『Error』✞Ben Drowned × reader✞

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Lista de abreviaturas:

(Tn)=Tu Nombre

(Tao)=Tu amigo

(Tcf)=Tu comida favorita

(Ta)=Tu Amiga

(Tvif)=Tu Videojuego Favorito

(Taf)=Tu Anime Favorito

Cuando salgan más cosas pondré los significados de las abreviaciones otra vez.

[Narra ____(Tn)]

Mientras mi padre rebuscaba en el garaje la N64 sonó el teléfono, y al otro lado del mismo estaba _____(Tao), mi amigo de la infancia. Lo cogí.

–¡Hola! –dije

–_____(Tn), ¿quieres venir a mi casa a echar una partida a Super Smash Bros for WiiU?

–Hm... _____(Tao), lo siento, no puedo - a continuación le expliqué - es que mi padre está buscando una video consola vieja y ahora iba a jugar

–¿Cómo sabes que funciona? –dice intentando convencerme

–Ahh... –suspiré– ______(Tao), si no funciona te llamo otra vez y voy.

–Vale –colgó

Fui corriendo de nuevo al garaje, mi padre me esperaba con la consola en las manos.

–Gracias papá –le dije contenta, volvió a sonar el teléfono, lo cogí –¿Sí?

–______(Tn), soy ______(Tao), otra vez, perdona que te moleste, ¿a qué juego vas a jugar en esa consola tan vieja?

–No lo sé, en el cartucho pone en rotulador permanente negro Majora.

–_______(Tn), eres un poco idiota –me dice como si no me estuviese insultando– está claro que es el juego The Legend of Zelda: Majora's Mask. Hay una remasterización para 3DS, ¿no prefieres jugar ahí con mejores gráficos y tal?

–No, y aquí el único idiota que hay eres tú –digo enfadada

–Pero ______(Tn) eso es mucho mej-

–Adiós –le colgué.

[Narra _______(Tao)]

–Mucho mejor –completé la frase, cuando ______(Tn) me colgó– qué tipa más rara. ¿Qué clase de amigos tengo? En fin, qué se le va a hacer.

Colgué el teléfono y encendí la WiiU para jugar a Super Smash Bros.

[Narra _______(Tn)]

"¡Qué pesado!" pensé "¡Siempre está igual y nunca me puede dejar pequeños momentos tranquila!"

–¡Papá! ¡Me voy a jugar a mi cuarto! –dije emocionada, cuando ya tenía una pie en un escalón de las escaleras de mi casa.

–¡Espera hija! –me gritó– ¡Te olvidas de la tarjeta de memoria! Este es un juego muy grande y la video consola no tiene tanta memoria para guardar tus partidas.

–Gracias papá –empecé a decirle cuando ya estaba a mi lado, él me tendió una tarjetita y supuse que eso era la tarjeta de memoria.

Una vez en mi cuarto, después de media hora intentando enchufar la consola a la televisión, metí el cartucho y la tarjeta de memora en la consola. Empecé a jugar.

Los gráficos me parecieron un poco prehistóricos, pero era normal, yo estaba acostumbrada a "graficazos" por así decirlo, y eso no era lo más parecido. Me fijé bien. Había texturas extrañas, incluso para una consola así de vieja. Lo pasé por alto y seguí jugando hasta que me cansé y bajé a la cocina.

–Buenas, mamá, ¿hoy harás ______(Tcf) para cenar? –pregunté, una vez allí

–¿Quieres _____(Tcf)? De acuerdo, voy a ver si tengo los ingredientes, tu mientras puedes hacer lo que quieras, como siempre, pero ni se te ocurra molestar a tu padre, que tiene mucho que hacer con el tema de la oficina y no se puede concentrar.

–Le puedo hacer un té y llevárselo –le dije a mamá, pero no le pareció bien

–Hija, no te molestes, seguro que le viene bien un té, pero no te preocupes, que se lo haré yo.

–¡Pero mamá! –empecé a reprocharle– ¡Yo se hacer! ¡Y luego te quejas de que lo haces todo siempre!

–Ah... –empezó a bufar– ¡Qué cabezonería! Bueno, no me queda más remedio que dejarte...

Di un gritito de alegría para mis adentros y saqué las bolsitas con té de un estante, saqué una tetera del mismo y la llené de agua del grifo. La metí en el microondas unos minutos.

Pasados estos mismos la saqué y le metí unas cuantas bolsitas dentro. Me dirigí a un estante diferente en el que estaban las tazas y los platitos.

Saqué una bandeja de un armario, era amarilla desgastado y tenía manchas de café por todos lados, le puse la taza, con un platito de bajo, encima y la tetera. Abrí el contenedor de galletas y coloqué dos pastas en el plato de debajo de la taza de té, con cuidado de no tirarla.

Cogí la bandeja y me dirigí a la oficina de mi padre, procurando no hacer ruido con la puerta, que estaba completamente cerrada.

–Hola, papá –le dije contenta– espero no molestarte, te traigo una taza de té y unas galletas, si no las quieres me las puedo comer yo –empecé a divagar por mis golosos pensamientos.

–Muchas gracias, no me molestas, es más, me gusta tu compañía –y me sonrió, por lo que yo hice lo mismo.

–Adios –me despedí, cerrando la puerta.