HICKEY - NOHYUCK.

Tres.

Durante la semana, Jeno notó que Haechan ahora era un poco más cercano a Mark, cosa que a él no le gustaba en lo absoluto.

Su relación con Haechan no pasaba de alguno que otro encuentro el dormitorio o alguna escapada durante los descensos. A Jeno le gustaba esa sensación estando con él, la adrenalina, el miedo de ser atrapados. Le gustaba y no lo negaba.

Todos los miembros se hallaban en la sala de prácticas, repasando puntos claves de la coreografía de Go, repitiendo una y otra vez.

―Jaemin y Chenle, quiero que repitan la parte del coro otra vez ―dicho esto, el instructor volvió a reproducir la canción, envolviendolos con el ritmo pegadizo.

Jeno observaba al moreno desde una de las esquinas; él estaba con Mark, otra vez... Gruñó. La cercanía en estos crecía más y más, y eso le molestaba.

―Quita esa cara de orto, Jeno ―él miró de mala forma a Renjun a su lado.― ¿Qué? Yo sólo decía ―Encogió sus hombros.― Te ves horrible.

―¿No has notado que Mark y Haechan han estado muy juntos en estos días, Ren?

―Sí. Se ven tan bien juntos ―saltó en su lugar.

―No, no lo hacen.

―Ya bájale, te has puesto muy posesivo desde eso del chupón. Debes superarlo ―dijo pasando su brazo por los hombros y cuello de Jeno hasta hacerle algún tipo de llave de lucha libre y restregar el puño de su otra mano libre en el pelo del otro.

―¡Basta, basta! ―Renjun se detuvo con una sonrisa.― Pero es que no es justo, Haechan tiene un chupón en su cuello. Yo sé lo hice ―dice señalándose―. Él es mío.

―Pues, demuéstraselo.

Jeno lo meditó.

(¡!)

Se movió del otro lado de la sala, llegando a donde Haechan y Mark conversaban.

―Hyuck, ¿me acompañas a la cafetería?

El menor miró a Jeno y luego a Mark, como si esperara a el chico le diera permiso.

―Ve.

El otro sólo asintió y decidió salir antes que Jeno. El mayor salió unos minutos después, encontrándose a Haechan recostado de la pared.

―El baño o la sala vacía ―fue lo único que preguntó al pelinegro, quien sorprendido sólo dio una sonrisa lasciva y tomó la mano del otro y comenzaron a caminar.

(¡!)

Tarde libre, era justo y necesario que pasara. Estaban todos cansados y con deseo de por fin sentir la suave superficie de sus cama haciendo contacto con sus pieles y dormir todo lo que restaba del día.

No más prácticas.

No más sudor.

No más quejas del instructor.

Solo tranquilidad, paz, silencio.

Bueno, no. Pero al menos estaban intentando relajarse. Y si no fuera porque Jisung había roto unos cuantos platos ayudando a Jaemin con el desayuno, todo estaría bien.

Desde luego, Donghyuck no se levantaría por nada del mundo para recoger lo que el menor hizo.

Su mirada estaba únicamente centrada en su celular.

La puerta se abrió y cerró, pensó que quizás era Mark o Renjun. El colchón de su cama se hundió haciéndolo mirar hacia el otro lado encontrándose con un sonriente Jeno.

―¿Qué haces aquí? ―preguntó bloqueado su celular y acomodándose para quedar frente a frente.

―Los gritos de Jaemin no me dejan dormir.

―¿Y?

―Vine a dormir contigo ―dijo como si esa fuera la respuesta más obvia del mundo.

―No, largo. ¡Shu, shu!

―¿Qué? ¿Por qué? Además tu cama es más cómoda ―se acercó más a Haechan, tanto como para llegar a esconder su cara en el hueco entre el cuello y el hombro de este.

―Pa-para... ―Jeno había comenzado a lamer allí cuando sus labios volvieron a chocar contra la piel del moreno. Y diablos, ama hacer eso, poder sentir esa extraña pero grata sensación cuando Haechan se estremecía gracias a él.― ¡Ya!

Pero parar no era una opción que Jeno quiera tomar. Con agilidad, movió su cuerpo hasta que esté estuviera sobre el de Hyuck, aun con su cara escondida entre el cuello del otro. Donghyuck gruñó cuando Jeno tomó su piel entre sus dientes. No dolía, simplemente se sentía bien. Sus propias brazos viajaron hasta los hombros de Jeno haciendo que hubiese más contacto y ladeó la cabeza dejando más piel para el otro.

―Oh. Mi. Dios...―Chilló Chenle desde la puerta.

―Jeno quítate, quítate ―Haechan recibió un no de parte del mayor.

Habían sido pillados.

―Shh ―Jeno lo mandó a callar ―, ¿podrías salir? ―preguntó desde su lugar sin ver al chino.

Chenle frunciendo el ceño, salió haciendo un puchero y cruzando sus brazos en su pecho, cerrando la puerta antes.

―

24 10 2018