Atrapado

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Puede que algunos piensen que estoy loco, pero lo único que les pido es que dejen de pensar por un rato y sólo crean los que les digo.

¿Alguna vez han tenido un sueño? Obviamente todos los hemos tenido. Independiente del lugar o la situación en la que estemos, todos hemos sido testigos de esta realidad completamente distinta a la que vivimos día a día conscientemente. Sin embargo, ¿no se han preguntado la razón por la cual es posible todo esto?, es decir, la oportunidad de estar en un lugar donde podemos hacer todo lo que nosotros queremos, sin importar qué tan raro o imposible sea. Por ejemplo, el último sueño del que me acuerdo, por lo menos cuando estaba vivo, fue que desperté en un lugar muy oscuro, donde lo único que podía ver era una casa de un radiante color amarillo que se destacaba frente al vacío que había. La puerta era ancha y muy grande, además de estar encadenada. Como si lo que estuviera ahí fuera algo espectral o por lo menos esa fue la impresión que me dio...Pero, volviendo al tema, es por esto que les contaré lo que me pasó recientemente. No no, miento. Lo que me ha pasado desde aquel momento trágico en mi vida. Aquel momento que cambió todo para mí. El momento de mi muerte.

Se preguntarán, entonces, cómo estoy contando esta historia si ya no existo. Bueno, al menos no en esta realidad. Pero, créanme, estoy más que presente.

Todo comenzó en ese horrible y pésimo día que tuve. Fue en noviembre del 2000, según lo recuerdo. Estábamos todos reunidos en familia, pero yo no quería. No es que odie juntarme de vez en cuando con mis parientes, pero algunas veces es necesario estar solo. Pero no me refiero a estar apartado en una esquina de la casa, sino que solamente mis padres y yo. Sin primos ni tíos ni tías que vemos una vez al año y aparentamos llevarnos bien. Bueno, quizá sea ese el motivo para juntarnos. Como no nos vemos nunca es necesario juntarse de vez en cuando. Falso, yo no pienso así. Si de verdad quieren vernos, que lo hagan durante el año y que no esperen a una única instancia en la que todos estamos obligados a ir. Pero, volvamos a lo anterior, ya que esto no tiene mucha relevancia con la historia-Algunas veces pasa esto. Uno empieza a hablar de una cosa y de repente se va y explica cualquier cosa.- estábamos todos en este asado, sin excepciones. Cuando llegó el momento del almuerzo, mi tío dio un discurso sobre la familia y la importancia de ésta. En un principio pensé que me había conmovido, pero en realidad no me importó. El simple hecho de que mi tío estuviera al frente me daba absolutamente lo mismo. Una vez terminado de hablar, me llamó y propuso que yo dijera unas palabras. Apenas escuché mi nombre, me puse coloradísimo y empecé a retroceder rápidamente, moviendo la cabeza y  haciendo señas de que no iba a hacerlo, cuando de repente escucho: ¡Cuidado!... Al caer, me pegué fuertemente en la cabeza y partir de ese momento, no recuerdo nada más.

Al abrir los ojos me di cuenta estaba en un lugar muy oscuro, donde lo único que podía ver era una casa de un radiante color amarillo que se destacaba frente al vacío que había. La puerta era ancha y muy grande, además de estar encadenada. Como si lo que estuviera ahí fuera algo espectral o por lo menos esa fue la impresión que me dio. En un principio, no quería saber lo que había dentro. Pero con el paso del tiempo- que en realidad no sabría decir cuánto fue- empecé a sentir una curiosidad insaciable. El único problema era que no podía abrirla, por las cadenas. Mientras más lo pensaba, más me daba rabia. Hasta que, de repente, pensé lo oportuno que sería tener una llave y, así nada más, tenía una llave en mi mano. Cuando me di cuenta que podía hacer aparecer cosas, me puse a decorar cada rincón de ese oscuro lugar, recreando grandes estatuas de todo el mundo, edificios o cualquier instalación que se me viniera a la mente. No tenía límites, era imparable. El único límite era mi imaginación. Al final, había olvidado la importancia de la casa. Mentira, apenas me aburrí de crear cosas abrí la puerta con la llave que tenía. Al entrar, observé lo más raro hasta ese momento. Algo que me hizo dudar de mi propia existencia. Era yo mismo acostado en una cama y con los ojos cerrados, como si estuviera durmiendo. Es más, como si estuviera soñando. Luego de hacer un ejercicio mental, recordé que toda la situación que había experimentado recientemente era exactamente la misma que había tenido en mi sueño antes de morir.
Al final, me di cuenta que la muerte era solamente un producto de mi imaginación...

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2018 ⏰

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