McWeey

Capítulo 4

-Tranquila chica, a partir de ahora tienes una nueva amiga. Y haré todo lo que esté en mi mano, para ayudarte a superarle, y lo más importante, que se arrepienta de haber nacido, que te dijera todas esas cosas y sobre todo, que te haya puesto la mano encima.. Lo juro-Digo prometiéndome a mí misma, que así sera y que mi juego empieza ahora.

-Mi nombre es Alicia Cortes, y ese es Bastian Evans, el orgasmo de cualquier mujer hetero, el más guapo ,sexy y sensual de muchos y el ahora ex novio mío- Suelta de repente, no sabría decir si con ganas o con asco, pero una de las dos es. Desbloquea su móvil delante mía y puedo ver que su fondo de pantalla es de los dos abrazados. No hay que ser muy lista para saber que es el mismo chico con el que me choqué en el aeropuerto, sí, el dios griego más cabrón de la historia de la humanidad, por eso me sonaba tan familiar su voz cuando les vi. Será por eso que mi cuerpo no reaccionaba a lo que oía sabiendo que por lo impulsiva que soy ya no le quedaría ni los dientes, supongo que después de todo, no me cabía del todo la idea en la cabeza de que mi jodido dios griego fuera una escoria de persona.

-Yo soy Malía, Malía Mcweey, pero llámame Lía si quieres, respondo a ambos- Las dos nos miramos y reímos ante mi forma de hablar y por lo que digo 

-Es un placer, Lía- Dice dándome la mano con una sonrisa amigable

-El placer es mío señora Cortes- Digo dándole la mano

-¿Y ahora que te ha dado por hablar así?-Dice entre risas animadas

-Yo hablo de mil maneras diferentes, te puedo hablar en francés y quedarme agusto, puedo empezar la conversación con "usted" y terminarla con "wey", puedo hablar en mexicano, español, inglés y todo en tan solo una frase- Digo orgullosa de mi gran talento

-¿Desde cuándo hacer el tonto es un don?- Dice con malicia

-Cállate golfa- Respondo al no tener un argumento lo suficientemente bueno con el que contraatacar- Bueno, ese tal Bastian, de dónde es, su nombre no parece muy español que digamos- Digo con risita tonta

-Bueno, es francés- 

-¡¡Olalá!!- Me salió solo gente, no me juzguéis

-¿Y eso a qué viene ahora?- Responde a mi comentario con una ceja arquedada-

-Nosé, me ha nacido- Digo simplemente- Continua por favor

-Está bien hija de la cabra-Dice entre risas

-¿Me estás llamando cabrera?-Digo cruzándome de brazos

-¿Quieres saber lo de Bastian o no?- Dice ya un poco chamuscada

-Sí sí- Respondo ya en serio

-Es el hijo de Erick Evans, el multimillonario más conocido de Francia- Dice como si fuera algo normal en su vida estar cerca de gente de esa categoría, lo que me alucina aún más, por lo que no puedo evitar pensar si ella también caga dinero de esa manera

-La cosa es, que Bastian aunque tan solo tenga 18 años, se independizó con tan solo 16, su padre le abrió un hueco en su empresa familiar Evans. Bastian con la cabeza bien alta hizo su dinero solo, hace tan solo un año cumplió su mayoría de edad y fue nombrado el joven más rico del mundo- Continua hablando tan tranquila, a mí la verdad ya me sorprendió su figura de Dios griego, pero joder,  ¡¡es un puñetero Dios griego adinerado!! Estaba por ir en su caza, casarme con él y por muy mierda que me parezca después de lo ocurrido, digamos que haré un esfuerzo por cambiarle, total, todo el mundo cambia ¿No?

-Sale en más revistas que cualquier modelo de la época, Cameron Dallas en varías ocasiones le pidió hacerse fotos con él para presumir, sí, hasta los famosos quieren quedar bien ante alguien como esa rata- Añade la última palabra con asco