Algunas veces pienso que deberían darme un premio por ser el “idiota del año”… ¿Cómo me dejé convencer para hacer algo tan estúpido como esto? ¡Ah, sí! Ya lo recordé, esa promesa, pero si hubiera sabido que terminaría vistiéndome de esta forma no hubiera aceptado nunca, me siento como uno de esos personajes de las películas de terror, solo nos falta la rubia sexy, el asiático que sabe karate y el chico escéptico que muere primero, quiero decir, el chico guapo que es el protagonista es Aron mientras que yo soy el tipo X al que nadie nota en la película pero que siempre estuvo ahí, joder, ya estoy alucinando por su culpa.
~~~*Una hora antes*~~~
Estaba recostado en el sofá viendo la tele, el reloj de la pared marcaba las 11:00 de la noche y estaba algo aburrido, se suponía que iría con el idiota de Aron a buscar esa jodida puerta secreta a su escuela, pero supongo que ya no vendrá hoy, mejor para mí, aunque por lo menos pudo molestarse en avisarme, por su culpa estoy aquí viendo esta absurda película de terror, es más que obvio quien era el asesino. Justo cuando bostecé por enésima vez, esa característica forma de tocar el timbre se dejó escuchar en toda la casa.
—No es cierto…—Mascullé levantándome del sofá mientras suspiraba profundamente, hacia algo de frio porque precisamente hoy empezaba la época invernal y desde hace unos dia la temperatura estaba bajando demasiado— ¿Qué quieres ahora?—Pregunte enarcando una ceja al abrir la puerta.
— ¿Estas bromeando cierto? —Me miró como si le hubiera contado un mal chiste y cruzo los brazos—Ya deberías estar listo para irnos Ian.
—Tú eres el que debe estar bromeando, ¿ya viste la hora que es? —Lo miré de arriba abajo y lo imite, cruzándome también de brazos—Además, ¿Qué clase de vestimenta es esa? —Nunca lo habia visto con tanto color negro en su ropa, además traía un gorro que parecía hecho de lana y unos guantes de cuero —Pareces uno de esos espías que salen en esa película… —Hice afán de pensar por un segundo cuando el nombre me llego a la mente—Como los de Misión Imposible.
—N-No es gracioso Ian—Mi mente se nublé, las mejillas rojas de Aron y su nerviosismo repentino eran tan atrayentes, si tan solo pudiera declararme…—Y no me quieras cambiar el tema, prometiste que irías conmigo a la escuela hoy—No es justo, odio que haga pucheros tan lindos cuando yo lucho por no hacer una estupidez.
— ¿Ya viste la hora que es Aron?—Me recargué en el marco de la puerta aun cuando por dentro me estaba muriendo de frio, solo cargaba un pants azul y una camiseta blanca, pero no quería verme débil ante él—Si nos ven en la calle a esta hora nos meteremos en serios problemas.
—Lo que pasa es que tienes miedo—Sonrió triunfal como si hubiera descubierto algo enorme—Quien diría que seguías siendo un niño Ian, perdona que quisiera llevarte conmigo—Lo miré girarse sobre sus talones y mordí mi labio inferior cuando dio el primer paso—Nos vemos mañana.
—Espera Aron…dame un segundo, iré contigo—Sé que es una trampa suya para que yo caiga, pero no puedo dejar que me diga cobarde y se vaya solo
—Sabía que aceptarías—Lo mire quitarse la mochila que colgaba de su hombro y abrirla para sacar un gran juego de ropa negra—Conseguí esto especialmente para ti—No importa cuánto tiempo haya pasado a su lado, sigo odiando y amando esa sonrisa deslumbrante.
—Ni siquiera lo pienses-me di media vuelta y empecé a caminar hacia la sala, sabía que él me seguiría puesto que siempre lo hacía, pero esta vez no quiero caer en su juego mental.
— ¡¿Pero por qué no?! Te vas a ver genial, Ian—No iba a voltear, no iba a mirarlo—Por favor Ian, será divertido…—Apresuré mis pasos hacia las escaleras, si lograba llegar a mi habitación para cambiarme estaría a salvo—Quería que nos viéramos iguales…como cuando éramos niños
