Sentí un extraño escalofrío recorrer mi cuerpo. Mordí mi labio inferior nervioso y no sé que hice, pero me encontraba apoyado ahora de pie en el bote de basura y lo más estúpido de todo, es que miraba al chico. Ninguno de los dos despegaba la mirada del otro, hasta sé me hacia extraño.
«¿Qué haces idiota? Pareces un gay»
Entonces me incorporé aclarando la garganta. Una mirada fulminante le dediqué al chico y sin más rodeos, entré a mi casa.
¿Qué mierda había pasado? ¿Por qué le miraba y él a mi? Y la otra pregunta que más invadía mi mente era, ¿cuánto tiempo habrá pasado que Alme no estaba?
«Joder, joder, joder» me repetía mentalmente, no sé por que sentía vergüenza o incomodidad, ni que fuera gay. Bueno, eso si que no.
Tres golpes en la puerta me hicieron sobresaltar nuevamente y salir de un nuevo trance. Acto seguido volteé y llevé mi mano izquierda a la manilla de la puerta y abrir. Y me había dado cuenta que todo lo que pensé y en el trance que me encontraba, había estado apoyado como un idiota en la puerta de bienvenida.
«Irwin, eres raro»
Fruncí el ceño de inmediato al ver aquella silueta masculina en mi puerta, el chico Rubio y de grandes ojos celestes. Por más raro que sea, ni una palabra salía, ni siquiera un "Humm" o un "Em", eran sólo miradas y eso lo hacía más raro.
«Habla Irwin, habla»
Joder, que jodia mi mente, ¿por qué no hablaba? Trate de hacer todos mis esfuerzos y lo único que logre decir fue un:
-¿Qué?
Bueno, fue algo irrespetuoso, pero hablé.
-Soy Luke, Luke Hemmings -dijo él estrechando su mano a mi dirección.
Enarqué una ceja y bufé- Oh, entiendo.
Quitó su mano y sin más que hacer, volteó en dirección a su casa.
Bien, había sido un completo imbécil e irrespetuoso, pero no soy de esos que van repartiendo saludos o un "buenos días" por ahí.
Pero algo en mi me hizo despertar y reaccionar como buena persona.
-¡Hola! -alcé la voz para que me escuchara. Él volteó.
-Ahora saludas, Irwin -dijo risueño cruzando la calle al igual que yo y encontrarnos en el medio de esta.
-¿La chica te dijo mi nombre?
Fruncí mi ceño.
-No, la verdad le pregunté por ti. Es que me mirabas mucho y.. -se encogió de hombros.
Sentí un ardor en mi rostro, sentía como si me quemaran la cara.
-Humm.
Se hizo un incómodo silencio.
-¿Qué hacías? -preguntó de repente.
Le miré con una pequeña sonrisa algo tímida.
-Nada.
Rasqué mi nuca. El sonrió.
-¿Quisieras venir conmigo? -estrechó su mano.
¿Acaso esperaba a que la tomara? Qué gay.
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¿Qué les parece? Bueno, seguiré subiendo capítulos y si demoro es porque la estoy escribiendo de apoco. ¡Espero les guste! Lashton me parece muy tierno, JAJAJA no sé.
Besitos x
Small Brave.