Inquebrantable

10 0 0
                                    

Aquella ciudad era propia de un cuento de ciencia ficción. Ashley nunca había vista algo similar o tan siquiera imaginado. Las calles desoladas y los edificios en posiciones y formas que no eran propios de la lógica que sustenta la realidad, adornaban el entorno que se había visto obligada a transitar. La habían confinado a un sitio inhóspito totalmente carente de vida. Su propio juicio y cordura estaban siendo puestos a prueba por alguien que deseaba sentenciarla a un castigo que ni ella misma era capaz de comprender. Deseo más que nunca no haber girado en ese callejón, y aún así su suerte no cambiaba.

-¿Qué es este lugar?

Ashley nunca había sentido tanta incertidumbre como la que le generaba el deambular en aquel oscuro sitio. Sus pasos eran lentos y su mirada no se apartaba de los rincones abandonados por la luz, quizás esperando a que algo no tuviese el tiempo de sorprenderla. La soledad y el descontrol de su entorno era algo que le causaba especial ansiedad. Sus manos no paraban de temblar y el sudor le escurría por la espalda gata tras gota. Nadie la escuchaba, y nadie la escucharía. No pertenecía a ningún mundo desde que entró en aquel laberinto. Su esperanza se estaba perdiendo.

-Vives bajo la sombra de un corrupto...

Una voz fría y repulsiva susurraba a su oído lo que ella más temía. Como si algún ser fuese capaz de ver a través de su alma, sus miedos más profundos y pensamientos inciertos eran susurrados en su oídos continuamente. Pensó que quizás se trataba de un sueño, una pesadilla causada por todo lo que había experimentado desde que conoció a Morgan, pero no era así. Todo era real, su piel se lo decía, los latidos de su corazón lo confirmaban, y sus pensamientos eran más vividos que de costumbre.

-¡No es así!

Ella sabía que trataba de engañarla, de hacer que sus emociones colapsasen y de esa manera volverse presa fácil de aquellos temores que tanto la agobiaban. Esperaba por Morgan, ella sabía que él iría a por ella. Pero no era consiente de cuánto tiempo sería capaz de soportar. El tiempo se comportaba de manera diferente dentro de aquella ciudad, las cosas no seguían un orden natural, no como le habían enseñado en la escuela. Dudó de cuanto tiempo había estado deambulando en aquel sitio. Pensó en minutos, horas, tal vez días. Su mente estaba llegando a un límite que nunca había intentado descubrir.

-Lo es... -Nuevamente aquella voz-. En el fondo sabes que no estoy mintiendo.

En su espalda algo se movía. Sintió como algo bajo su piel se empeñaba en salir. Ashley nunca había experimentado tanto dolor como aquel que le producía aquello que estaba tratando de resquebrajar su piel. Profirió un grito tras otro. Quizás el miedo le había ganado la batalla, y su mente ya estaba completamente debilitada. Intentó tocarse la espalda para cerciorarse de que aquello fuese real, pero el dolor se había detenido. Su cuerpo era el mismo de antes, sin embargo, su mente ya no era la misma.

-¿Qué quieres de mi?

Aquellas palabras resonaban en su cabeza una y otra vez. La locura amenazaba con apoderarse de su conciencia en cualquier momento. Pero aún con eso, Ashley seguía luchando. Mientras caminaba por la ciudad, notó un viejo edificio. En la fachada había un enorme cartel que ponía el nombre del sitio: Rick's Bar. Nunca había sido testigo de algo más deprimente. Entró, y se percato de que solo había un par de mesas en el salón principal. Se sentó y contemplo la barra. Los anaqueles tenían pocas botellas con algo de líquido dentro, y muchas otras tiradas sobe la barra hechas pedazos. Miró el techo del sitio, y comprendió que nada de aquello era real. Como un reflejo en el techo las mesas se acomodaban boca abajo con una barra y escenario perfectamente alineados con los que se encontraban en el suelo. Una escena que generó en Ashley desacierto y confusión.

-No busco nada más de lo que ya tienes...

-¡No tengo nada, déjame en paz!

La chica se llevo las manos a la cabeza mientras la lágrimas caían sobre la mesa de madera. Notó como al hacer contacto con el polvo aquello se transformaba en una masa de suciedad. Sintió que aquello debía de ser un castigo digno de alguien que abandona su vida por un capricho infundado. Una vida mejor. Nadie lo merecía. Es su mente nada tenía sentido, y al mismo tiempo todo era relevante. Cada detalle que había dejado pasar, y cada evento que nunca inició, se convertían de a poco en el cazador que asechaba su cordura. Era victima de su propia indecisión. 

-Tienes más de lo que puedes imaginar...

La voz le resultó familiar a la chica. Después de mucho tiempo de haberla escuchado, no había reparado en sus memorias y de como en algunas ocasiones una voz similar era la que la confortaba cuando el mundo estaba en su contra. No podía ser ella misma. Su oscuridad tomaba forma, y en aquel mundo, esa oscuridad trataba de absorberla. Pero era tan simple, ella ignoraba que sus capacidades no eran diferentes a las de un ser humano común, y que aquello no podría ser el resultado de su propio y simple karma existencial. Se trataba de algo más, de algo más oscuro que ella ignoraba por completo.

-Soy yo misma quien susurra...

Se sorprendió de aquellas palabras que salían de su propia boca. Como si algo o alguien estuviese dirigiendo una obra de teatro con ella como marioneta. Unos pasos se dejaron escuchar acercándose por detrás de ella. No había notado a nadie más en el bar cuando entró. Ashley no pudo volverse para asegurarse de que aquello no fuese más que su propia mente jugandole trucos, pero no era así. Realmente había alguien allí. Alguien que se acercaba lentamente. Aquel ser colocó su mano sobre el hombro de Ashley y le respiró sobre la nuca. Ella no podía moverse, no era capaz de girar. Aún así el miedo estaba apoderándose ella conforme aquel ser estaba más presente.

-Morgan nunca vendrá... -Le susurró aquel ser.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 23, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Morgan el Ladrón de AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora