Un adiós para el Solsticio

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Dicen que las estrellas muertas brillan a millones de años luz, pero tú, mi más preciada te has apagado demasiado rápido.
Realmente creí que podíamos haber sido para siempre, realmente creí en cada una de tus promesas.

Desde el primer día que unimos nuestras vidas, cada una de mis células buscó ocasión para unirse a las tuyas, cada roce de nuestras manos era solo un pretexto.

Creí en tu sonrisa sincera, en tu mirada que mostraba toda tu historia pasada la cual yo me prometí remediar. Fue una historia de amor inconclusa, fuimos una prueba más de que no todo es para siempre.

Cada vez me ibas alejando, ibas quitando otro pedacito de mi corazón. Como todas las veces, tus palabras fueron firmes y concisas, ese dolor en mi palma derecha y ese nudo en mi garganta no podía marcar más que nuestro final, el cual yo siempre quise hacer caso omiso de que fuera a suceder.

Debo admitir que muchísimas veces fingí no darme cuenta, y debo admitir que muchas voces me contaron la verdad. No eras como yo pensé.

Cometí el error que todos cometen al momento de ponerse en las manos de alguien, te idealicé hasta el extremo y no había nadie como tú.
¿Realmente todo mi dolor se compensaba? ¿O era yo una vez más tratando de justificarte?

Ingenua, crédula, me dice todo el mundo. Pero a pesar de eso, creo que no fue solo mi error. ¿Está bien llamarlo un error?
Gotas de agua triste y salada rondaron muchas veces por aquí, muchas veces la inseguridad se apoderó de mí.

Al borde de la perdición me encontraste y al borde de la perdición me soltaste. Y es que me río irónicamente, aún no puedo creer todo lo que has dicho.
Algún día olvidaré las palabras que tus labios pronunciaron, las cuales mis oídos escucharon con dolor y mi mente las sintió cínicas.

Mi solsticio, mi más grande tesoro, aunque el corazón me duela y reniegue al mismo tiempo, debo dejarte ir.
No queda nada que hacer y nada que intentar, cuando cada solución nunca fue una realmente.

A veces, solo quisiera volver en el tiempo y escuchar que me amas una vez más. Pero no una de esas veces que lo hacías porque si, sino una de esas en las que realmente te sentía ahí.

¿Recuerdas los últimos días de Enero? ¿Recuerdas cada nueva experiencia que descubrimos a la par?
Dime que aunque todo no ha sido como lo planeado, nuestra historia no la vas a olvidar.

Es verdad, tu corazón se ha desviado a algo que siempre estuvo ahí, algo que nunca quise que te dieras cuenta. Alguien más ha captado la atención de mi solsticio, el cual no creo que pueda volver a llamar mío.
Me ha dejado congelándome en una triste soledad, solo siento su ausencia la cual me pone a pensar ¿Qué fue lo que hice mal? ¿Acaso no fue suficiente todo lo que dí? No era difícil que alguien más se enamore de tí.
Lo que si es díficil, es asimilar que lo mismo te pasó a ti.

¿Para qué decidiste volver entonces? Recuerdo esa noche como una crucial, mi solsticio amado, si tan solo lo hubieras dicho antes, todo esto se habría podido evitar.
Como te lo he dicho antes, soy nuevamente la chica pérdida en su propio mundo. Soy de nuevo la que prometiste ayudar, soy de nuevo la que era antes de ti.
Pero hay cosas que nunca cambian ¿no es así?

Sé que algún día podré mirarte a los ojos sin que me duela, sin las ganas de correr a tus brazos y decirte que he esperado tu regreso todo este tiempo.
Sé que algún día alguien enmendará mi corazón y que tú, mi solsticio, ya has dejado de ser mío para siempre.




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