sienes en señal de frustración a lo que su amiga sonrió.

— Buenas tardes estudiantes de la facultad de derecho y economía... —Eso explicaba porque el auditorio estaba más lleno de lo normal

Los primeros cinco minutos Lalisa los ignoró, técnicamente ignoraría toda plática, siempre era lo mismo, y ahora se intensificaba por el ser el último año de carrera.
Se giró y volteó hacía atrás para ver si realmente estaba lleno el lugar y mientras sus ojos viajaban por cada alumno, su mirada se había encontrado con el mismo chico que la había empujado. Él sonrió con familiaridad que Lisa no pudo contener una risa

—¿Quién es?.— susurró su amiga

—Un tonto que tiro mis cosas hace un momento

—Es lindo.— Admitió

Las cosas no podían ser más aburridas hasta que informaron que la charla sería sobre algún padecimiento médico y entonces notó a tres chicos y una mujer con bata más blanca que su virginidad subir al estrado.

Nobody Like Me  ››Taelice‹‹ OneShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora