Marinette no era interesante, su vida era monótona y sumamente aburrida, no tenia nada que presumir acerca de ella, simplemente no tenia talentos. Cada día al despertar se preguntaba como es que siquiera sus padres la amaban, ni siquiera les había dado algo de que orgullecerce como Bridgette, Bridgette... Su hermana mayor por tres años, linda, atlética, inteligente y muy valiente, ni siquiera era arrogante, ella era todo lo que Marinette quisiera ser algún día. Suspiró, la clase de geometría se encontraba sumamente lenta y ella no paraba de pensar en lo insignificante que era su vida
-Marinette ¿Estas bien?- le preguntó su mejor amiga Alya cuando la vió suspirar por enésima vez
-Si... O no... No lo sé, me siento algo desanimada el día de hoy
-Tal vez necesites ir a pasear con amigos para animarte- habló Adrien que se encontraba frente a ella, su sonrisa dulce era algo que animaba a quien sea, Marinette rió nerviosa, ni siquiera sabia porque ese chico le trataba tan amablemente. Asintió ante su propuesta algo sonrojada, salir con los chicos seguro la distraería de sus pensamientos aunque sea por un momento
-¿Entonces quieres ir al cine saliendo de clases?- preguntó Alya algo animada
-Si tienen algo importante que decirse entre ustedes pueden salir de mi clase con confianza- les regaño la profesora y ellos se abstuvieron de hablar por el resto de la hora
Los planes para animar a Marinette se vieron obstruidos cuando un akumatizado en forma de araña atacó París tomando como prisioneras a varias personas en una red gigante
-Lo siento chicos, tengo que irme, quiero asegurarme que mi papá esté bien- comentó Adrien para después salir corriendo
-Yo también- declaró Marinette agitada por el miedo, corrió hasta la panaderia rezando por su familia. Cuando al fin llegó la casa estaba vacía, desgraciadamente su celular se habia quedado sin bateria algunas horas atrás así que tuvo que correr a la cocina para usar el teléfono de casa, al instante en que comenzó a marcar sintió una presencia horripilante detrás de ella, giró solo para encontrarse con aquel monstruo de afilados colmillos, sintió como su sangre abandonaba su cuerpo y no pudo hacer nada más que quedarse petrificada por el horror que sentia, queria llorar, gritar, correr, pero su cuerpo no respondia. Sentia como todo pasaba en cámara lenta y justo cuando sintió que estaba por desmayarse observó como una mancha negra y difusa golpeaba a esa criatura derribándola, la risa del sujeto se extendió por toda la casa y Marinette cayó arrodillada en el piso sin creer lo que había estado a punto de pasar
-¿Te encuentras bien little bug?- vió como una mano negra era extendida hacia ella para ayudarle a levantarse, la tomó algo aturdida y con la poca fuerza que aún tenia en sus piernas logró levantarse -Te llevaré a un lugar seguro- Chat Noir la cargó en sus brazos y Marinette no hizo más que aferrarse a su cuello, sentia como saltaban a gran velocidad entre los techos de las casas de París hasta que aterrizaron en lo que parecía ser un centro comercial
-Aqui están ocultándose los ciudadanos, quedate aqui mientras Lady Bug y yo derrotamos al Akuma ¿De acuerdo?- La amabilidad que transmitia Chat Noir derretia a Marinette por dentro, su sonrisa gallarda y personalidad excentrica fascinaban a su persona, sentía sus mejillas enrojecer y susurró un suave si haciendo reir a su héroe favorito
-Ok, nos vemos- Antes de que el Gatito se fuera Marinette lo tomó del brazo impidiendo su marcha
-¿Vas a volver? ¿Nos volveremos a encontrar?- sus palabras salieron apresuradas, pero el miedo de no volver a ver más a la persona por la cual su sueño se desvanecia la carcomía por dentro, Chat Noir la miró confundido para después dedicarle una suave y delicada sonrisa
-Siempre que te encuentres en peligro little bug- con esas palabras se zafó de su agarre y desapareció dando un gran salto, aún así Marinette no se encontraba conforme, queria tenerlo aun si no estuviese en peligro, quería que la mirara como veia a Lady bug... Con lagrimas cayendo por sus mejillas entró al centro comercial encontrándolo vacio. Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver como la araña gigante que Chat Noir habia derrotado en su casa entraba por una de las tantas puertas del centro comercial, de nuevo se quedó paralizada esperando lo peor, el monstruo se acerco hacia ella hasta que su "rostro" quedó al lado de su oido, podia sentir su respiración y eso le aterraba aún más, con una voz que parecia sacada del mismísimo infierno susurró unas palabras que le hicieron desmayarse al instante
-Te encontré
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Prodigiosa.
Fiksi PenggemarMarinette nunca fue proclamada LadyBug, nunca ha tenido confianza en si misma y probablemente nunca la tendrá ¿Quién le ayudará a creer en ella cuando nadie más lo hace?