Yoongi y Jin con dieciséis años de amistad lo han hecho todo menos enamorarse pero eso puede pasar el día en que Jin es abandonado minutos antes de casarse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pensar en esa noche en la casa del árbol cuando eran unos niños siempre pone una sonrisa en la cara de Yoongi. Los dos allá arriba, en ese árbol donde no tenían negocios y se divertían sin hacer nada. Solo siendo niños. Aquella noche, todo terminó en un viaje al hospital después de que Yoongi se cayera de dicho árbol y se rompiera el brazo, por lo que ciertamente empañó un poco las cosas. Y más tarde, él y Jin fueron castigados por el resto de la eternidad (una semana) por escaparse de noche, pero hasta el día de hoy, sigue siendo uno de sus recuerdos favoritos.
Yoongi lo ha estado recordando por años. Retrocediendo en el tiempo hasta cuando sus mayores preocupaciones en la vida era no despertar a sus padres, garantizar la seguridad de sus malvaviscos y las cosas eran fáciles. No como ahora. No como esta noche.
Mucho ha cambiado desde entonces. Para empezar, ahora son mucho más viejos, por lo que escalar árboles por la noche generalmente se reduce al mínimo. Ese aumento en la edad ha madurado no solo su sentido de la diversión, sino también su gusto por los bocadillos, por lo que su dieta ya no está compuesta completamente de azúcar y contiene una gran cantidad de tequila. A veces aún no están de acuerdo, y aunque Jin finalmente tuvo un crecimiento repentino alrededor de la edad de dieciséis años y se convirtió en el más alto, Yoongi todavía se encuentra tratando de decirle a su mejor amigo qué hacer, y luego con mucho cariño pone los ojos en blanco cuando Jin amablemente le dice que se vaya a la mierda.
El tiempo los ha convertido en adultos y, a lo largo de los años, se han visto unidos a través de todo lo que la vida les ha dado. Buenos y malos momentos. Días felices y desgarradores, e incluso muertes en un par de ocasiones impensables. Ya no son niños. Es una revelación que toma a Yoongi por sorpresa cada vez que se ve obligado a reconocerlo, aunque está bastante seguro de que nada ha aclarado el hecho de que todo el mundo de Jin explotó hace unas pocas horas.
Después de presenciar un desastre como ese, no es de extrañar que la mente de Yoongi volviera a su viejo árbol. Quién no preferiría estar allí que aquí, rodeado de flores en medio de un salón de baile desierto con una corbata y un traje negro rígido sin ninguna razón, ya que aparentemente, no habrá una boda hoy.
Las pesadas puertas dobles del salón de baile se abren y cierran, alejando la atención de Yoongi de la tarjeta con su nombre y el título de padrino impreso en color oro justo al lado de la hermosa mesa floral reservada para los futuros Sr. y Sr... Park Kim.
Si Jin puede encontrar algún tipo de consuelo después de ser abandonado en el altar una hora antes de decir 'Sí', es esquivar la bala de ser llamado Park Kim Seokjin por el resto de su puta vida. Realmente no queda nada bien.
-¿Hablaste con él?- oye a su amigo Namjoon preguntar mientras se apresura a estar pegado a su lado en el centro del salón de baile donde está todo lo que queda de la fiesta de bodas. A partir de ahora, eso solo incluye a algunas personas: Yoongi y su cita; Mingyu, el chico de las flores y también un conocido por un total de unas semanas; los otros dos padrinos de Jin y sus mejores amigos, Hoseok y Namjoon; y los miembros de la familia más cercanos de Jin. Todos los demás invitados, la mitad inferior de todos modos, se fueron casi tan rápido como lo hizo el ex novio imbécil de Jin, ansiosos por alejarse después de que se acobardo en el último minuto y huyó.
