31

1.2K 119 11
                                    

Me encontraba en un sueño profundo, soñaba felizmente que ganaba una partida contra Félix, se podía escuchar a lo lejos un sonido estresante y una voz molesta.

— ¡Despierta, Minha!—se escuchó un grito fuerte, justo cerca de mi oído.

—No quiero...—me quejé tapándome completamente con las sábanas, sentí que se subieron encima de mí, sacándome un gruñido y me destapé para ver a Hyunjin quien sonreía como si fuera un niño bueno.

— ¡Vamos, preciosa! ¡Despierta! Es Domingo y hay que aprovecharlo—sonrió dando saltitos

—Primero, bájate. Segundo, dijiste domingo y es para descansar y tercero, si vuelves a levantarme con tus gritos fuertes e insoportables quedarás sin hijos—dije amenazante

— ¡Oh, vamos! Te haré unos hijos aquí si no despiertas—besó mi nariz, sentí mis mejillas arder y comencé a pegarle.

— ¡Pervertido! ¡Bájate! Pesas más que una vaca—grité tratando de quitarlo de encima

—Ok, me bajaré, pero ¿Te despertarás?—hizo puchero

— ¡Sí! Ahora, bájate—él asintió sonriente y se bajó, me estiré un poco y fui a darme un baño, al salir a la cocina, Hyunjin dijo que desayunaríamos afuera.

Acepté sólo porque tenía hambre y los chicos fueron a Busan, me comí casi todo lo del menú y ya satisfecha comencé a caminar con Hyunjin por el centro comercial.

Me detuve al ver que el chico se quedó mirando una vitrina, me puse a su lado y lo que estaba viendo era un hermoso reloj negro.

—Desde pequeño dije que trabajaría bastante para poder comprarme algún día un reloj así—sonrió 

—Si quieres te lo compro—sonreí poniendo mi mano con cuidado en el vidrio que nos separaba de aquellos hermosos accesorios

—No, gracias...Es muy caro, no tienes por qué hacerlo—negó con la cabeza y metió sus manos en los bolsillos

—En realidad, es porque quiero. Además, te debo el regalo de cumpleaños—tomé su mano y lo obligué a entrar conmigo a la tienda, le compré el reloj con mis ahorros, la verdad la mayoría me lo daba mi terco abuelo.

—En serio no tenías por qué comprarlo...—susurró viendo el reloj algo avergonzado

— ¡Es un regalo!—sonreí pegándole levemente en el hombro

—Hubiera preferido otra cosa para mi cumpleaños...—suspiró viendo el cielo 

— ¿Cómo qué?—pregunté confundida, él sonrió y me dio un beso en la mejilla.

—Con esto me conformo—sonrió mostrando sus dientes, toqué mi mejilla dónde me había dado el beso.

— ¡Estás loco!—reí

— ¡Oh! ¡Hola chicos!—escuchamos una voz detrás de nosotros, giré y era Nako con Félix.

—Hola, Nako—sonreí forzadamente

—Wow, ¿en una cita?—sonrió la enana

—Algo así—respondió Hyunjin, le metí un golpe en el brazo.

—Veo que sí es una cita—habló Félix con una expresión seria

— ¿Y ustedes?—pregunté curiosa

—Podría considerarse una también—sonrió avergonzada Nako, apreté mis puños a mis costados y miré al piso, éste chichón de piso me quiere quitar a MI PECAS.

—Bueno, los dejamos ¿Vamos, pequitas?—preguntó la enana, la miré incrédula.

 ¡¿PEQUITAS?! ¡Sólo yo le digo así!

 ¡GAMERS! 🌤Lee Félix🌞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora