*≈ Final ≈*

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Me di cuenta que ya estaba anocheciendo, así que fui por mi bicicleta y mi linterna, pedaleé hasta la casa de Allan Miller.

Cuando llegué, dejé mi bicicleta al lado de su puerta. Toque unas tres veces hasta que agarré la perilla, la giré y me sorprendió que se abriera. Asomé mi cabeza y luego mi cuerpo.

-Emma... holaaa...Sr. Miller, ¿está en casa?- pregunté para saber si había alguien.

Quise prender la luz que estaba al lado de la puerta, pero no prendía. Así que alumbré con mi linterna.

Cuando estaba alumbrando las escaleras, me sorprendió mucho al ver algo en la pared del descansillo de la escalera. Al parecer era una mancha roja.

Me acerqué para ver mejor. Toqué la mancha y la olí.

-Es pintura - me dije para mi mismo -. Sr. Allan Miller sé que está ahí.

Fui avanzando, hasta que ví una habitación. Entré y pude ver que en la pared estaba escrito con pintura que decía: Ella es mía.

Entonces fui al estudio de Allan Miller. Era idéntica a la de la pintura. Al entrar, alumbré con mi linterna ya que estaba muy oscuro. Estaba examinando el lugar para saber si estaba mi amiga. Hasta que escuché un grito pidiendo ayuda y me di cuenta que esa voz era de Emma.

- ¡Ayúdenme!, ¡Por favor!, ¡Ayuda!- escuchaba sus gritos muy cerca.

Cuando me estaba acercando, escuché sus sollozos. Entré en el salón de estudio y observé a Emma atada a una mesa. Al estar cerca de ella se sorprendió mucho al verme.

-¿Corey?...¿q-que haces aquí?, ¿Cómo llegaste?- me preguntó, pero yo estaba ocupado desatándola. Por un momento empecé a ver todo oscuro.

Al abrir mis ojos me di cuenta que yo también estaba atado a una mesa.

-¿Que pasó?- le pregunté a Emma ya que estaba a mi lado.

- Esto es nuestra culpa - me dijo.

- Una X marca quién es el siguiente -escuché la voz de ese hombre.

En ese momento me acordé de esas palabras que estaban en la pintura: Una X marca quién es el siguiente. Y si, era cierto. En mi polo estaba marcado con pintura que tenía una X.

-Tú no puedes hacernos daño.

-Lo siento, mi querido amigo, pero debo terminar mi deber.

Cuando se acercó pude ver su rostro. No era Allan Miller, sino que era yo. No sabía lo que estaba pasando.

- Además, todo esto debe terminar - dijo.

- Te creé, ¡Yo te creé!- le dije.

- Lo siento, pero tengo que terminar esta historia - en eso bajó una sierra circular eléctrica.

Cuando escuché el sonido de esa sierra, empecé a gritar al igual que Emma.

-¡No!,¡No!,¡Nooooo!- gritamos los dos.

Cuando se estaba acercando un poco más, sabía que era mi fin. Y que me arrepiento de no haber escuchado a Emma.

********** ★ FIN ★ ***********


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